Con naturales distancias que salvar, a la Sub-17 y al Deportivo Municipal los une más que la franja roja que llevan en el pecho. En una misma semana, ambos equipos se han convertido en los apóstoles que la fe del fútbol necesitaba en medio de la metástasis dirigencial. En Corea del Sur y en Lima, desafiando a la incredulidad, le vienen dando bofetadas a lo imposible.