Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comEl 21 de octubre de 1990 es un día importante en la historia de Sporting Cristal. Y no porque haya ganado un título o por haber alcanzado una final, sino porque en esa fecha Juan Carlos Oblitas dirigió por primera vez al cuadro celeste.

 

La década de los años noventa es la que más éxitos le dio a Sporting Cristal desde que el club rimense se fundó en 1955, pero todo empezó cuesta arriba para los celestes. Y es que luego de perder la final nacional de 1989 ante Unión Huaral -con un partido que se disputó en febrero de 1990-, la campaña en la Copa Libertadores terminó en la primera ronda frente a los equipos chilenos, lo que llevó a la salida de la dupla técnica formada por Oscar López y Oscar Cavallero.

Tras un breve interinato de Fernando Mellán, en tienda bajopontina se volvió a apostar por un DT extranjero al traer al chileno Eugenio Jara. La apuesta, sin embargo, no respondió a la exigencia planteada y luego de cuatro derrotas consecutivas a Jara se le bajó el pulgar. Casi de inmediato se ubicó a Juan Carlos Oblitas, quien llegó para cubrir el puesto luego de rescindir contrato con Universitario en septiembre, al final de la Liguilla por el Torneo Regional I.

Las postales

La historia del ‘Ciego’ como técnico de Cristal comenzó en la fecha 8 de la Zona Metropolitana del Regional II. En esa jornada les tocó enfrentar a Municipal como parte de un triplete en el estadio Nacional. Luego que San Agustín y Octavio Espinosa no se hicieron nada en el preliminar del domingo 21 de octubre, el cuadro celeste salió a cumplir con la misión de tumbar a uno de los líderes del torneo.
(Recorte: diario El Comercio)
La pelota ya superó la barrera tras el remate de 'Tuta' Redher y va camino hacia la portería de Municipal para cerrar el triunfo de Cristal. El cuadro edil venía sin perder en nueve partidos y se mantenía como animador luego que Ramón Quiroga los comenzó a dirigir. Para cumplir con ese compromiso, Oblitas delineó el siguiente once titular: al arco fue Miguel Miranda; en la defensa Luis Ávila, Jorge Arteaga, Jorge Olaechea y Percy Olivares; al medio Carlos Lobatón Donayre, Pedro Novella, Pablo Zegarra y Julio César Antón; dejando en el ataque al chileno Carlos González con Martín Dall’Orso.

El partido en sí tuvo pocos momentos destacados y los goles se dieron en cada tiempo: el primero fue obra del ‘Artista’ Antón, que a los 31’ sacó provecho de un servicio de Dall’Orso para vencer al arquero argentino Iván Sopegno; mientras que el segundo llegó a los 83’ con un tiro libre directo cobrado por Luis Redher, quien había ingresado en la etapa final en reemplazo de González. El cuadro de la comuna no encontró respuesta en ataque y cayó 2-0, acabando el partido con uno menos luego que Richard Garrido vio la roja por golpear a Zegarra cuando iban 59’.

Con esa victoria arrancó el largo proceso de Oblitas al mando de Cristal, aún pese a que ese año acabó séptimo en el Metropolitano y sin acceder al Octogonal que clasificaba a la Liguilla. Los títulos tuvieron que esperar un poco más, logrando el de 1991 y luego los de 1994 y 1995 con un equipo que hasta ahora se recuerda como el mejor, pero en especial, porque implantó un estilo.

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recorte: diario El Comercio


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