Universitario recibe un 2017 de expectativas tan altas como los riesgos económicos que ha tomado, los cuales están justificados por la oportunidad que tiene de hacer sustancial caja a través de su singular posición en la segunda fase de la Libertadores. Roberto Chale, en esa línea, tiene también la oportunidad inmejorable de cerrar de modo magnífico un ciclo exitoso.

 

    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

La autorreferencia es el recurso menos elegante para dar inicio a un artículo, pero a efectos de este texto conviene transparentar que quien escribe se jacta en círculos futboleros de ser uno de los escasísimos periodistas no amigos de Roberto Chale que creían en él antes de que comenzara su actual ciclo en Universitario. Lo atestigua el primer artículo de esta saga, publicado en setiembre de 2015, la noche cuando se anunció su regreso al banquillo crema tras catorce temporadas, y lo reafirma el publicado hace un año, en enero de 2016, cuando se discutía si la continuidad del 'Niño Terrible' era la medida más adecuada tanto para el club como para él.

De plano, debe decirse que solo un muy rabioso detractor de Chale podría descalificar el éxito de su gestión. Después de salvar al club del descenso, en 2016 hizo un brillante inicio de temporada y acumuló un colchón de puntos lo suficientemente sólido para asegurar su presencia en semifinales, aun cuando en el camino vio partir a los dos mejores jugadores de su equipo -Raúl Ruidíaz y Edison Flores- sin recibir a cambio refuerzos de siquiera un quinto de su peso futbolístico. El hincha de la 'U' puede ser muy exigente y todo eso, pero en términos objetivos el hecho de que un club quebrado en lo económico y empobrecido en lo deportivo haya estado a 22 minutos de dejar fuera de la final al equipo mejor formado del país en una cancha difícil como la de Arequipa es, sin duda, notable.

¿Es Roberto Chale el técnico ideal para conducir el que quizás es el mejor plantel del fútbol peruano? (Foto: prensa Universitario) 

El inicio de 2017 ha estado cargado, en Ate, de rimbombancia mediática por la llegada masiva de refuerzos de magnífico cartel para el medio que colocan, qué duda cabe, a Universitario primero en la grilla de candidatos a robar protagonismo en la temporada. Las dudas, los traumas de veranos anteriores y muchas preguntas han circulado con las luces puestas en cualquier lugar menos en el banquillo. Allí donde lo más importante que cabe cuestionarse es si este Chale ya septuagenario podrá ser el timonel indicado para aquel velero que comienza a navegar con las chicas más agraciadas de la playa y que pretende acabar, en diciembre, viéndolo bajar de él como el sonriente mozablete gagá de sus tiempos de joven seductor de las que se asomaban a mirarlo desde las ventanas de los complejos habitacionales de Odriozola a la salida de los entrenamientos merengues de mediados de los sesenta.

Los refuerzos: un potencial excelente negocio

El tema de discusión central durante el verano a partir de los refuerzos elegidos por la nueva administración de Universitario ha pasado por cuestionar cuán sensato es que un club intervenido por el Estado y con un pasivo de más de 150 millones de soles contrate futbolistas de alta cotización. El recurso fácil para analizar la situación es ampararse en la aparente ineficiencia de la administración antecesora y justificar, a partir de los visiblemente excesivos gastos ejecutados por ella en jugadores poco rendidores en términos deportivos, la inversión planteada para este año. Este criterio, sin embargo, peca de falaz: que antes se haya gastado mal no avala per se que en el presente se gaste lo mismo.

En esta línea, es más conveniente evaluar qué significa para Universitario conformar un buen plantel en este 2017 a diferencia de años anteriores. Y en esa línea, puede aterrizarse en que la situación del club crema es absolutamente diferente de la de los otros quince clubes que participan en el Descentralizado e inclusive de los otros siete equipos peruanos que compiten en torneos internacionales. Esto no porque parafraseando la filosofía del asistente técnico José Carranza "la U sea la U", sino porque estar preclasificado a la segunda fase de esta nueva Libertadores le confiere una posición sui generis en términos de ingresos potenciales por generar a partir de un par de buenos resultados puntuales.

La 'U' regresará a la Libertadores luego de tres años, y es una nueva oportunidad para el club de generar dinero extra y administrarlo correctamente. (Foto: AFP) 

Para que se entienda esto, debe recurrirse a la información anticipada esta semana por el sitio web Pasión Libertadores, que reveló los pagos por participación que se concederán en el principal certamen continental este 2017. Así, en primera fase se pagará a cada club por el partido jugado de local 250 mil dólares, más un bono de 50 mil al que quede eliminado; en segunda fase, en la que parte la 'U', se pagará 400 mil dólares por cada partido de local (un máximo de dos partidos) más un bono de 100 mil al equipo eliminado; mientras que a los clubes que lleguen a fase de grupos, se les asegura 600 mil dólares por cada partido de local, lo que equivale a 1.8 millones de dólares dado que cada clasificado a esta etapa disputa tres partidos en casa. Encima, fuera de los premios mayores que se pagan en fases posteriores de la Libertadores, existe la chance de seguir haciendo dinero solo por competir si el club queda tercero en su grupo y es derivado a jugar en la Copa Sudamericana.

La misión de la administración temporal de Universitario, así al hincha no le cause gracia y pueda decírsele mediáticamente cualquier cosa para morigerar su ánimo, es una sola: generar dinero y administrarlo correctamente. Pues bien, en la Libertadores 2017 hay una estupenda y única oportunidad de generar muchísimo dinero extra para la institución. Vistas las cifras anteriores, la 'U' parte de un piso mínimo de 450 mil dólares si queda eliminado en la llave inicial de la segunda fase; pero si la gana, pasará a recibir un total de 850 mil dólares; y si llega a la fase de grupos, el club recaudará solo por participar un total de 2.65 millones de dólares, cifra 77% superior al total que la 'U' ingresó por taquilla a lo largo de la temporada 2016.

Este último aspecto es clave para entender, por ejemplo, por qué la situación actual no es comparable con aquella que se presentó cuando el tristemente recordado Julio Pacheco asumió la gestión de Universitario en 2011. El modelo de Pacheco -dixit- se basaba, en una temporada en la que la 'U' ni siquiera iba a competir en una Libertadores y ganar dinero por jugarla, en generar expectativa para que el público asistiera al estadio de manera constante y de esa manera se autopagara el gasto ejecutado. Un albur o buen deseo enteramente apoyado en un torneo local que, para colmo, en aquel 2011 iba a tener menos fechas (30) que en cualquier otra temporada de la década.

A todas luces, Deportivo Táchira y Capiatá no serían rivales con jerarquía suficiente para reducir las chances de la 'U' en la Libertadores. (Foto: AFP) 

Así, la decisión de la nueva administración temporal de Universitario de invertir en un equipo que sea capaz de obtener los resultados necesarios para pasar dos vallas que le permitan generar dinero rápido y fácil es bastante sensata en términos económicos. Por supuesto, el fútbol es más que solo cifras y al análisis planteado debe sucederlo uno deportivo. Y en esa línea, lo primero que debe notarse es que las decisiones de refuerzos en la 'U' se han tomado luego de conocido el fixture que le deparó el sorteo de Libertadores, que le da la chance de jugar su primer partido contra Deportivo Capiatá o Deportivo Táchira, dos de los pocos equipos de la Libertadores que a priori no son necesariamente superiores en fuerza de plantel a un equipo peruano promedio. Para decirlo de otro modo: si Municipal hubiera decidido hacer una apuesta financiera similar a la de la 'U', el análisis económico podría haber pasado la prueba ácida, pero de ningún modo habría ocurrido lo mismo con el análisis deportivo, porque el rival edil, Independiente del Valle, es muy superior futbolísticamente hablando a cualquier plantel que un club peruano pueda pagar con el mejor de sus esfuerzos.

El potencial del equipo: la gran prueba ácida

De ese modo, el reto inmenso que tiene la 'U', siempre atendiendo a la prioridad económica, es determinar si con el equipo que ha armado es capaz de plantarle eventual batalla a Millonarios o Atlético Paranaense -de Paulo Autuori- para tentar el filón de la fase de grupos. Sin decir que lo de Capiatá o Táchira esté ganado para los merengues -sería la peor actitud que un club peruano pudiera tomar, en una competición que le ha sido tan poco feliz en tiempos recientes-, aquel es el gran pensamiento que tiene que reinar en la pretemporada crema, desde los escritorios de las oficinas del Monumental hasta las canchas de Campo Mar.

En ese sentido, la idea de entender a los refuerzos como imanes de taquilla sería un nuevo y desfasado error. Lo que Universitario necesita es preguntarse si los Corzo, los Rodríguez, los Vargas, los Figuera o los Tejada son funcionales a sus necesidades futbolísticas, y para eso hay que ir paso por paso. O línea por línea.

La 'U' mantiene a sus tres arqueros del 2016: una apuesta coherente por el presente y futuro de Cáceda, Zubczuk y Fernández. (Foto: prensa Universitario) 

En el arco, la apuesta por no reforzarse es lógica. Carlos Cáceda es un arquero con mucha proyección y una madurez inusitada para su edad, al punto de haber dejado en el banco a un consagrado como Raúl Fernández. Encima la tercera opción, Patrick Zubczuk, es un tipo identificado a más no poder con la casa y de buenas condiciones más allá del yerro el día de su debut. Aquí se aprueba el examen.

En la defensa, que fue el principal dolor de cabeza en 2016 precisamente por el terrible juego aéreo demostrado por el equipo, lo de Alberto Rodríguez es una garantía fundamental, a tal punto que justifica -por completo y dejando de lado sentimentalismos que son de tribuna y no para gestión- que se haya corrido el riesgo de tener una cláusula que lo libere ante una oferta del exterior. En la 'U' deben respirar muy aliviados por que se haya caído el pase del 'Mudo' a Peñarol, pues no existía otra opción similar en el mercado local para sustituirlo. John Galliquio y Werner Schüler, desde la experiencia -revalorada en las últimas semifinales- y el entusiasmo, pueden ser respectivamente buenos complementos, pero no sucedáneos. Por los lados, lo de Aldo Corzo y Jersson Vásquez también constituye una de las mejores soluciones disponibles en lo doméstico para solidificar una defensa: han jugado juntos y tienen experiencia y rendimiento en alza. En la zaga, pues, también se aprueba el examen.

En el medio, lo primero pasa por asumir que será la línea en que Chale ubique a Juan Vargas. Tiene sentido, pues quizá allí el 'Loco', que está lejos de su mejor forma, tenga mucho menores exigencias físicas que en el lateral. Competirá con Edwuin Gómez, alguien a quien lo mejor que puede pasarle es no sentirse titular para que esté permanentemente retado. Por lo demás, quedó claro en 2016 que los Diegos, Guastavino y Manicero, son más sustitutos naturales que complementarios entre sí, por lo que puede proyectárselos a la derecha de Vargas. Y en primera línea, el venezolano Arquímides Figuera es, para quien ha seguido su desempeño con la 'Vinotinto' una muy buena opción de salida como complemento de Adán Balbín; uno que abra juego con prolijidad y el otro que lo corte. Al medio, también se aprueba el examen.

Hernán Rengifo y Luis Tejada ya han sido pareja en ataque cuando fueron parte de Aurich en 2014. (Foto: prensa Universitario)

Finalmente, en el ataque, Luis Tejada es un refuerzo envidiable no solo por su capacidad goleadora, sino porque específicamente le servirá a la 'U' para rebatir la absurda moda que proscribe el hecho de que dos '9' jueguen juntos. Hernán Rengifo ya ha sido socio, y con excelente rendimiento, del 'Matador' en el Juan Aurich de 2015, por lo que tenerlos a ambos enganchados será fundamental para el desempeño merengue. Chale es muchas cosas menos bielsista y no se hará ascos de colocarlos juntos. ¿Que falta alguien que juegue por fuera? Para eso las soluciones más bien deberían provenir del medio del campo, pues en un potencial 4-trapecio-2 los volantes de segunda línea jugarán abiertos. Por tanto, la delantera también aprueba el examen.

La crucial palabra potencialmente final del mohicano

Entonces, oh maravilla, ¿este de 2017 es el Universitario de ensueño que los hinchas añoran en Ate hace mucho? ¿Es un delirium tremens de resaca de año nuevo y balnearios? ¿O es la cuota veraniega que DeChalaca aporta a ese vocablo reivindicado por los hinchas contemporáneos definido como "humo", al que se ha deificado como neologismo de tribuna?

La palabra definitiva para que todo encaje, como diríase también en redes con michi de por medio, la tiene Chale. Tipo al que, vale recalcarlo, los flashes y las grabadoras no han perseguido este verano porque hay otras vedettes en Ate. Y a él y a su comando técnico eso le viene bien, porque les quita presión. Fue clave en 2016 la incorporación de Mauro Cantoro, quien es a todas luces el que lleva la batuta analítica de un comando con roles complementarios bien definidos y que, vale la pena recalcarlo una vez más, ofrece de las metodologías de trabajo más tropicalizadamente modernas que hay en un medio mesiánico acostumbrado a conferir al DT toda la responsabilidad sobre un equipo cuando Chale es hoy, a su limeñísima y terrible manera, un manager más que un entrenador.

La Libertadores 2001 fue la última que dirigió Roberto Chale, con una 'U' entonces ya a la deriva y jales terribles como Adrián Gorostidi. (Recorte: El Gráfico Perú) 

Para que la aventura 2017 del 'Niño Terrible' tenga buen suceso, pues, hay un aspecto clave: que sincronice con las prioridades de la oficina antes que con las de la tribuna. Chale es cualquier cosa menos tonto y sabe que lo importante en el primer trimestre es asegurar, a toda costa, la opción i) de vencer a Capiatá o Táchira a como dé lugar y ii) de mover mar, cielo y tierra para pasar la valla de Paranaense o Millonarios. Es un tipo que sabe jugar Libertadores y que, aunque como entrenador tenga un claro pasivo en torneos internacionales, no ha tenido jamás la tranquilidad para armar un plantel competitivo para uno de esos certámenes con la que ha contado en este verano, porque siempre recibió lo que quedó. Acaso en la Libertadores 2000, después del bicampeonato, pudo reforzar su equipo mejor, pero es sabido que por entonces traer a Adrián Coria, Luis Alberto Carranza o Carlos Alberto Yaqué obedecía más a prioridades de negocio particular que para el club, fuera del mal o regular rendimiento que esos jugadores argentinos puedan haber ofrecido -por supuesto, superior a los de los Gorostidi, los Banegas y demás engendros de 2001 post tricampeonato y con la institución ya a la deriva-.

Entonces, para Chale la apuesta racional es, primero, procurar asegurar el pan para mayo con una eventual fase de grupos. Y solo luego de eso, aprovechar que el certamen local ofrece la generosidad de un formato que permite que un club, si así lo gusta, se enganche a competir del todo recién en el Clausura y pueda llegar a una nueva Libertadores y a la final. Claramente habrá cartas como la de Vargas que estén pensadas solo para el objetivo del primer semestre, en el que la 'U', vale repetirlo y aunque la tribuna no pueda estar de acuerdo, no puede perturbarse en absoluto con los resultados que obtenga en un Torneo del Inca en el que muy posiblemente le vaya mal.

Se ha cuestionado que entre tanta apuesta económica Universitario no haya hecho la inversión en un técnico de mejor cartel. La mejor respuesta es una pregunta: ¿cuántos tipos de 70 años identificados con su club dirigen en el mundo con éxito? El final de la historia del último de los mohicanos de nuestro glorioso fútbol sesentero-setentero no lo va a escribir el Roberto que firma este artículo, sino el que dirige -con infinita mayor sapiencia futbolística- en el banco. Y las condiciones están mejor sentadas que nunca en su carrera para que se trate de un párrafo final muy feliz. Si eso sucede, creálo, estas líneas serán las primeras en pedir que el tipo se vaya a cuidar a los nietos como el ganador que siempre fue, pues ya habrá sido más que suficiente.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com

Foto: AFP, prensa Universitario

Recorte: El Gráfico Perú


Comentarios ( 1)add
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escrito por lidonpe , January 12, 2017
Totalmente de acuerdo... Y faltó mencionar en el rubro económico las taquillas por los partidos de local de Copa. Si se juegan hasta fase de grupos serian 5 partidos a estadio lleno o casi lleno y allí tendrían quizá otros 2 millones de dólares más... Pero como bien dicen, todo esta apuntado a la parte deportiva. Ojalá vaya muy bien.
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