Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comRoberto Chale encara un 2016 en el que ya no debe cumplir el rol de salvador bombero en Universitario, sino uno de conductor. ¿Tendrá cómo seguir tapando bocas y haciendo historia con la crema?

 

Hace cuatro meses, cuando el retorno de Roberto Chale al banquillo de Universitario despertaba feroces críticas -muchas con sobrado fundamento- y hasta atisbos de indignación -algunos bastante desubicados-, esta página web anticipó que resultaba poco serio descalificar a priori a uno de los personajes más ganadores de la historia del club sin darle. Había que darle, al menos, el beneficio de la duda en una situación en la que ni siquiera entrenadores de altas credenciales aseguraban acometer con éxito un reto complejo como salvar a un club grande de la baja.

Después de que la gestión Chale no solo logró el cometido sino que rebasó toda expectativa al colocar al club en la Copa Sudamericana, corresponde preguntarse si 2016 asistirá a una prolongación del éxito del 'Abuelo Terrible' en Ate o más bien demostrará que mantenerlo en el cargo apagado el fuego fue un craso error. Ambas hipótesis son válidas y dividen a la hinchada merengue al inicio de un año que comienza casi como un libro de 366 hojas en absoluto blanco, pasibles de ser escritas de cualquier manera.

La continuidad

Sí, quizá es posible decirlo de manera contundente: Chale debió irse una vez terminado 2015. Pero no por el club, sino por él. Porque su imagen celebrando en el Nacional la clasificación a la Sudamericana con un triunfo ante Cristal y amargándole el pase a Alianza era demasiado buen corolario para una carrera exitosa. El selfie perfecto para etiquetar a mucho teclerito imberbe que se atrevió a insultar a una figura que ha construido parte importante del historial que ha hecho grande a la 'U'.

Chale seguirá liderando al cuadro crema. (Foto: Luis Chacón / DeChalaca.com) 

Quienes estamos en el fútbol sabemos de qué pie ha cojeado siempre Chale y no se trata de apañar sus defectos. Pero caer en la cuenta de que a pesar de ellos el tipo le gana el partido al sistema cada vez que quiere obliga a tener un acto de humildad, agachar la cabeza y aceptar que se está ante una persona con dotes especiales para ser triunfador en el fútbol, al menos en el peruano. Por eso, si acá alguien tenía derecho de decir basta, ya cumplí y nos vemos era Chale y no el club.

Pero Roberto no es así. No es un tipo de finales felices para contárselos a los nietos. Él vive el día, y sí: eso le indica que tiene una fuente de trabajo que debe cuidar. Por eso continúa -no tiene empacho en decirlo-, y porque además es un hábitat que conoce: a diferencia de otro que llegue, él ya sabe que está delante de una hinchada que siempre le va a exigir campeonar. Esta última no es una apuesta racional para una institución destrozada en lo económico, pero Chale es muy racional que se diga, por lo cual acaba siendo funcional al club y el club a él: no le cuesta mucho agarrar el fierro caliente y al club tampoco le cuesta todo lo que un DT del establishment le costaría.

La compañía

Sí genera una interrogante aún mayor en este arranque de año que Chale cambie de acompañante. La salida de Juan Pajuelo, considerado por muchos como el gran hacedor táctico de la 'U' que pasó del infierno al cielo, ha sembrado preocupaciones. Que se agudizaron cuando Javier Chirinos, quien asomaba como su sustituto natural en el comando técnico, fue descalificado por el propio Chale en uno de sus arrebatos televisivos de domingo a la noche, y por eso confinado a la reserva.

¿Cuál será el aporte de José Luis Carranza en la campaña de la 'U'? (Foto: Andina) 

¿Cumplirá José Carranza ese papel? Claramente no. El 'Puma' llega para sumarle dos brazos y varias interjecciones más al 'Maestro' en el papel motivacional que, está visto, es clave en un grupo joven sobreexpuesto a la tiranía de las barras y las redes sociales al que le viene bien tener cerca a tipos -como Carranza o Chale- a los que les interesa tres pepinos lo que cualquiera les diga. ¿Entonces veremos a un Roberto más táctico? Posiblemente sí, como sucedió en 2000 cuando Luis Reyna se alejó de su comando técnico y llegó un tipo menos metódico y más corajudo como Marcelo Trobbiani.

Sin embargo, las miradas estarán en quien -sin ser un académico del fútbol ni un modelo de conducta ejemplar- asoma como la pequeña cabeza novedosa del comando técnico. Paolo Maldonado va a tener por delante un reto novedoso en el que si las cosas salen bien, cosechará aplausos y se ganará elogios como Pajuelo. ¿Importará demasiado si es protagonista él? No, como tampoco interesó que lo fueran Pajuelo, Trobbiani o Reyna. En el planeta fútbol cada vez son más los casos de directores técnicos que operan como managers y delegan funciones de entrenamiento y estrategia a sus asistentes. ¿Que eso es demasiado sofisticado para una realidad como la antes descrita? Vale responderlo, nuevamente, con la misma pregunta: ¿importa acaso si en la práctica el modelo que se acaba siguiendo es exactamente el mismo que el de clubes modernos?

Los refuerzos

Universitario comienza 2016 con equipo claramente mejor afiatado que el año pasado. No solo porque va a mantener cierta base estructural -salvo Antonio Gonzales, quien en 2015 ya fue más fusible que titular fijo, no ha habido éxodos significativos-, sino porque los refuerzos han sido tanto bien estudiados como funcionales.

Vuelve Guastavino a Universitario. Un viejo conocido. (Foto: archivo DeChalaca.com) 

Así, por ejemplo, este año en Ate no hay experimentos con extranjeros sobre cuyos rendimientos existan interrogantes. De Diego Guastavino y Diego Manicero se sabe exactamente qué pueden ofrecer, y además hay una perspectiva interesante sobre lo que puedan hacer juntos en una volante creativa: son jugadores de características complementarias que pueden otorgarle a Universitario una batuta organizativa de la que carece hace mucho. Complementados por los menudos -por el tamaño antes que por el fútbol- aportes de Edison Flores, Juan Diego Gutiérrez y el emergente Raúl Tito, acaso la figura más prometedora incorporada al club en buen tiempo, la promesa de Universitario en el medio es interesante.

Otro tanto puede decirse en el ataque, zona en que el equipo fue monodependiente de los designios goleadores de Raúl Ruidíaz en 2015 -tanto o más salvador que Chale mismo-. La compra de Hernán Rengifo no es rimbombante, pero sí puede ser muy efectiva: es un goleador identificado con el club que asegura una cuota fija de tantos por año. ¿Romperá su presencia el monopolio de la 'Pulga'? Por lo pronto, en lo táctico sí imprimirá un cambio: el mal llamado 'Charapa' va netamente por dentro y eso hará que Ruidíaz deba correr a jugar algo más por fuera, y habrá que vislumbrar cómo afecta eso su rendimiento. De otro lado, no debe sorprender si a mediados de año la 'Pulga' recibe alguna oferta no rechazable, por lo que la incorporación de Rengifo no solo es sana sino necesaria.

En el arco, habrá más paz con Raúl Fernández de titular sin rotaciones, y eso permitirá que 'Supermán' se concentre en atajar y solo en atajar. Las dudas sí se mantienen en defensa, una zona en la que Universitario sufrió en demasía en 2015 y que para esta temporada no cuenta con mayores contrataciones que Miguel Trauco como nuevo lateral izquierdo y, sobre todo, la presencia de Adán Balbín como zaguero central. ¿Le alcanzará al exvolante de la selección para ser el nuevo caudillo de la zaga crema? Condiciones tiene, pero el nivel que nunca recuperó luego de su dura lesión siembra dudas. Será atrás, sin duda, donde la 'U' tenga más por responder este 2016.

Las metas

Universitario se enfocará en el Torneo del Inca. (Foto: Ovación digital) 

A Chale lo ayudará sobremanera el formato cortoplacista de la Primera División peruana. Roberto es un tipo que funciona con objetivos claros y, cuanto más inmediatos sean, mejor aún.

Por eso, a Universitario le resultará fundamental poner balas en el primer certamen del año: el Torneo del Inca. Según el formato que acabe teniendo -y los rivales que le toquen al cuadro merengue-, un protagonismo que pueda a los merengues, como equipo más afiatado, pelear contra un grueso de rivales o bien distraídos en Libertadores o bien en procesos en formación le puede terminar siendo muy satisfactorio. Si el formato, como en 2015, incorpora semifinales en el Torneo del Inca y este a su vez otorga pase a las semifinales nacionales, a la 'U' le será más probable tentar colarse y entender que puede sacar allí un crédito importantísimo que le permita vivir en paz el resto de la temporada.

Se hace hincapié en que para la 'U' es central hacer un buen Torneo del Inca puesto que el final del Apertura, si no hay mayores cambios en el calendario, coincidirá con el inicio de su participación en la Sudamericana, que inevitablemente distraerá objetivos. Chale ya demostró ser pragmático y sentarse en el torneo continental si la coyuntura local lo amerita -como ante Defensor Sporting-, pero en un contexto de mayores retos sería sano que Universitario llegue a esas alturas del año en condiciones de pensar en no ser comparsa y recuperar algo de nombradía internacional.

En esas condiciones, es posible concluir que 2016 no será un año tan terrible como 2015 para Universitario salvo en lo que al 'Niño Terrible' concierna. Y que dependerá mucho de que ninguna desesperación conduzca a un inicio de año abrupto, sino más bien uno de progresivo éxito, que el relativo equilibrio con que se empieza la temporada no se pierda. Al respecto, valdrá la pena que el entorno más cercano de Chale, ese que auténticamente lo quiere y respeta -y no está solo con él para llenar la mesa de codos en una celebración o sacarle primicias a modo de titulares ruidosos-, lo ayude a centrarse en no ver enemigos gratuitos y sí en lograr metas cortas que lo estimulen.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Luis Chacón y archivo DeChalaca, Andina, Ovación digital


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