Licencia profesional
Antes de la norma que condiciona a los candidatos al sillón de la FPF, el máximo ente emitió la resolución 02-FPF-2014: allí aprobó el reglamento de licencias que regirá a partir de 2015 y que exige requisitos claves para la profesionalización de los clubes de Primera.
En las últimas horas, la noticia que ha dado la vuelta en diversas redacciones ha sido la resolución 03-FPF-2014 que emitió la FPF el último 24 de marzo, en la cual, por una modificación en el inciso c del artículo 76, solo aquellos que han sido dirigentes en las provinciales y departamentales podrían postular a la presidencia de la FPF, en lo que -se entiende- sería un golpe bajo al principal contendor de Manuel Burga para las próximas elecciones: Alberto Tejada. No obstante, lejos de la polémica que se ha armado tras su difusión, días antes de emitirse dicha norma, la FPF había firmado otra resolución que, por el contrario, tiene un enfoque que apunta a la profesionalización de los clubes de Primera: la referida al tema de las licencias.
En ese sentido, el primer paso para la mejora institucional de los clubes de Primera, y por ende, del fútbol peruano, fue dado el 10 de marzo con la ratificación del Reglamento para la Concesión de Licencias de clubes de la FPF (resolución 02-FPF-2014). La norma exige una serie de mejoras a aplicarse a partir del campeonato de Primera División del 2015 y que progresivamente irán aumentando durante los siguientes años. Vale anotar que pese al nombre, el reglamento solo se aplica a clubes que vayan a participar en Primera. Y en esa línea, no importa que un club ya esté participando en esta división en el 2014, necesariamente deberá solicitar la licencia para el 2015. Para los clubes que recién ascienden, se le dará una licencia transitoria para su participación, aunque igual deberán cumplir requisitos básicos.
La licencia deberá ser renovada cada año ya que caducará al término del campeonato por la que se expidió. La licencia puede ser revocada si se incumple el reglamento (algo que analizaremos a continuación) pero también en el caso que realice una operación comercial o societaria que busque favorecer el ascenso de un club sin que haya logrado los méritos deportivos que correspondan.
Criterios de menores
El reglamento exige una serie de requisitos para que la licencia sea otorgada, quizás el más llamativo es el que todo club deba tener un programa de desarrollo juvenil que haya sido previamente inscrito en la FPF. No es solo tener divisiones menores, es tener entre otras cosas: objetivos y filosofía de desarrollo de menores, infraestructura disponible, programa de educación física para los diferentes grupos de edades y un programa educativo sobre el arbitraje y las reglas del juego, valores respecto al anti-doping, así como charlas psicológicas para jugadores y padres, entre otros requerimientos.
Como agregado, para la licencia del 2017, cualquier club que solicite la licencia deberá incluir en el programa juvenil, la disponibilidad de seguros de salud y soporte médico para los jugadores.
Asimismo, los clubes para obtener la licencia del 2015 deben acreditar contar con equipos de las categorías sub-18 y sub-16 que participen en torneos reconocidos expresamente por la FPF. Además, para el 2021, el club que solicite la licencia deberá acreditar que en su plantel al menos el 20% corresponda a jugadores que hayan estado inscritos en sus divisiones menores.
Requerimientos de primera
El reglamento también exige para la obtención de la licencia, el que todo el plantel del primer equipo tengan una ficha médica firmada por un médico responsable. Además, todo jugador mayor a los 10 años debe ser registrado en la FPF por el club y tener un contrato firmado con todos los jugadores que forman su plantilla.
El reglamento también exige un compromiso en contra del racismo. Así, el club debe presentar una declaración jurada firmada por su representante legal donde se comprometa a aplicar una política para eliminar el racismo y la discriminación en el fútbol. Los clubes deberían tomar acciones como: hacer denuncias por cánticos racistas durante los partidos, tomar medidas para prevenir la venta de literatura racista dentro y alrededor del estadio, que tome medidas disciplinarias en contra de jugadores que realicen abuso racial y quitar pintas con connotaciones racistas dentro de las instalaciones del club, entre otras.
Por el lado de infraestructura, la licencia solo será otorgada a los clubes que presenten título de propiedad que lo acredite como propietario del estadio que va a utilizar para sus partidos como local, o un contrato de arrendamiento, u otro título, que le asegure la utilización del recinto durante toda la temporada. Este criterio también se aplica para los campos de entrenamiento.
Sobre el estadio que utilizaría cada club cuando sea local, se deberá acreditar que tenga una capacidad mínima de cinco mil asientos, certificación de Indeci de que cumple con todas las garantías mínimas de seguridad, tener la aprobación de la Comisión de Estadios de la FPF, que el terreno cumpla con las normas de calidad de la FIFA, vestuarios en buenas condiciones, entre otros requisitos. De la misma forma, el campo de entrenamiento debe cumplir con requisitos mínimos, siendo el más importante el que haya un campo de juego por cada dos equipos (ya sea el primer equipo y el segundo, o dos categorías inferiores distintas).
Por último, para obtener la licencia el club debe contar con oficinas y mobiliario, un médico, un fisioterapeuta, un nutricionista, un gerente general, un gerente financiero, gerente de relaciones públicas, un entrenador del primer equipo, un asistente del primer equipo, un responsable de la gestión del programa juvenil. Asimismo, deberá contar con preparadores físicos, un responsable de la seguridad interna del club y un responsable del contacto con los aficionados del club.
Seguridad financiera
El club deberá presentar estados financieros para poder obtener la licencia, además de demostrar su solvencia patrimonial para que no se le revoque. Además, debe hacer los pagos correspondientes al seguro de salud y AFP y no contar con deudas vencidas. En todo caso, también debe presentar las cartas fianza que acrediten el pago a los jugadores.
El presente reglamento también se aplica a los clubes que en este momento estén en proceso concursal. En este caso, el responsable de la presentación de la documentación es la Administración Temporal o el representante que haya elegido la Junta de Acreedores. Asimismo, el reglamento también toma en cuenta las figuras de la Ley Complementaria para la Reestructuración Económica de la Actividad Deportiva Futbolística.
Y tal vez lo más importante y polémico para los hinchas de estos clubes es que cualquier medida cautelar judicial o arbitral que busque suspender la validez del plan de reestructuración aplicado por la Junta de Acreedores o el nombramiento del administrador designado en el marco del procedimiento concursal especial, o el contrato de Concesión Deportiva, constituirá una causal de revocación de licencia.
Las intenciones de la FPF son claras tras la revisión de esta norma: comenzar cuanto antes la profesionalización institucional de todos los clubes que participan en la Primera División. Exceptuando a unos pocos, la norma forzará a muchos clubes a pensar en resolver carencias evidentes que tienen y deben cumplir. Quizás lo más importante es que por fin se proyecta a un largo plazo, aumentando los requisitos para las próximas temporadas. Puede que algunos clubes consideren una exageración algunos requisitos, y ahí valdría la pena que se tome en cuenta que todo lo que solicita el reglamento es lo más básico para un torneo de máxima categoría en cualquier país del primer mundo futbolístico como el Perú busca ser.
Queda una única duda, y es que en el pasado ya ha ocurrido que Manuel Burga firmara una resolución similar y esta se quedara en letra muerta. Se espera, por el bien de todos, que esta norma tenga ese enforcement, ese empuje político, que antes ya le faltó al presidente de la FPF.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: Luis Chacón / DeChalaca.com, prensa FBC Melgar, diario La Industria de Chiclayo, Vanessa Álvarez Sancho
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