Perdiendo el tiempo en lo mismo
El embrollo telenovelesco en que el fútbol peruano se ha visto comprometido durante los últimos días por la indisciplina de cuatro jugadores del seleccionado nacional obliga odiosamente a emplear caracteres y minutos en tratar temas extradeportivos. No queda otra: algo hay que decir sobre el asunto que apasiona a quienes viven del balón -y deprime a quienes viven para él-.
Está ya escrito en esta página web que quienes la hacemos detestamos, casi por sobre cualquier cosa que esa labor pueda exigir, dedicar tiempo y espacio a temas que no estén vinculados con lo estrictamente futbolístico. La suspensión temporal de cuatro jugadores de la selección nacional -Santiago Acasiete, Jefferson Farfán, Andrés Mendoza y Claudio Pizarro-, no obstante, termina ejerciendo, al menos en teoría, un efecto sobre el juego, léase la posible ausencia de los mencionados jugadores en los próximos partidos del equipo que dirige José del Solar. Por ello, y una vez amainado el barullo mediático que la telenovela de moda ha generado, creemos pertinente expresar algunos puntos de vista para sentar una posición acerca de tan enojoso incidente.
Prensa.
Como suele ocurrir en este tipo de situaciones, fue el periodismo ajeno al
deportivo el que destapó el escándalo del Golf Los Inkas. Y finalmente, ello no
constituye más que un reflejo de lo destruido que está el sistema futbolístico
del país: los mecanismos de control son tan ineficientes que agentes externos terminan
ostentando un poder censor mayor al que deberían tener. Si el -divertidísimo-
Especial del Humor marca buena parte de la agenda social de estos días, por qué
habría el fútbol de estar inmune a ello; si la sintonía de la sociedad civil da
de comer a la -insoportable- chismografía farandulera de los programas
estelares, por qué habrían los jugadores de estar inmunes a la persecución de
las cámaras. Ese es el Perú de hoy, y aunque a muchos no nos guste hay que
aceptarlo. Lo que sí es absurdo es que, desde el otro lado, se exija que el
periodismo deportivo investigue las andanzas de los futbolistas cuando la
función de aquel es remitirse a comentar lo que ocurre dentro de los campos de
juego. Y más inaceptable aún que se extienda una generalización de comechado o
mermelería a quienes prefieren hablar de tácticas que de ampayes, amén de que
hoy por hoy existan diarios que publiquen por la mañana lo que va a declarar el
técnico en una conferencia de prensa horas después.
Jugadores.
Para variar, la pequeñez mental de varios de los futbolistas que arroja el
fútbol nuestro desata un entuerto de grandes proporciones. Decía el otro día un
dirigente del Almería que no tenía por qué sancionar a Acasiete si en su club
siempre había mantenido una buena conducta. Queda claro que para muchos el
avión que los devuelve de Europa a casa es sinónimo de un pasaje al relax y la
"liberación" de aquello que no pueden hacer en un sistema que sí
funciona, a diferencia del que prima en la Videna. En realidad, en
esta página nos importa muy poco qué pueda hacer o no un futbolista antes o
después de jugar un partido; lo que sí nos interesa bastante es que en los 90
minutos que ese jugador salta al campo para defender la camiseta de la
selección ofrezca lo mejor de sus posibilidades. Y si las actividades previas o
posteriores impiden esto último, son condenables. Por eso, nos parece
inaceptable que jugadores como Pizarro o Farfán, que en los cuatro primeros
partidos han ofrecido actuaciones discretísimas y muy por debajo del nivel que
sus pergaminos exigen, estén implicados en estos sucesos. Sobre Mendoza es más
eficiente no esperar que entienda algo de todo esto y remitirse a exigir a su
empresario, como a los de los otros tres, que procuren un entorno más decente
que el conformado por Pizarrones y Barbadillos para que sus representados no
pierdan valor de mercado, al menos en horas de trabajo -la concentración es
parte de él-.
El técnico. En la batahola que el fútbol nacional ha atravesado este 2007, el apellido Del Solar resultaba medianamente creíble como estandarte de lo que podía ser un pasapiolismo decente del seleccionado nacional en sus compromisos oficiales. Dicho de otro modo: ya que con la dirigencia actual es imposible esperar algo que obedezca al concepto de proceso planificado, la nominación de 'Chemo' sugería la posibilidad de que pudiera formarse un microclima de trabajo que, mediante la entremezcla de individualidades e identidad de grupo, terminara ofreciendo una participación presentable. Sin embargo, el principal activo de Del Solar, la afinidad con sus dirigidos, ha caído en descrédito con esta situación. ¿Es posible corregirlo? Nosotros no queremos sumarnos al corito cantor al que le encanta recurrir al término "renuncia" -en realidad, principalmente porque un cambio de entrenador por parte de esta Comisión podría sufrir el riesgo de ver en el banquillo hasta al 'Príncipe' La Fuente-. Pero un discurso tan light y poco enérgico como el que 'Chemo' manejó en su conferencia de prensa del miércoles en la Videna, máxime cuando aparece sentado al lado de la figura más cuestionada no de la dirigencia, sino de la sociedad peruana actual, es, por decir lo menos, políticamente incorrecto (Video: You Tube - Canal N / Usuario: paqui2007 - elgonzi.com). Del Solar tiene que caer en la cuenta de algo: en un contexto como el de este año, si él ha recibido apoyo general para ocupar el cargo es más por su -supuesta- inteligencia que por su capacidad. Y ahora las demandas caminan por lo primero.
Dirigentes.
Es inequívocamente propio de una Comisión tan impresentable que sus miembros la
hayan pegado de inspectores Gadget y se la hayan pasado elucubrando y soltando
versiones acerca de jugadores implicados, por lo cual ello no causa mayor
sorpresa ni amerita desperdiciar caracteres en comentarlo. También aburre
repetir que poco menos que este escándalo puede esperarse con una Federación
tan desacreditada y que bate récords de impopularidad. Pero sí creemos que esta
dirigencia debe largarse no es por que cuatro jugadores se vayan de farra. Si
el Perú no va a mundiales no es debido a que los jugadores sean
indisciplinados, sino a que existan equipos con dirigencias como la de
Municipal (cuyo presidente Silvestri Somontes es vicepresidente de la FPF), que pretendía programar
su último partido contra Cienciano en el Nacional el día del concierto de Soda
Stereo, evento que toda la ciudad sabía cuándo y dónde se desarrollaba desde
hace meses. O debido a que todas las semanas hay que escuchar a algún miembro
del plantel de Total Clean decir que su presidente (Enciso, también vicepresidente
de la FPF) les ha
garantizado que este año no habrá baja "porque así se lo ha prometido la FPF". O por que se ha
tenido que esperar a diciembre para definir que el 2008 jugarán 14 equipos y el
decimocuarto cupo deberá definirlo el Atlético Minero, que ya estaba de
vacaciones y ha debido reclutar a su plantel nuevamente, con el subcampeón de la Copa Perú, que podría
ser el Aurich, cuyo asistente técnico ('Tito' Chumpitaz) dirigía hasta hace
unas semanas al Minero. Esos, y no la goleada en Quito ni la juerga del Golf,
son los pecados de Burga, y es por ellos, entre tantas otras cosas, que debe
irse.
Afición.
Juan Reynoso, una de las personas más sensatas que el actual entorno del fútbol
exhibe, afirmó con razón hace unos días que la afición bien haría en ocuparse de
problemas más estructurales -como los descritos en el párrafo anterior- que de
sucesos como estos. Y algo que el auténtico hincha sabe es que a los
programas de las nueve o de los domingos por la noche pueden ser muy útiles
para denunciar escándalos, pero que a la vez les interesa poco o nada un
auténtico desarrollo o mejora del fútbol peruano. Por eso, el aficionado es
quien debería mantener la posición más firme en este tema: si ahora se clama a
los cuatro vientos la exclusión de cuatro "malos elementos", que
luego de la próxima derrota no se exija mezquinamente devolver a los
indisciplinados como "grandes salvadores" de la blanquirroja. En esta página web
creemos que quien haya roto un código de disciplina en un equipo debe ser
marginado y jamás regresar, así se apellide Cueto o lo apoden 'Lolo'. Pero
también estamos convencidos de que en algunos meses, serán los mismos programas
y periódicos los que atiborren pantallas y llenen páginas con la telenovela del
retorno de los ahora sancionados, casi sustituyendo mágicamente la palabrita
"castigo" por "revancha". El hincha es el único que puede
hacer algo al respecto: ser más coherente en su discurso, y no ser el cómplice que pidió más de una vez el regreso a la selección de gente como Carlos 'Kukín' Flores, Juan 'Chiquito' Flores o ahora Mario 'Machito' Gómez. ¿Alguna vez dejará este de ser el país de las segundas oportunidades?
En DeChalaca.com sostenemos que al fútbol peruano solo puede salvarlo el propio fútbol, con instituciones que sean mejores expresiones socioeconómicas de la auténtica pasión por este deporte. Lo demás, como escribir y leer estas mismas líneas, puede terminar constituyendo una pérdida de tiempo si cada cierto rato hay que comentar los mismos recetarios de solución para los mismos problemas derivados de las mismas causas. Y eso, cuando el mismo tiempo puede emplearse en ver un balón rodar, aburre al ser el mismo cliché de siempre.

Lo mejor es que los medios regresen a tocar los estrictamente deportivo para olvidarnos ya de estos tema que la verdad saturan y aburren.