Ecuador - Perú: Futuro borroso
Sin futbol, sin hombres, sin nombres, sin juego y sobre todo sin atenuantes la selección nacional fue humillada por Ecuador con un contundente 5-1 en el Atahualpa de Quito. Mostrando su peor cara en mucho tiempo, Perú fue superado con una facilidad enorme por un rival que venía de perder tres partidos consecutivos con un gol anotado y 11 en contra.
Masoquista: dícese del que goza en verse humillado y maltratado. Iluso: engañado, que se ilusiona fácilmente, soñador. Dos definiciones sacadas de diccionario que ejemplifican las cualidades necesarias que cualquier hincha peruano necesitaba para poder seguir viendo el partido más allá del minuto 24. Después de apreciar la facilidad con la que Benítez filtró el pase a la espalda de Acasiete para que Kaviedes definiera con un toque suave por encima de Penny y pusiera así el 2-0 antes de la media hora de juego, cualquier hincha peruano tenía el derecho en ese momento de levantarse de su sillón, apagar el televisor, soltar todos los improperios permitidos e ir a pensar en otra cosa que esté muy lejos de la capital ecuatoriana.
Cualquier persona que haya cumplido esos cuatro pasos no tiene ninguna razón para sentirse culpable de abandonar a su equipo en medio de la batalla. Porque si usted tiene el corazón y el estómago débiles lo más recomendable era alejarse del lugar lo antes posible para no tener que presenciar la masacre que ocurrió en el Atahualpa de Quito, donde dicen que entró un equipo lleno de ilusiones y salió noventa minutos luego en un estado de coma que parece irreparable.
¿Qué se puede rescatar de un 5-1? ¿Qué opinión vale la pena escuchar -o leer- luego de tener muy claro el verdadero nivel del equipo que uno sigue? Para comenzar, es justo decir que este es el verdadero reflejo del actual contexto futbolístico peruano. Si bien es cierto que lo último que pretende este artículo es justificar la desidia, dejadez y falta de amor a la camiseta mostrada en el Atahualpa, no es del todo justo achacar la responsabilidad plena de esta humillación a 11 jugadores y un técnico que tienen poco que ver con la incapacidad dirigencial para poder organizar correctamente a un equipo que está representando un país.
Pero dejando fuera el sempiterno mal ambiente extrafutbolístico, lo que sí fue particular a la tarde de miércoles fue la penosa imagen mostrada por los dirigidos por Del Solar. Surge la pregunta inevitable: ¿Cómo un equipo puede cambiar tanto en solo tres días? Aunque ante Brasil no se jugó -ni mucho menos- de un modo necesariamente espectacular, sí se había podido ver un esbozo de idea de juego, un equipo intentando ser ordenado y que con la pelota en los pies tuviera tiempo para pensar y armar una jugada. Esta tarde ante Ecuador no se vio nada de eso. Las figuras del domingo se diluyeron gradualmente en el partido y Perú comenzó a hundirse de una manera alarmante luego del primer gol convertido por Ayoví con disparo bombeado de tiro libre.
Era insólito ver cómo el mismo Guillermo Salas que había secado a Robinho era superado una y otra vez por Christian Benítez convirtiéndose -como el resto de la defensa- en una puerta abierta para cualquier incursión ecuatoriana. Cómo Diego Penny, que fue capaz de atajarle un remate a mano cambiada a Kaká y un misil furibundo a Lúcio, cometía dos bloopers impresionantes, siendo incluso tan vulgar el último que Edison Méndez apenas celebró su anotación e hizo un gesto como diciendo: Este gol yo no lo quise hacer. Y por último, ¿qué se puede esperar de un seleccionado nacional que no remató ni una sola vez al arco durante el primer tiempo?
Aunque la parte de las ganas es responsabilidad de los jugadores, la falta de reacción y los errores tácticos se remiten principalmente al entrenador de turno, Chemo en este caso. A pesar de no contar con dos jugadores indispensables para el equipo -Solano y Vargas-, terminó siendo imperdonable mandar a la cancha a Miguel Mostto como volante por derecha. Fue casi tan absurdo como el comentado error de Julio César Uribe en la Copa América de poner a Ysrael Zuñiga como lateral, ya que Mostto es un punta neto y por las bandas se pierde demasiado. En todo caso, si necesitaba un volante -de Cienciano- para esa posición, el chaleco le quedaba perfecto a William Chiroque, quien nunca se paró del banco nacional.
Y si es cuestión de hablar de nombres, hay uno que indefectiblemente tiene que salir a la luz: Claudio Pizarro. Es necesario parafrasear al trovador Ricardo Arjona y decir cuándo volverás a ser lo que no fuiste nunca para poder expresar el sentimiento de hinchas, periodistas, jugadores, técnicos y demás personas que van a meter su cucharita en el tema de la semana. Es inaudito que un jugador que milita en Inglaterra y sobre todo en el poderoso Chelsea no pueda parar con mediana técnica un balón que viene hacia él estando de espaldas al arco. De 10 de este tipo de jugadas, cinco terminan en los pies de los contrarios, tres retrocediendo la jugada más de 15 metros y una afuera de la cancha.
Entonces, luego de esta muy molesta reflexión, solo queda decir que hay derrotas que la historia no perdona. Si el Ciego Oblitas jamás pudo redimirse luego de ese doloroso 4-0 en Santiago, ya que era el único rival contra el cual Perú no podía perder así, un equipo que venía de hacer una Copa América desastrosa, de tres derrotas consecutivas, de encajar 11 goles y anotar solo uno no puede bajo ningún concepto golearte 5-1. Así de contundente.
¿Qué depara el futuro? Es difícil saberlo, pero se ve más negro que nunca. Los rumores de siempre comienzan a surgir. Se dice que la única persona en la cual la afición confiaba se escapó de la concentración antes del partido ante Brasil y que luego el bochorno fue tapado con una supuesta gastritis. Se dice que esta vez el IPD esta dispuesto a intervenir y que la FIFA terminará desafiliando a Perú. Como cada vez que se pierde, se dicen demasiadas cosas fuera de la cancha, pero dentro de ella nadie da explicaciones. Quizá 'Chemo' del Solar y hasta Andrés Mendoza, ambos con sus enigmáticas sonrisas luego del cuarto gol ecuatoriano y el descuento peruano, respectivamente, tengan alguna.

los dirigentes no existen y si los hay, son lo peorcito de esta parte del continente. Los jugadores son estrellas estrelladas que les da flojera poner actitud en un partido en el q reprensentas a tu país. Nos conformamos con vistorias morales, o empates q hay q celebrar como triunfos. Y la prensa vende humo, y teniendo futbolistas de escasez mental, se la creen, y en momento sde la verdad, hacen agua...
Adios Sudafrica, ojala nos ligue para Brazzzzzzzil 2014
la verdad desastroso el equipo que puso.