Jorge Frisancho | @wolfs_venom15
    Redactor

La primera fase del torneo de la Segunda División ingresa a sus últimas cuatro jornadas con una emoción inesperada ante la caída del -hasta hace poco- superlíder César Vallejo en sus últimos partidos, por lo cual ve peligrar su primer lugar ante las arremetidas de Cienciano, Mannucci y, en menor medida, Deportivo Hualgayoc, Alianza Atlético, Unión Huaral y Juan Aurich. Este fin de semana ofrece, además, duelos directos entre protagonistas: el embalado 'Vendaval' sullanero recibe al cuadro poeta con un anunciado lleno de bandera en el Campeones del 36, mientras que el Mansiche asistirá a un Mannucci - Cienciano que desde el cara a cara que ambos sostuvieron en la Segunda 2016 se ha vuelto un auténtico clásico de la categoría.

Pero cuando la noticia más importante debería ser la pelea palmo a palmo por obtener el primer lugar del campeonato y la ubicación final de los equipos para la conformación de las llaves de la segunda fase, la vigesimosétima fecha se ve empañada por la desprogramación del cotejo entre Alfredo Salinas y Unión Huaral que debía llevarse a cabo en la ciudad de Espinar, debido al incumplimiento del pago de una cuota del Convenio de Refinanciamiento firmado con la ADFP - SD.

Dicha situación solo es el colofón de un año que aparentaba ser auspicioso para el elenco espinarense, pero que termina igual o peor que 2017: en el último partido ante César Vallejo, sus jugadores tuvieron que viajar en bus desde Espinar hasta Trujillo, no contaron siquiera con un médico y tuvieron problemas para encontrar alojamiento. El año pasado, este equipo afrontó los mismos problemas logísticos, que incluso lo llevaron a perder un partido en mesa ante Deportivo Coopsol.

Crisis de equipos como Serrato Pacasmayo provocaron en la fecha 24 uno de los walk over en la temporada. (Foto: Larry Jalk / DeChalaca.com)

Es importante precisar que no solo el conjunto azul está en serios problemas financieros, sino también Serrato Pacasmayo -cuyo descenso matemático debe consumarse esta jornada-, Sport Loreto, Sport Victoria y Los Caimanes, clubes que, precisamente, están peleando la permanencia con los pocos -o nulos- recursos que les quedan. La agonía del elenco celeste ha sido la más crítica: cae goleado todas las semanas, presenta a lo mucho uno o dos suplentes por partido y ya ha perdido por walk over.

En los últimos partidos, el rendimiento de Serrato Pacasmayo ha sido más que paupérrimo, pues solo se presenta para cumplir con el calendario, con jugadores abandonados a su suerte y en pésimo estado físico, y una dirigencia que no se manifiesta de manera alguna. Pero no es el único que asoma próximo a un estado terminal: Sport Loreto también perdió por walk over -no se presentó frente a Coopsol en Cañete- y el último fin de semana fue goleado por Atlético Grau en Piura con un banco de suplentes absolutamente desierto: apenas el preparador físico Yenfred Ledezma figuró como único nominal integrante del comando técnico en planilla.

Estos casos empañan la intención de la Segunda División de lograr el profesionalismo absoluto de todos los clubes que forman parte de ella, pues, en contraste, la Copa Perú alberga a muchos equipos amateurs y "golondrinos" que emprenden la aventura de tentar un ascenso sin, necesariamente, tener un proyecto bien fundamentado para ello. De esta manera, los cinco clubes mencionados son el ejemplo claro de que aún quedan cosas por mejorar para que la Segunda División se fortalezca y tome el lugar que le corresponde como única vía de ascenso.

Los momentos de alegría para San Simón duraron poco. En 2015 no completó su participación en Segunda. (Foto: Fredy Mamani / Deportes Luminar) 

Lamentablemente, no es la primera vez que esta situación sucede en este torneo, pues casos como el de San Simón en 2015 o el de Unión Tarapoto en 2016 -en una edición que puede ser catalogada como la mejor de la historia de la Segunda- terminaron con la deserción de los clubes con el campeonato en marcha. Peor aún, el año pasado los jugadores de Defensor La Bocana tuvieron que organizar actividades extradeportivas para obtener fondos y costear sus gastos de cada partido y así poder terminar de manera digna el torneo, aunque finalmente el elenco de Parachique descendió.

Por ello, es mejor que el problema se ataque de raíz y que el torneo tenga una menor de equipos, pero todos competitivos y sin problemas institucionaleso o económicos. Hay que evitar que año tras año, se observen casos como los descritos, pues distorsionan el desarrollo del torneo, perjudican a los jugadores y minan la credibilidad de los múltiples esfuerzos que se hacen por sostener una categoría competitiva.

La FPF lanzará en 2019 una nueva Liga de Fútbol Profesional que indefectiblemente debe englobar a la Segunda División, y unirla en una misma esfera con Primera, para conformar una élite de clubes capaces de sostener torneos serios. Ya lo dijo en su última conferencia de prensa Ricardo Gareca: debe aparecer y permanecer una política deportiva que garantice el crecimiento del fútbol peruano, para que las empresas se animen a invertir en el producto fútbol. Que este Salinas - Huaral sea la última cancelación de la historia del ascenso: esa tiene que ser la meta por la que se trabaje desde hoy.

Fotos: Larry Jalk / DeChalaca.com, Fredy Mamani / Deportes Luminar


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