Táchira - Capiatá: El negocio del capataz
Deportivo Capiatá planteó el partido a partir del triunfo de local en la ida y logró clasificar a la segunda fase de Libertadores en su primera participación en el certamen. El cuadro paraguayo, que rivalizará ante Universitario, mostró una valiosa ofensiva comandada por Hugo Lusardi y aprovechó la desesperación aurinegra.
|
Gustavo Adrianzén | @ElGusadro Redactor |
LA MISIÓN SÍ ESTUVO CLARA... Tras haber sufrido una dura pero cómoda derrota por 1-0 en la ida, Deportivo Táchira tenía que replantear el partido y para ello Santiago Escobar presentó un equipo con jugadores prevalentemente veloces y jóvenes, como Samuel Sosa y Jan Hurtado, para darle un nuevo ritmo a su equipo: uno más dinámico y encarador, que pudiera presionar a Deportivo Capiatá y evitara cualquier tipo de contra o elaboración ofensiva. Así, el local ofreció un juego dinámico, que rompía líneas con facilidad pero no podía capitalizarse en goles por la poca habilidad de sus atacantes para encontrar espacios y asociarse en el área. Sin embargo, tras el segundo tiempo el equipo aurinegro se mostró más cansado y fue sometido por el dominio capiateño.
...PERO EL RIVAL LA TUVO MÁS CLARA AÚN. Capiatá, por su parte, no cambió la forma de jugar de la ida. La única variante estuvo en la estrategia: hacer prevalecer el dominio en el centro de campo retrayendo a los volantes centrales en caso de presión del rival, teniendo a tres jugadores listos para armar contras rápidas, las cuales terminaran asistiendo al delantero punta. Durante los primeros minutos, Táchira presionó mucho, al punto de que los atacantes capiateños tuvieron que bajar para ayudar en la marca y la recuperación. Esto les bastó para mantener el cero, pero no tenían respuesta en ataque. Cuando, como está dicho, el local bajó el ritmo por cansancio, dejó muchos espacios que permitieron a Hugo Lusardi y Julio Irrazábal asociarse, adelantar la línea de volantes y encontrar con mayor facilidad a Roberto Gamarra.
EL FALLO COMÚN. Ambos equipos enfrentaron una misma dificultad para la correcta ejecución de su estrategia. Si bien sus extremos tuvieron muchas libertades para abrir el campo y generar juego, no pudieron encontrar a sus delanteros por la férrea marca que recibían de los dos centrales rivales, sumado esto al hecho de que en ambos casos los arqueros jugaron muy bien y supieron desviar los disparos de larga distancia de los volantes rivales. Esto se repitió en el trámite hasta poco antes del final; se tornó algo repetitivo y predecible, al punto que ambos equipos obraron por el clásico pelotazo en los minutos finales, sobre todo Táchira. Esa combinación de falta de elaboración, cansancio y adecuada defensa central explica un 0-0 muy soso, pero que sirve a Capiatá para obtener la primera clasficación de su historial copero.
EL FACTOR PITO. Influyó el solo regular arbitraje de Wilton Sampaio, réferi preseleccionado para la Copa Mundial Rusia 2018. El brasileño permitió que se jugará muy duro, con gran cantidad de faltas y fricciones. Por ejemplo, Víctor Córdoba, quien fue de los que más faltas cometió -dos de ellas suficientemente duras como para ameritar una expulsión-, solo recibió una amarilla. A la vez, hubo amonestaciones innecesarias, como una amarilla al arquero Bernardo Medina por hacer tiempo, cuando minutos antes él había sido agredido por Córdoba sin sanción de por medio.
CREMA EN EL HORIZONTE. Capiatá ha mostrado ser un equipo con una experimentada pero muy buena defensa, a la que suma un ataque efectivo y explosivo. Para ello, Universitario tendría que prevenir que sus laterales -Aldo Corzo y Jersson Vásquez, en principio- estén en óptimo estado físico de modo de controlar las bandas y asociarse con Luis Tejada o Hernán Rengifo. Por allí estará la clave para vencer a un rival que tiene claras pretensiones de seguir engrandeciendo su incipiente pero cada vez más meritorio historial internacional, iniciado en la Copa Sudamericana 2014.
Foto: AFP
Leer más...
La ficha del Táchira 0 - Capiatá 0
Mostrar/Ocultar comentarios
