Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comEn un partido que tuvo absolutamente de todo -como que Kike Rodríguez marcó primero un nuevo autogol, luego un gol y después fue expulsado-, Comerciantes le ganó 3-2 a Municipal. Los ediles, pese a jugar con base alterna, estuvieron dos veces arriba en el marcador, pero se distrajeron por 3 minutos y lo pagaron caro con dos goles encajados.
La Ficha
    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

Martín Romaña y Kike Rodríguez no tienen mucho en común más que la letra inicial de sus apellidos, para empezar porque el defensa de Comerciantes Unidos nunca emigró a París. Pero sobre todo, porque mientras el personaje bryciano es inseguro, tímido e indeciso, el zaguero de 25 años resulta ser todo lo contario: un tipo con defectos como cualquier jugador, pero lo suficientemente seguro de sí mismo, audaz y decidido para hacer frente a la adversidad y entender que los autogoles son parte de esta vida llamada fútbol, que siempre ofrece revancha.

De esa manera, Rodríguez protagonizó a los 62 minutos, solo 10' luego de haber cometido su segundo autogol en el año -el otro fue el recordado sombrero a Éxar Rosales en el Parque Central de Montevideo, ante Boston River por la Sudamericana-, la acción que quebró el partido entre Comerciantes y Deportivo Municipal por la fecha 12 del Torneo de Verano. Porque su aplomo para pegarle a la pelota en primera, proyectado al área rival, para así lavarse la cara del error cometido con un golazo, fue la pila, el boost de energía que requerían las águilas para volar en casa y sacar adelante un partido harto complicado.

Se dice que lo de Rodríguez fue exagerado porque, sobre el final y para rayar en el protagonismo que cobró en la tarde al pie del Ilucán, se hizo expulsar por doble amarilla ganada rápidamente tras falta a Álvaro Medrano. Pero en general, el partido entero fue una exageración: uno que tuvo absolutamente de todo y, por tanto, entretuvo a quienes lo siguieron por televisión y especialmente en el estadio, que pese al horario convocó importante afluencia (a falta de cifra oficial de espectadores de la ADFP) y se involucró en el trámite, por la presión extrema al local cuando estuvo abajo en el marcador y luego al visitante cuando el 3-2 se consumó.

Kike Rodríguez fue protagonista supremo del partido: hizo un autogol, anotó un gol y luego fue expulsado. (Foto: Mauro Delgado / DeChalaca.com) 

Fue, pues, un partido con golazos; no solo el de Rodríguez, sino también el de Rodrigo Cuba, con un remate estupendo desde el borde del área para modificarlo todo apenas al minuto y medio de juego. Fue también un partido con expulsiones; nuevamente, no solo la de Rodríguez, sino las de Eduardo Rabanal -empezó como volante y acabó como lateral, tras el ingreso de Ítalo Regalado por Cuba- y desde el banco Joao Ortiz, quien se exasperó junto a algunos de los miembros del cuerpo técnico de Marcelo Grioni, que terminaron a los gritos con el árbitro Hibert Villegas. Fue un partido que tuvo un penal tras una falta autogenerada por José Anthony Rosell, el mejor del campo sobre la base de desbordes; y encima, dicho acabó convertido por un arquero, el especialista Éxar Rosales. Y fue un partido definido por un golazo: nuevamente Rosell destacó al lanzar un pelotazo largo para el pivoteo de Fabio Gómez para la entrada de Jankarlo Chirinos, que consumó una voltereta que tomó solo 3 minutos en gestarse.

Con todos esos matices, la de Cutervo es una historia para ser contada por cualquiera; quizá no para los nietos, pero sí para la cháchara de lonchecito o el café del día después. Por cualquiera salvo por Grioni, claro está, pues el DT optó por llevar a un equipo predominantemente alterno de forma de no desgastar a varios titulares con un viaje que es pesado. Nombres como los de Gerson Valladares, Aldair Bravo, Mario Palomino o el propio Rabanal aparecieron entre los titulares, y en realidad el fastidio no es porque lo hayan hecho mal, sino porque estuvieron muy cerca de acabar yéndose con una satisfacción en la alforja. 'Muni' estuvo dos veces arriba en el score, y fueron esos 3 minutos de desconcentración, combinados con un estadio caliente, los que le pasaron factura.

En el local, Oscar Ibáñez tiene mucho de qué satisfacerse. De recibir de Jorge Aravena un equipo diezmado, todo indica que terminará el Torneo de Verano en la mitad superior de su grupo y, con más tiempo de planificación, quizá Comerciantes pueda plantearse repetir la campaña del año pasado en el Apertura y el Clausura. Quizá le siga costando todo más que en 2016, pero si las pulsaciones aceleradas acaban regalando resultados como este 3-2, vivir el fútbol de manera algo más exagerada no hace daño ni envenena el espíritu, y más bien recrea el ojo.

Las Fotos

Fotos: Mauro Delgado / DeChalaca.com

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La ficha del Comerciantes 3 - Municipal 2

 

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