Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comAyacucho FC es el octavo club que cambia de nombre de un año a otro estando en Primera División a lo largo de la historia de los torneos nacionales. ¿Cuáles son los otros siete y cuál debería ser su tratamiento estadístico?

Ante Sport Huancayo hizo su estreno con nuevo nombre Ayacucho Fútbol Club, rebautizo del hasta ahora llamado Inti Gas Deportes. Este club, como se recordará, había a su vez nacido en la temporada 2008 a partir de tomar la categoría y personería del Olímpico Somos Perú, club dos veces campeón de Segunda División. Ya como Inti Gas, fue subcampeón del citado año y así logró su ascenso a la máxima categoría.

¿Qué antecedentes tiene el caso de Ayacucho? A lo largo de la historia de los torneos nacionales (desde 1966) se han dado siete situaciones en las que clubes que jugaban en Primera División modificaron, de un año a otro y sin cambiar de categoría, su nombre. A continuación se hará el repaso de cada caso y del tratamiento estadístico que en DeChalaca se da a cada uno a fin de entender cómo debe asumirse el caso de este nuevo rebautizo.

El caso más conocido de cambio de nombre es el de Deportivo Sipesa. Este club, de hecho, se había llamado originalmente Ovación Miraflores y en 1989 modificó su nombre a Ovación Sipesa. Con esa denominación ganó el Torneo Zonal 1992 y llegó a Primera al año siguiente, campaña para la cual adoptó el nombre de Deportivo Sipesa. Así jugó hasta 1995, año en el cual la empresa matriz (Sindicato Pesquero del Perú) decidió dejar de apoyar al club, por lo cual este cambió de administración, escudo y camiseta para pasar a llamarse Deportivo Pesquero. Con este nuevo nombre, jugó entre 1996 y 1999, temporada al cabo de la cual se decidió mudar la localía a Huancayo y modificar escudo y camiseta para adoptar el nombre Deportivo Wanka. Así militó en la categoría entre 2000 (aunque el cambio formal se materializó solo en 2002) y 2004, hasta su polémico descenso y posterior desaparición.

Para DeChalaca, Sipesa, Pesquero y Wanka son tres clubes estadísticamente distintos entre sí. En la primera transición hubo un cambio de institución, más allá de mantener la sede; y en la segunda, si bien se mantuvo el grueso de la estructura dirigencial, hubo una variación sustancial de identidad vía la mudanza de ciudad.

 

El siguiente caso citable es el de Juventud La Joya, equipo de Chancay ascendido en 1985 y que jugó con esa denominación hasta 1988, aun cuando en 1987 hizo un intento de fusión con el Centro Iqueño para adoptar su identidad y ser local en Villa María del Triunfo. Para 1989, bajo el patrocinio de la empresa Meteor, de propiedad del luego congresista Jorge Mufarech, el equipo adoptó como nuevo nombre Meteor Sport Club y mudó su localía a Lima, donde descendió al cabo de una floja campaña en 1990.

Para DeChalaca, La Joya y Meteor son dos clubes distintos, pues no solo modificaron escudo y camiseta, sino que hubo cambio de administración y localía.

 

En los albores de los regionales, en 1984, el Hostal Rey de Chanchamayo, equipo sostenido por el empresario Eugenio Chiong Olivares, llegó a Primera División vía el Regional Centro. Para 1985, dada una disposición de la FPF que impedía que los clubes de Primera División emplearan nombres comerciales y luego de una recolección masiva de firmas, el club modificó su nombre a Chanchamayo FC a fin de lograr una mayor identificación con su afición, y jugó con esa denominación en esa temporada, en la cual bajó.

Para DeChalaca, Hostal Rey y Chanchamayo FC son estadísticamente el mismo club, pues aunque modificó camiseta y escudo, mantuvo una misma administración y sede.

 

Otro caso de recordación reciente es el de Estudiantes de Medicina de Ica, club ascendido tras ganar la Copa Perú en el año 2000. Entre las temporadas 2001 y 2003, el cuadro morado jugó en Primera con su denominación original, hasta que a inicios de 2004, administrado por el exfutbolista Roberto Martínez, decidió su mudanza a Piura en alianza con el empresario transportista Luis Ciccia para generar una supuesta fusión con Atlético Grau denominada Grau/Estudiantes. Este engendro futbolístico militó durante ese año en la categoría, hasta que abandonado por Martínez y Ciccia acabó retirándose del torneo antes de su culminación en vergonzoso walk over. Para ese momento, los socios de Atlético Grau ya habían disidido del proyecto y reinscrito al histórico club piurano en el sistema de Copa Perú, y años luego los exsocios de Estudiantes de Medicina hicieron lo propio en Ica, donde el equipo juega hoy en Tercera División Distrital como Juventud Estudiantes de Medicina.

Para DeChalaca, Estudiantes de Medicina, Grau/Estudiantes y Atlético Grau son todos clubes distintos estadísticamente entre sí, puesto que administrativamente la aberrante fusión con mudanza de sede incluida nunca llegó siquiera a materializarse.

 

También en los regionales, el histórico Deportivo Junín (que jugaba en Primera desde 1974) procuró un cambio de nombre en búsqueda de afianzarse como representante de Huancayo, su ciudad, ante el súbito advenimiento de otros clubes de su departamento a la categoría. Así, en 1983 se pasó a denominar Huancayo Fútbol Club, y modificó su habitual camiseta naranja por una blanquiverde a rayas verticales. Así jugó entre 1983 y el primer semestre de 1985, al cabo del cual revirtió su nombre y camiseta a los originales, con los cuales se mantuvo hasta su descenso en 1990 luego de su escandalosa participación en los célebres "partidos fantasmas".

Para DeChalaca, Deportivo Junín y Huancayo FBC son estadísticamente el mismo club, puesto que, como en el caso de Hostal Rey, se modificaron nombre y camiseta pero no administración ni localía, fuera de la reversión posterior.

 

Otro caso relativamente reciente es el de Deportivo UPAO, campeón de Copa Perú en la temporada 1999 y que en 2000 debutó en Primera División con su nueva denominación. Tras salvar a duras penas la categoría en partido de revalidación contra el campeón de Segunda, Deportivo Aviación FAP, aceptó el apoyo económico del empresario Freddy Ames para reinstituirse como Sport Coopsol Trujillo (club "hermano" del Deportivo Coopsol de Lima, que competía en Segunda División tras haber comprado la categoría del Telefunken 20 de Huaral y que sería el que años luego le vendería la categoría a la Universidad San Martín, y que desde 2009 fue reactivado para competir en Segunda como lo hace hasta la actualidad con sede en Chancay). Este nuevo club jugó en Primera entre 2001 y 2002, hasta que descendió y pasó a jugar Copa Perú hasta su desaparición a mediados de década.

Para DeChalaca, Deportivo UPAO y Sport Coopsol son dos clubes claramente distintos en términos estadísticos, por haber sufrido un cambio absoluto en todos sus aspectos identitarios: escudo, camiseta y administración.

 

Por último, se cuenta el caso del Deportivo Cooptrip de Pucallpa, otro club llegado a Primera bajo la férula de los regionales. Jugó como tal en 1984, año tras el cual su empresa matriz, la Cooperativa Triplayera (Cooptrip), entró en proceso de quiebra y liquidación. Eso -y a la luz además la prohibición de nombres comerciales hecha por la FPF- hizo que acudiera en su rescate económico el empresario automotor Freddy Villacorta, quien constituyó una nueva institución: el Deportivo Pucallpa, que tomó la categoría del extinto Cooptrip y jugó en Primera entre 1985 y 1988.

Para DeChalaca, Deportivo Cooptrip y Deportivo Pucallpa son dos clubes distintos estadísticamente, pues pese a haber ocurrido el cambio en el mismo contexto que el de Hostal Rey, existió de por medio un cambio de empresa matriz y por ende de administración. De hecho, el Deportivo Pucallpa, actualmente vigente en la Segunda División Distrital de Callería, toma como año de fundación 1985.

 

¿Cómo debe interpretarse, entonces, el caso de Inti Gas y Ayacucho FC? El club ha sufrido un cambio de escudo y -aun cuando conserva colores similares- de camiseta también. Pero no ha modificado sede y, lo más importante, mantiene vínculo comercial con la empresa gasífera, que ahora aparece como auspiciadora. Si bien Rofilio Neyra no es más el dueño del club, no lo era ya desde que Rolando Bellido asumió la presidencia, por lo cual no existe enraizadamente una transición institucional, sino una más bien de marketing. Por lo tanto, concluimos que, a criterio de nuestras publicaciones, no existen los suficientes elementos como para admitir un tratamiento estadístico diferenciado, y que Ayacucho FC debe heredar el historial de Inti Gas.

El bonus

Olímpico Somos Perú en 2003, año en que dio inicio a su alianza estratégica con el Aurora Miraflores y adoptó sus colores negriazules. (Foto: Facebook) 

Tampoco debe confundirse estadísticamente la historia futbolística de Inti Gas y Ayacucho FC con la de los clubes que los antecedieron. Por un lado estuvo el Olímpico Somos Perú, equipo originalmente denominado Olímpico San Luis (distrito limeño del cual es originario); este hizo una alianza estratégica entre 2003 y 2006 con el Aurora Miraflores, club del distrito al que representa en su nombre y que había participado en Segunda entre 1988 y 1991, por la cual se presentó bajo la denominación Olímpico Aurora Miraflores. Y en 2007, la alianza mudó su sede a Iquitos para presentarse allá como Real Loreto Fútbol Club, proyecto que no se materializó más allá de la localía de algunos partidos en el Max Augustín.

Para DeChalaca, Olímpico San Luis, Olímpico Somos Perú, Olímpico Aurora Miraflores e incluso Real Loreto FC (nombre que nunca se adoptó formalmente) constituyen una misma continuidad estadística (por su misma estructura institucional), que constituye un club distinto tanto del tradicional Aurora Miraflores como de Inti Gas y su respectiva continuidad Ayacucho FC. No cabe duda de que es esperable que el fútbol peruano siga sorprendiendo, grata o ingratamente, con casos similares que inviten a la polémica estadística. 

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Sistema que se maquilla, club que se disfraza: otros cambios de nombres de clubes en el fútbol peruano

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