Recorte arriba
En su segunda temporada en el Perú, el ecuatoriano José Miguel Andrade afronta dura competencia por el único puesto de delantero que ofrece el esquema de Sport Rosario. En Ayacucho, con un golazo de tijera, comenzó a hacer méritos para reclamarlo para sí.
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Pedro Posada | @PPosada18 Redactor |
Sport Rosario logró irse al receso como líder del grupo A del Torneo de Verano gracias a un golazo. Se lo marcó a Ayacucho el ecuatoriano José Miguel Andrade de La Torre (Quito, 18 de enero de 1993), el único delantero en la propuesta de Gerardo Ameli en el Ciudad de Cumaná, y no defraudó.
Se trató del tercer partido de Andrade con el 'Canalla de los Andes', pero el primero en que fue titular. Cuando el reloj marcaba 9', el centro por derecha de Christian Adrianzén llegó al medio del área y el jugador norteño ensayó una vistosa tijera que acabó en la esquina del arco y dejó a Mario Villasantti sin opción a reaccionar.
Andrade, quien llegó al Perú el año pasado para vestir la camiseta de Cienciano (marcó 6 goles en los 20 partidos que jugó en Segunda División) vive en el Perú su primera experiencia en el exterior. Si bien a inicios de 2012 fue cedido a Defensor Sporting de Uruguay, no llegó a ser inscrito y se vio obligado a regresar a Deportivo Quito, el club en que se formó. Ese mismo año se consagró como máximo anotador del Torneo de Reservas ecuatoriano con 21 goles, pero no pudo repetir la performance con el primer equipo. Así, tras haber sido considerado uno de los mejores delanteros juveniles de Ecuador en su momento, nunca llegó a explotar a nivel profesional: en sus pasos por otros clubes quiteños como la Universidad Católica, América y Espoli, su rendimiento no sobresalió.
En Rosario, la posición de único delantero, con volantes que desborden como Christian Adrianzén o Rolando Arrasco, pero sobre todo con un volante creativo y buen asistidor como es Pablo Lavandeira, favorecerá al ecuatoriano. Tiene como cualidades poseer una buena ubicación en el área e importante capacidad de definición en el mano a mano, además de estar acostumbrado a jugar en ciudades de altura.
Acaso el reto principal para el ecuatoriano sea competir por el puesto con jugadores experimentados como Luis Alberto Perea y Janio Posito. A los 24 años, Andrade quizá se ubique en el partidor detrás de ambos, pero mientras siga capitalizando las chances de que disponga, como en Ayacucho, podrá acercarse a su anhelada temporada de consagración.
Fotos: prensa Ayacucho FC
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