Movida bárbara
Paul Arrese | @paul_arrese Editor |
Tras lograr la consagración en la Copa Perú y ascender con Sport Rosario a la Primera División, Lizandro Barbarán sufrió un duro revés: la dirigencia huaracina decidió apostar por otro entrenador y dejar de lado al reciente campeón. Sin embargo, cuando se cierra una puerta se abre una ventana, y el club Alfredo Salinas decidió contar con sus servicios y que sea el encargado de llevar a la máxima categoría a Espinar.
Las cosas claras
Así, pues, transcurrieron las semanas desde el arribo de Barbarán a dicha ciudad cusqueña, y el estratega gozó de plena libertad para confeccionar el nuevo plantel, evaluar a los jugadores de la plantilla 2016 y presentar su lista de refuerzos. De hecho, la dirigencia cumplió en la medida de lo posible y, pese a ello, el estratega nacional decidió retirarse tras algunos entredichos con la dirigencia. ¿La razón? La conformación del plantel con jugadores sin tanto recorrido en el fútbol profesional y la marginación de algunos estandartes del club.
Tras la salida de Lizandro Barbarán, el cuadro azul enfiló todos sus esfuerzos en contar con el exentrenador de la reserva de Comerciantes Unidos de Cuervo, el ecuatorino Ramón Castro, así como su comando técnico conformado por el preparador físico Jonathan Calderón y el preparador de arqueros Jaime Cuadros, quienes tendrán la misión de encaminar a la lucha por el ascenso a un grupo de jugadores en medio del centenario la ciudad de Espinar.
Vala añadir que Alfredo Salinas, en comparación con la temporada 2016, perdió a un grupo importante de jugadores. De hecho, muchos de ellos se fueron al Hualgayoc, el vigente subcampeón de la Copa Perú, equipo que justamente es dirigido por su exentrenador, José Soto.
Fotos: prensa Alfredo Salinas