Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comLa selección de Islandia pasa por el mejor momento de su historia. Para un país pequeño, el gran nivel que muestra su combinado nacional es sorprendente, debido al trabajo de hace ya una década. Aquí, un repaso de cómo evoluciona la otrora cenicienta.

Islandia, país ubicado en el norte del Océano Atlántico, al costado de Groenlandia y entre las placas tectónicas de Norteamérica y Europa, es un país netamente volcánico y con un clima subpolar, el cual genera una ventana de tan solo 6 meses de clima templado para poder jugar al fútbol al aire libre durante el año.

A pesar de este inconveniente climático, el fútbol es el deporte rey en Islandia y, en los últimos años, su selección nacional ha dado pasos inmensos, mejorando su nivel a tal punto que estuvo a dos goles de clasificar al Mundial de Brasil y ahora está bien encaminado para decir presente en la Eurocopa de Francia 2016, la cual sería la primera máxima cita en selecciones mayores en su historia.

En Islandia, el fútbol es el deporte por excelencia (Foto: icelandreview.com)

Viendo esto, uno se pregunta cómo es posible que una nación de tan solo 325 mil habitantes sea capaz de tener una selección de fútbol tan competitiva a nivel europeo, confederación en la cual nunca es fácil hacerle frente a los más tradicionales seleccionados. Acá, un resumen de las razones por las cuales Islandia ha pasado del puesto 131 en el ranking FIFA en Abril de 2012 al puesto 34 en la actualidad.

Terrenos apropiados

Los rigores del invierno islandés no son nada favorables al correcto mantenimiento de canchas naturales, por lo que la utilización de pasto sintético es muy importante. En efecto, de los 100 clubes de fútbol islandeses registrados hasta Enero de 2012, 28 contaban con canchas sintéticas y muchas más han ido construyéndose en los dos últimos años, siendo ahora las más comunes en el país.

Además, la presencia de terrenos de juego de menor tamaño adaptados para el fútbol-5 suele ser de suma importancia para el desarrollo del juego corto y habilidades con el balón a los pies en los más chicos. Por lo tanto, la Federación Islandesa de Fútbol (KSÍ), junto con las autoridades locales y regionales, ha construido 160 de estos terrenos, abriendo así muchas oportunidades para los jóvenes que recién prueban suerte con el balón.

Sin embargo, en un país con clima frío y abundante nevada en invierno, la práctica del fútbol al aire libre se ve limitada a los 6 meses de clima cálido entre mayo y octubre. Por lo tanto, en el 2000 la KSÍ dispuso la construcción de numerosos y modernos campos de juego cubiertos, de tamaño reglamentario, para facilitar la práctica del deporte rey a lo largo de todo el año en las mejores condiciones posibles. Así, a pesar de que la máxima división islandesa se juegue solo entre mayo y octubre, los jugadores islandeses pueden continuar jugando al fútbol el resto del año.

Hásteinsvöllur, uno de los estadios más peculiares del mundo, rodeado de hielo y volcanes (Foto: Twitter)

Trabajo en menores

Si bien la amplia disponibilidad de campos de fútbol es una pieza clave del rompecabezas del desarrollo futbolístico islandés, esta sería inútil si no se contara con el personal apropiado para formar adecuadamente a las nuevas generaciones de futbolistas islandeses. Por lo tanto, la apropiada formación de los entrenadores de fútbol es esencial y la KSÍ no se ha quedado atrás en esto. En efecto, a finales de la década pasada, 41% de los entrenadores islandeses tenía la UEFA B licence, la tercera categoría de diploma de entrenador que otorga la UEFA. Viendo esto, la KSÍ se puso el objetivo de aumentar esta proporción, para superar el 50% y logró esto haciendo que más entrenadores de los diferentes clubes del país participen en sus cursos especializados.

De esta manera, teniendo entrenadores altamente capacitados y las facilidades óptimas para la práctica del fútbol, la tercera parte importante del proyecto es la organización continua de torneos para todas las categorías, con lo cual se desarrolla y aparece el talento del jugador islandés. Justamente, la posibilidad de jugar fútbol en invierno gracias a las canchas cubiertas ha hecho que la participación en torneos crezca de 6% en los últimos años, es decir, hay mucha más gente que se anima a jugar fútbol en el país, con lo que la posibilidad de generar futbolistas de élite se incrementa.

Disciplina profesional

Por último, la disponibilidad de terrenos de juego adecuados y de entrenadores debidamente capacitados no sería nada si no se contara con jugadores disciplinados y enfocados en el esfuerzo y perseverancia. Aquí es donde entra el tema cultural, el cual favorece ampliamente a Islandia, ya que sus ciudadanos suelen ser caracterizados por su envidiable ética profesional, su inquebrantable disciplina y su capacidad de aplicar nuevos conocimientos de forma inmediata, algo que ha llevado al país a ser uno de los más desarrollados del mundo y que lo ayudó a levantarse rápidamente de la grave crisis económica que lo afectó en el 2008.

Con Lars Lagerbäck en el banquillo, la selección de Islandia encontró su mejor rendimiento (Foto: AP)

Es así que muchos técnicos de Europa continental han expresado su admiración por el futbolista islandés, como el noruego Henning Berg, actual DT del Legia Warszawa polaco, quien resaltó la fortaleza mental, la entrega y el profesionalismo de los islandeses en el campo de juego. Esto ha llevado a muchos futbolistas islandeses a jugar en distintas ligas europeas de diferentes niveles, en las cuales siempre han sabido destacar.

Igualmente, la contratación de Lars Lagerbäck en el 2011, entrenador sueco de larga y exitosa carrera – durante la cual llevó a su país a dos Mundiales y dos Eurocopas – ha hecho que la talentosa generación actual de futbolistas islandeses tenga un líder con experiencia que sepa plasmar un estilo de juego y una mentalidad adecuados para la alta competencia, algo que Islandia venía necesitando por la falta de entrenadores de primer nivel en su territorio.

Talento innato

Al ser un país futbolero, Islandia no tiene dificultad en encontrar talento. Su único problema había sido saber pulirlo y mejorarlo, algo que ha logrado en los últimos años. En efecto, antes de esta reorganización del desarrollo del fútbol islandés, el único jugador conocido mundialmente y que logró ser estrella en clubes de élite fue Eilður Guðjohnsen, quien brilló muchos años en Chelsea y también jugó en Barcelona, club con el que fue campeón de Europa en el 2009.

Tras la clave implementación de las canchas cubiertas, los frutos no se hicieron esperar. Es así que la primera generación de futbolistas que usó estas facilidades se vio beneficiada inmediatamente, convirtiéndose en la primera selección islandesa en clasificar a un torneo de selecciones: la Eurocopa sub-21 en Dinamarca en el 2011. Ese equipo estuvo conformado por jugadores que ahora brillan en sus respectivos clubes en ligas medianas y grandes de Europa: Gylfi Sigurðsson en el Swansea City de la Premier League inglesa, Alfreð Finbogason en la Real Sociedad de la liga española, Kolbeinn SigÞórsson en el Ajax de la Eredivise neerlandesa, Aron Gunnarsson y Jóhann Berg Guðmundsson en el Cardiff City y Charlton Athletic, respectivamente, del Championship inglés (segunda división), entre otros.

En las últimas eliminatorias Islandia demostró su ascenso (Foto: Corbis Images)

Considerando que estos seleccionados ya saben lo que es jugar una Eliminatoria de la UEFA, habiendo quedado a tiro del Mundial Brasil 2014, y un campeonato de la UEFA sub-21, la experiencia adquirida en estos torneos, junto con el continuo desarrollo en sus respectivas ligas, hacen de la selección islandesa una a la cual ya nadie en Europa mira por encima del hombro. Y con justa razón, ya que Islandia empezó su camino a la Eurocopa 2016 con una holgada victoria de 3-0 ante Turquía en Reykjavík, seguida de otra goleada idéntica ante Letonia en Riga, para luego volver a casa y obtener un cómodo y notable triunfo por 2-0 nada menos que ante la poderosa Holanda, ubicándose así en la primera posición de su grupo junto con la República Checa, ya seis puntos por encima de Holanda y con muy buena moral para afrontar los siete partidos restantes que la debería llevar a la primera cita continental de su historia.

En resumen, se puede ver que el proyecto a largo plazo que ha desarrollado la KSÍ está empezando a rendir sus frutos tan solo 14 años después de su implementación. Contando con el talento innato de sus futbolistas, la cultura de profesionalismo y disciplina de la sociedad islandesa, las modernas facilidades para la práctica del fútbol, el adecuado nivel de sus entrenadores y la excelente organización, Islandia es un claro ejemplo de que cuando una nación futbolera se pone un objetivo en mente y hace el mayor esfuerzo conjunto posible para alcanzarlo, el éxito llega indefectiblemente, sin importar el tamaño de la población ni el otrora pobre nivel de su fútbol. Como para tomar en cuenta por estos lares.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: icelandreview.com, Twitter, AP, Corbis Images

 


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