Seleccionado y Contento
Antonio Conte asumirá el reto más difícil de su carrera: la selección italiana. El mejor técnico de la Serie A en los últimos tres años llega a la azzurra con la misión de levantar un equipo que ha tenido juego, pero no resultados.
Desde la década del 2000, Italia ha contado con un oasis de gloria entre actuaciones terroríficas en los Mundiales. Sin contar Alemania 2006 –Mundial en el que campeonó- los azzurri apenas cuentan con dos victorias –ante Ecuador e Inglaterra- en diez presentaciones entre Corea-Japón 2002, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Donde Marcelo Lippi se llenó de éxito, los demás fracasaron. Es un récord muy pobre para un tetracampeón del mundo. Lo cierto es que a Italia en el último Mundial no le faltó fútbol –como tampoco en la Eurocopa 2012 o la Confederaciones 2013-, pero sí tuvo carencias a la hora de definir los partidos. A Cesare Prandelli lo validaba su apuesta, pero no su efectividad. Y eso en el país del catenaccio es un pecado. Por eso, la apuesta ha sido, ahora, por un hombre de comprobado éxito.
El hombre del momento
En este momento se puede afirmar, sin mayor análisis, que el técnico más respetado en Italia es Antonio Conte. El ex volante rescato a la Juventus de la intrascendencia y llevó a la Vecchia Signora a conquistar el scudetto en tres ocasiones consecutivas en las tres temporadas que estuvo al mando de los bianconeri. Su record en Turín es espectacular con un impresionante porcentaje de 67.55% de los puntos conseguidos. En 151 partidos con la ‘Juve’, Conte cosechó 102 victorias, 34 empates y apenas 15 derrotas. Bajo su mando, Andrea Pirlo alcanzó un rendimiento esplendido como veterano y Gianluigi Buffon volvió a ser el arquero que dejaba bocas abiertas y arcos cerrados.
Conte encontrará una Italia en una situación aún más desesperada que la de Juventus cuando asumió el mando de los turíneses. Los azzurri todavía no logran el cambio generacional de aquella tremenda camada de jugadores que le dio el Mundial en Alemania. Con sus abanderados en Juventus –Pirlo y Buffon- como únicos representantes de aquella generación de oro, el joven técnico confiará en la línea de tres que el implementó en su equipo –Andrea Barzagli, Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci- para continuar el camino dejado por Prandelli. Esos cinco jugadores de la ‘Juve’, junto a Claudio Marchisio, son la base actual de la selección y probablemente lo sigan siendo hasta la Eurocopa de 2016 bajo el mando de Conte. Por ahí, el técnico puede estar tranquilo.
El problema es que luego, en los entrenamientos de la Nazionale, seguramente extrañará a Paul Pogba, Arturo Vidal, Carlos Tévez, Stephan Lichtsteiner. Futbolistas que no cuentan con un espejo en su selección. Para la primera línea cuenta con un Marco Verrati que todavía no explota con la azzurra y un Thiago Motta cada vez más veterano. En las bandas sus principales opciones son un imberbe Mattia de Sciglio y Antonio Candreva que, a sus 27 años, difícilmente alcance el techo de figura mundial. Y en ataque cuenta con el problemático Mario Balotelli y el problemático Antonio Cassano. A Ciro Immobile –gran prospecto- no lo quiso en la Juventus y puede que tampoco lo quiera en su selección.
En resumen, un reto complicado para un técnico de probada capacidad. Conte probablemente siga la línea de Prandelli de proponer una Italia con mucha posesión y control del mediocampo. Su 3-5-2 siempre ha priorizado el manejo del partido. No es un regreso al catenaccio, es una apuesta parecida pero con un mayor éxito probado. Quizá el problema principal, sumado a los de futbolistas anteriormente mencionados, es que la mayor deuda de Conte fue en la Champions, cuando tuvo que enfretarse a rivales de peso. ¿Le volverá a pasar con la Nazionale en las grandes citas? Italia no puede seguir defraudando en los Mundiales. Un grande no puede caer tantas veces.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: AFP
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