Las leyes de la física y del fútbol dicen que la pita se rompe siempre por el lado más débil: es más fácil despedir al técnico que cambiar a un equipo que no marcha bien. En el Perú, varios de esos trámites están acompañados de sucesos insólitos que contravienen cualquier razonamiento lógico, como en los casos de Julio César Uribe y Jorge Amado Nunes.