El proceso de Oscar Washington Tabárez en Uruguay: Un oncenio magistral

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David Fonseca | @Deivid_FC Redactor |
Nacido en Montevideo el 3 de marzo de 1947, se desempeñó como zaguero central entre finales de 1960 y finales de 1970. Después de su retiro como futbolista, Oscar Washington Tabárez se inició como entrenador en las divisiones menores del Atlético Bella Vista y ejerció la docencia como profesión.
En 1983 dirigió la Selección Sub-20 del Uruguay en los Panamericanos de Caracas, proclamándose campeón por primera vez. Así comenzó su relación con la celeste, matizada por títulos con Peñarol en su país y Boca Juniors en Argentina, y reforzada con un primer paso por la selección absoluta en el proceso del Mundial Italia 1990, en el que el equipo que en el campo lideraban Enzo Francescoli y Pablo Bengoechea se fue eliminado en octavos de final ante el anfitrión.
Con más de veinte años como director técnico en clubes de cinco países distintos, el 'Maestro' tuvo una nueva oportunidad con la selección uruguaya a partir de 2006. Actualmente es el seleccionador nacional charrúa con más partidos en la historia, una que él ha enriquecido con un inusitado cuarto puesto en la Copa del Mundo de 2010 y un nuevo título de Copa América de 2011. Un éxito basado en un proceso que, como todo en la vida, ha tenido altas y bajas que vale la pena repasar a fin de entender su evolución.
La metodología del maestro
Luego de años de caos y la eliminación ante Australia en el repechaje clasificatorio al Mundial de 2006, Jorge Fossati fue reemplazado por Tabárez en la dirección técnica de la selección uruguaya. Con el claro objetivo de refundar el fútbol charrúa, el 'Maestro' asumió la dirección técnica y presentó su plan alrededor de un eje fundamental: la institucionalización de los procesos de las selecciones nacionales y de la formación de futbolistas. Así, pasó a ser coordinador de las selecciones de fútbol del Uruguay en todas sus categorías, de forma de implementar una misma estrategia de juego y las bases técnicas, tácticas y sicológicas en todas las selecciones nacionales.
En lo relacionado con el futbolista, Tabárez planteó que el individuo debía constituir una imagen positiva para la juventud y se enfocó en tres áreas de trabajo: el área personal (sicológica y cultural), el área profesional y el área institucional (que perseguía la identificación del futbolista con la selección nacional). Otro de los planes del 'Maestro' pasó por masificar la práctica del fútbol juvenil en el interior del Uruguay, mediante la promoción de campeonatos regionales Sub-15 y la selección de talentos.
La evolución táctica
Durante la era Fossati, el planteamiento táctico más empleado en Uruguay fue el 3-3-2-2, con Fabián Carini en el arco y tres defensores centrales de mucho contacto: Paolo Montero, Darío Rodríguez y Diego Lugano. En la volante eran fijos los exmadridistas Carlos Diogo y Pablo García; el otro volante de marca era Marcelo Sosa, pero el titularato lo terminó ganando el 'Ruso' Diego Pérez. Los creativos que completaban el mediocampo eran Álvaro Recoba y Diego Forlán, mientras que los atacantes titulares eran el 'Chengue' Richard Morales y Marcelo Zalayeta, con Darío Silva como principal alternativa.
Sin poder implementar aún el plan institucional, el primer reto para Tabárez fue la Copa América Venezuela 2007. El 'Maestro' no modificó el planteamiento táctico heredado y con un desempeño irregular -que incluyó un debut con estrepitosa goleada recibida a manos del Perú de Julio César Uribe- regresó a casa con el cuarto lugar y una purga de jugadores: Recoba, Pablo García, Diogo, Fabián Estoyanoff y Rodríguez, entre otros, dejaron las convocatorias.
Con las Eliminatorias a Sudáfrica 2010 y tras la renovación generacional, el 'Maestro' Tabárez implementó un 4-3-3 que llevó a la selección charrúa a su pico más alto de rendimiento, con el comentado logro del cuarto lugar en el Mundial 2010 y el título de la Copa América 2011. Fernando Muslera se adueñó del arco y en la zaga central alternaban Lugano, Diego Godín, Andrés Scotti y Mauricio Victorino. Los marcadores de punta eran Maximiliano y Álvaro Pereira, Martín Cáceres y Jorge Fucile. Los volantes de primera línea eran Walter Gargano, Egidio Arévalo Ríos y el 'Ruso' Pérez, mientras que los volantes creativos eran el 'Cebolla' Cristian Rodríguez, Álvaro González y Nicolás Lodeiro. El tridente ofensivo estaba conformado por Diego Forlán, Edinson Cavani y Luis Suárez, con Sebastián Abreu como principal pieza de recambio.
En los años posteriores al Mundial de 2014, se pudo encontrar entre Godín, José María Giménez y Sebastián Coates al reemplazante de Diego Lugano, pero el adiós de Diego Forlán de la escuadra charrúa no pudo ser cubierto. Así, Tabárez se vio obligado a modificar el esquema táctico y a emplear un 4-trapecio-2 con Muslera en el arco; 'Maxi' Pereira por derecha, Godín y Giménez o Coates de centrales y Gastón Silva por izquierda; Arévalo Ríos como volante de marca, Matías Vecino como doble pivote y Carlos Sánchez y el 'Cebolla' Rodríguez como volantes por las bandas; y en ataque los goleadores Cavani y Suárez.
Con once años cumplidos al mando de la selección uruguaya y un proyecto digno de imitar que ha entregado a jugadores como Godín, Suárez y Cavani en el más alto nivel de competencia, el 'Maestro’ Tabárez se ha convertido en el seleccionador nacional con más partidos en la historia del fútbol y está muy cerca de clasificar a su cuarto Mundial. Todo un récord.
Fotos: AFP

