Nene en adopción

Entre el 28 de octubre y el 9 de noviembre hay solo dos semanas de distancia, tiempo en el que pueden pasar pocas o muchas cosas. Para la selección peruana, en 1975 pasó mucho desde que ganó la Copa América por segunda vez en su historia: festejos, reconocimiento general, homenajes, incluso una serie de partidos para celebrar con la afición peruana el éxito a nivel sudamericano.
Para cumplir con ese cometido, el invitado del momento fue el Porto, club de la Liga de Portugal que venía de ser subcampeón en la temporada 1974/75, pero que además tenía el atractivo de contar con Teófilo Cubillas en sus filas. Cuando regresó a Europa, el ‘Nene’ estaba en discusión con su equipo por viajar a jugar la final en Caracas sin permiso, situación que la Asociación Nacional de Fútbol -ente que manejaba la actividad de la selección- vio por conveniente aliviar con la invitación al cuadro luso.
Las postales
'Pedrito' Ruiz fue uno de los favoritos de la afición la tarde que enfrentó como titular al Porto. Luego de ganar la Copa América, buena parte del grupo que dirigía Marcos Calderón se disgregó en varios puntos, pues los jugadores que actuaban en el extranjero regresaron a sus respectivos equipos. Nombres como Héctor Chumpitaz, Juan Carlos Oblitas, Percy Rojas y Oswaldo Ramírez quedaron fuera de los que se presentaron en el estadio de Alianza Lima hace cuarenta años, pero aún así quienes los reemplazaron concitaron la atención porque se consideraba que iban a ser parte del futuro en el fútbol peruano.
El encuentro comenzó a las 15:30 con la blanquirroja alineando a José Gonzales Ganoza; José Navarro, Santiago Ojeda, Jaime Duarte y Rubén Díaz; Raúl Párraga, Alfredo Quesada y 'Pedrito' Ruiz; Reynaldo Jaime, Enrique Casaretto y Carlos Leturia. El Porto, que tenía como técnico al yugoslavo Branko Stankovic, había jugado su último partido el 1 de noviembre con goleada 8-2 sobre el Leixões en la liga portuguesa, por lo que se esperaba que el ritmo de juego entre uno y otro equipo favoreciera a la visita.
Teófilo Cubillas y Jaime Duarte en un duelo particular en Matute antes de que ambos fueran compañeros en Alianza. La presencia de Cubillas en Matute fue una novedad que no se pasó por alto, pues el juego del Porto dependió en demasía de lo que hiciera o no el ‘Nene’. Y es que parte del primer equipo luso se quedó en su país para jugar con su selección, que por las Eliminatorias de la Eurocopa debía enfrentar a Checoslovaquia tres días después. La aparición del atacante peruano se sumó al esfuerzo desplegado por Ademir en el mediocampo y el portero Rui, quien a los cuatro minutos entró en acción al salvar una ocasión en los pies de Leturia.
Los minutos transcurrieron sin mayor novedad en los arcos, lo que no tuvo cambio ni con el ingreso de Guillermo La Rosa en Perú. Así, con el 0-0, se cerró el partido de homenaje a los campeones peruanos, aunque luego de tres días hubo revancha, esta vez en el estadio Nacional en una cita que también reunió a los exfutbolistas que ganaron la Copa América de 1939, además de a otros destacados deportistas de la época. Ese segundo encuentro, en el que Cubillas jugó con la blanquirroja, culminó con triunfo del Porto por 0-2.
Con otros dos triunfos sobre Juan Aurich en Chiclayo y Mannucci en Trujillo, la gira del equipo lusitano no pudo tener mejores resultados, aunque el ‘Nene’ -según propia confesión- fue uno de los que más la sufrió por la incertidumbre de tener que enfrentar a su selección.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diario La Crónica
