En pie de guerra
Después de un olvidable paso por el modesto Avaí, Paolo Guerrero experimenta un último aire de grandeza para su prolífica carrera goleadora: llegar a un club histórico como Racing para sacarse el clavo de jugar en el fútbol argentino. ¿Tiene el 'Depredador' campo para volver por sus fueros?
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Emilio Carranza | @Emilio260601 Redactor |
Ponerle punto final a una etapa debe ser una de las decisiones más difíciles para un futbolista. Muchos aceptan la culminación de su carrera y deciden retirarse, aunque el día después del retiro es complicado. Otros, en cambio, deciden esperar y ver qué oportunidades se presentan en el camino. Este es el caso de José Paolo Guerrero Gonzales (Lima, 1 de enero de 1984), quien ha estado marcado en el último par de años por problemas físicos y un bajo rendimiento futbolístico. Cuando todo apuntaba a que el goleador histórico de la selección peruana colgara las botas luego de pasear su fútbol por clubes de Alemania y Brasil, apareció Racing. El club de Avellaneda le brindó una oportunidad al ‘Depredador’ para revivir sus cualidades futbolísticas en un torneo intenso como el argentino.
1. Presente personal: Frenar la caída
El año pasado parecía que la etapa de Paolo Guerrero en Brasil estaba acabada y que su único destino posible era cumplir el sueño de jugar por Alianza Lima, pero Avaí, un club de mucho menor nombradía que los tres anteriores en los que jugó el 'Depredador' en el país de la samba, le ofreció una nueva oportunidad. La aceptó, pero solo confirmó lo que ya se venía hablando: que se había convertido en un jugador cansino y con evidente falta de ritmo producto de las lesiones, sobre todo la de su rodilla derecha. Club y goleador apostaron, pero no acertaron: tan solo jugó 10 partidos sin anotar goles y el Avaí acabó descendiendo. ¿Merecía ese final en Brasil? Sin duda no, pero luego de tan mal paso ya ni siquiera Alianza estuvo interesado en tomar sus servicios.
2. Presente del club: Academia de revanchas
En ese complicado contexto apareció Racing, que este 2023 -luego de ganar la inventada Supercopa Internacional Argentina- disputará tres torneos en simultáneo: la Liga Profesional (sucedida por la Copa de la Liga), la Copa Argentina y la fase de grupos de la Copa Libertadores. El objetivo del proyecto de Fernando Gago es claro: ganar absolutamente todo. La temporada pasada el cuadro blanquiceleste se quedó fuera en fase de grupos de la Copa Sudamericana apeado por FBC Melgar, por lo que solo habrá revancha si la 'Academia' alcanza al menos octavos en la Libertadores. Y en lo doméstico también hay una cuenta pendiente: desquitarse de ese título que se escapó de modo alucinante en un penal errado por Jonathan Galván ante River Plate a falta de un minuto para el final del partido, y que dejó la vuelta olímpica en manos de Boca Juniors.
3. Valla: La quinta Cilindrada
Guerrero no es el primer jugador peruano y ni siquiera el primer delantero nacional en filas de Racing: lo antecedieron en 1946 Jacinto Villalba y Roberto 'Tito' Drago, con relativo mejor suceso para el primero que para el ídolo de Deportivo Municipal, que no obstante importó el apodo de 'Academia' para el cuadro edil a partir de su paso por el elenco blanquiceleste. Más bien, el peruano que sí destacó en Avellaneda fue Ramón Mifflin, entre 1971 y 1974: disputó 31 partidos y anotó 3 goles que le valieron la chance de ser transferido al Santos de Pelé. Opuesta suerte tuvo John Galliquio, quien en 2003 disputó 16 partidos con Racing y quedó en una sección más amena del baúl de los recuerdos del 'Cilindro'.
Cabe precisar que Guerrero no podrá llevar la camiseta '9' porque ella ya está ocupada por Nicolás Reniero. Por eso, optó por emplear el emblemático dorsal '22', camiseta identificable con Diego Milito, acaso el mayor ídolo racinguista contemporáneo. Además, fue el número que usó hasta hace poco Carlos Alcaraz, reciente venta de la 'Academia' al Southampton inglés, por lo cual no es cualquier encargo el que se le encomienda.
4. Competencia: Espacio compartido
Los principales compañeros con los que Guerrero compartirá vestuario pero también disputará un puesto son Héctor Fértoli, Maximiliano Romero, Nicolás Reniero y Gabriel Hauche. Todos en principio parten por delante del 'Depredador', principalmente por el conocimiento del fútbol argentino y por las credenciales que cada uno ha sabido mostrar. No obstante, que Gago suela partir de un 4-3-3 otorga chances de colocar a más de un ariete neto desde el vamos; el que mejor sepa jugar solo -lo que solía ser un sello de Guerrero- se quedará con el sitio cuando el equipo devenga en un 4-2-3-1, como suele ocurrir por tramos. Además, la rotación será importante por los tres frentes distintos que Racing debe encarar en el año.
5. Efecto selección: ¿Donde manda capitán?
Guerrero jamás ha ocultado su deseo de volver a vestir la blanquirroja, aunque sin duda su condición futbolística lo ha hecho desaparecer del espectro convocable en los últimos dos años. Sin embargo, Juan Reynoso ha dejado explícitamente abiertas las puertas a un eventual regreso del capitán si recobra ritmo y vuelve a alcanzar un nivel de juego que sume a la selección peruana. Lo demás no admite cuestionamiento: es el máximo goleador bicolor y emblema contemporáneo de la selección, algo que la historia nunca podrá poner en tela de juicio.
En suma…
Casi con 40 años, Guerrero tiene una nueva -y quizá última- oportunidad de demostrar que aún tiene combustible para jugar en una liga competitiva. La aventura brasileña llegó a su término con un final distinto del que el público habría ansiado, pero el fútbol -a diferencia de las telenovelas- tiene estos escenarios irresolutos. Lo cierto es que Racing albergará por todo 2023 a un goleador que dejará la piel por volver a su mejor nivel y demostrar que aún sigue en pie de guerra.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: prensa Racing Club
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