La curva inevitable
Paolo Guerrero viene reencontrando rodaje en el Avaí, equipo que le cumplió el deseo de tener una nueva chance en el fútbol brasileño. Un vistazo a los números del 'Depredador' post Rusia 2018 expresa un declive inequívoco que impone un reto especial a este tramo final de su exitosa carrera.
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Josu Gogeascoechea | @josugoge Redactor |
Contra el escepticismo generalizado producto de su larga para, José Paolo Guerrero Gonzales (Lima, 1 de enero de 1984) encontró equipo en el fútbol brasileño. Luego de dejar las filas de Internacional en octubre del 2021, el goleador histórico de la selección peruana por fin volvió a firmar un contrato profesional con el Avaí, luego de que se lo relacionara a más no poder con la frustrada opción de llegar a Alianza Lima.
La tarea no era sencilla, pues como se sabe el 'Depredador' llevaba muchos meses en procesos de rehabilitación por problemas en la rodilla. Sus últimos años como profesional lo habían visto mermado por los procesos de reacondicionamiento físico y los pocos minutos que tenía disputados hicieron que el cuadro de Porto Alegre terminara rescindiéndole contrato. ¿Pero realmente tuvo pocos minutos durante las últimas temporadas?
Corte depredado
Si se analizan los últimos tres años calendario (2019 a 2021) se puede observar una clara tendencia a la reducción en los minutos jugados por Guerrero con respecto al total de partidos jugados por su equipo o selección. El año posterior a la Copa del Mundo Rusia 2018 -cuando volvió de la sanción por dopaje que lo alejó de las canchas- ofreció al gran último Paolo visible: disputó 46 partidos (3,850 minutos) entre Perú y el 'Inter', lo que significó el 67% del total de minutos que sus equipos disputaron durante todo ese año.
Desde entonces, la continuidad de Guerrero ha caído en picada. Para 2020, solo llegó a disputar 1,269 minutos (22% del total de sus equipos); mientras que en 2021 apenas llegó a afrontar 699 minutos en total (12.3% del total de sus equipos). Muchos auguraban que la carrera del máximo goleador de la selección nacional estaba cerca del ocaso, pero su cabeza se mantuvo colocada en mantenerse dentro del fútbol profesional.
Pero no solo los minutos fueron una preocupación, sino también su capacidad goleadora. Después de haber mantenido vigente su traza de artillero de modo constante -en 2019, por ejemplo, anotó 22 goles-, sus cifras decayeron terriblemente.
Así, durante 2020 el ariete logró anotar 10 tantos antes de la lesión y en el último año que pisó las canchas, solo pudo celebrar en dos ocasiones: una en el Brasileirao y otra en el Torneo Gaúcho. Esta última ha sido, por lejos, la peor campaña goleadora de su carrera desde su debut semiprofesional con el Bayern Münich II en la Regionalliga 2002/03, incluso por debajo de 2018, año de su suspensión por dopaje, cuando sumó cuatro goles entre Flamengo y la selección peruana.
A puertas de un nuevo proceso con otro entrenador en la blanquirroja, la gran pregunta pasa por saber si se podrá ver, otra vez, al mejor Guerrero defender la camiseta de todos. Su llegada al Avaí ilusiona por volverlo a ver en acción, pero sus números tendrán que mejorar demasiado para que las defensas rivales vuelvan a tenerle miedo a un jugador que, al margen de lo que digan las cifras, nada tiene que demostrar y mucho menos a un Perú que, a lo lejos, sigue con nostalgia sus pasos como profesional.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Infografías: Santiago Carbajal / DeChalaca.com
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