Ramón Mifflin en Racing Club: Una academia de cabeza

La visita de Sporting Cristal al Presidente Juan Domingo Perón o el ‘Cilindro’ de Avellaneda no será un partido más en la historia celeste: quitarle puntos (triunfo o empate) al equipo más pintado del grupo 8 será fundamental para poder avanzar a los octavos de final. En esa cancha, hace 42 años, un ídolo celeste se supo robar las palmas de los hinchas albicelestes: Ramón Mifflin también demostró su clase en Racing Club, pese a los malos resultados.
El domingo 28 de octubre de 1973, el ‘Cabezón’debutó en la ‘Academia’. Tenía 26 años y llegaba con el rótulo de estrella tras haber destacado en el Mundial de México 1970 y tener sobresalientes actuaciones con Cristal y la selección peruana. Racing, ese día, recibió a Cipolletti por la fecha 6 del Nacional en busca de su cuarto triunfo al hilo (tras vencer 2-3 a All Boys, 4-3 a Instituto y 1-2 a San Martín de Tucumán). Pese al buen momento, el DT Ángel Amadeo Labruna decidió mover sus piezas, y le dio la oportunidad a Mifflin desde el arranque. El resultado le dio la razón: goleada albiceleste por 4-0.
¡Qué buena Raza!
“En Cristal viví muy gratos momentos, pero sentí que mi ciclo en Perú ya se había cumplido. Que me vendría muy bien un cambio de aire”, contó Mifflin en la revista Ovación, ya instalado en Avellaneda. Y descartó que su partida a Argentina fuera producto de alguna indisciplina. “En mi vida solo tuve problemas con un entrenador, el alemán Rudi Gutendorf (dirigió a Cristal en 1971), que era un tipo raro, excéntrico. Con decirte que se cree un ‘playboy’”, fue su descargo.
Mifflin se mantuvo como titular en ocho de los nueve partidos restantes del Nacional (solo faltó en la última fecha, 0-2 ante San Lorenzo), aunque el desempeño de Racing fue bastante irregular: perdió 4-3 con Colón, 1-2 con San Martín de Mendoza (día en el que anotó su primer gol con la ‘Acadé’), 0-4 con Newell’s, 1-3 con Independiente y 2-1 con Vélez, empató 1-1 con San Lorenzo de Mar del Plata y 3-3 con River Plate, y apenas le ganó 3-1 a Juventud Antoniana. Los albicelestes quedaron novenos en el Grupo A, a 9 puntos de los líderes San Lorenzo, River y Vélez, y ello derivó en un cambio de técnico: Juan José Pizzuti tomó la posta de Labruna.
Toco y me voy
El cambio de técnico, ya para 1974, coincidió con la mejor versión de Mifflin en Argentina. “El señor Pizzuti llegó con ganas de ‘darle duro’. Poco a poco vamos mejorando. Vas a ver cómo, en el campeonato, las cosas nos van a salir estando en buen estado”, dijo el peruano a pocos días de iniciarse el Metropolitano. Y pese a la caída en el estreno ante All Boys (2-1, el 3 de febrero), Ramón fue de los más destacados, e incluso anotó el único gol de Racing.
En este torneo, de nuevo, a Racing no le fue muy bien (quedó cuarto en la llave A, a 6 puntos del líder Rosario Central), aunque Mifflin no podía quejarse: fue titular en 16 de las 18 fechas, y ya era uno de los engreídos de los hinchas. Él sí estaba a la altura de un equipo grande.
Para el campeonato nacional de ese mismo año, 1974, el andar irregular de Racing fue similar: quedó tercero en el Grupo C, a cinco puntos del líder San Lorenzo. Pero Mifflin, de nuevo, fue de lo mejorcito del equipo en las cinco primeras fechas, las únicas que pudo jugar. ¿Qué pasó después con Ramón? Lo fueron a buscar de Brasil: el Santos de Pelé -con quien intercambió camisetas tras el partido que jugaron sus selecciones en México 1970- se llevó a la joya de Racing. Era imposible decirle que no a un equipo de esa talla, que entonces era de los más importantes del continente.
¿Cuál fue, entonces, el mejor partido de Mifflin en la ‘Academia’? Para la revista partidaria Racing, fue el que jugaron en La Plata ante Gimnasia y Esgrima (1-1, el 2 de mayo de 1974). “Producción excelente la del peruano. En el primer tiempo, como roba-pelotas y salida del equipo, en el segundo como arma de despegue. Ordenado, claro, preciso, se convirtió en la gran figura de la cancha”, añadió esa vez. Aunque un pasito abajo quedó el 1-2 ante Rosario Central, que jugaron apenas tres días después, en el que fue calificado con 8 puntos: “Otro trabajo importante del peruano, ganando pelotas y poniéndolas siempre bien. Importante para aprovechar la velocidad del ‘Tola’, buscar las diagonales de Trossero”.
Mifflin, queda claro, supo ganarse las palmas en Avellaneda, pese a que a Racing la vida no le sonreía, una historia que se espera se repita: que Cristal se robe los elogios, y la ‘Acadé’ se quede inconforme. Con buena cabeza e imitando las cualidades que resaltaban los colegas argentinos de Ramón, todo puede suceder.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: revista Ovación
