Luis Suárez: Un Flaco que no mordía

DeChalaca -salvo en sus resúmenes de finales de año- no es afín a incluir en la sección Lo Justo, Tío artículos dedicados a futbolistas recién fallecidos, básicamente porque se considera que este apartado es para rendir homenaje a los ídolos olvidados que así lo merecen. Y los homenajes deben hacerse en vida.
Sin embargo, haber tomado conocimiento de que el deceso de don Luis Oswaldo Suárez Cáceres (Lima, 17 de mayo de 1926) se produjo el último 7 de agosto en la pobreza y sobre todo la indiferencia de la prensa en general nos ha tocado. Y nos obliga a publicarle un Lo Justo, Tío a fin de que, en estricta justicia, la importancia del nombre y la figura del 'Flaco' como una de las que más brilló en los arcos peruanos quede escrita y difundida entre las nuevas generaciones.
Arquero desde Jesús María
Los inicios de la carrera futbolística de Luis Suárez se remontan a Jesús María. Cuando tenía 14 años de edad, en 1941, el 'Flaco' se enroló en el Lloque Yupanqui, equipo de barrio de la calle del mismo nombre. Allí llegó ya convertido en arquero, pues en su colegio, el Santa Rosa de Chosica, había comenzado en el fútbol como half izquierdo.
Para 1943, el Lloque Yupanqui se afilió a la Liga de Lima y ganó el ascenso a su Segunda División (cuarta categoría del fútbol). Eso hizo que comenzara a ser sparring de equipos más conocidos, y una tarde de 1945, en un partido de práctica en el Lawn Tennis, alguien tomó nota de las condiciones de su arquero: era Luis 'Caricho' Guzmán, ídolo del Deportivo Municipal, quien le preguntó al 'Flaco' acabado el encuentro si le gustaría jugar en otro club. Suárez le respondió: "No, yo tengo mi club que es el Lloque Yupanqui".
Pero cuando 'Caricho' le retrucó que ese club del que le hablaba era el Deportivo Municipal, el rostro de Suárez se transformó. Tenía guardadas, según cuenta la revista Equipo, simpatías por el entonces llamado equipo millonario. Ponerse de acuerdo fue cuestión de horas y el 'Flaco' llegó a tienda edil para trabajar junto a dos grandes porteros: uno que era el titular, Juan Busanich, y el otro el entrenador: nadie menos que un tal Juan Valdivieso.
Con el 'Mago' como maestro, Suárez se fue asentando en el arco de Municipal desde 1945, aunque no fue sino hasta el año siguiente que se asentó con atajadas ágiles y vistosas. Ocurrió que Busanich fue llamado por el Lanús argentino para enrolarse a sus filas, y el 'Flaco' no desaprovechó la oportunidad para quedarse con el titularato. Se desempeñó tan bien en esas campañas para los ediles -Municipal fue subcampeón consecutivo entre 1945 y 1947- que al volver Busanich, quien no pasó la prueba en Lanús para firmar contrato, no encontró lugar y debió marcharse a jugar en Universitario.
La selección y los duelos
La regularidad del 'Flaco' le sirvió para ser llamado a la selección peruana que disputaría la Copa América de 1947 en Ecuador, en la que alternó puesto con Rafael Asca. Debutó con la blanquirroja en el primer encuentro ante Paraguay (empate 2-2), y luego dejó su lugar a Asca para los dos siguientes cotejos. Tras eso, retomó el titularato para no dejarlo en los cuatro siguientes partidos, en los que solo encajó dos goles, ante Colombia y Uruguay. Se habló por entonces de una eventual transferencia suya al Santiago Morning de Chile, la cual no llegó a concretarse.
En el fútbol local, entretanto, ya se habían hecho famosos los duelos del 'Flaco' con los mejores delanteros de la época. Primero con 'Lolo' Fernández, con quien en 1947 protagonizó una curiosa anécdota cuando, en un Universitario - Municipal en el Nacional, el 'Cañonero' le anotó con furibundo disparo raso de tiro libre un golazo sensacional de 35 metros, de esos que a Suárez nunca se le colaban. El árbitro Pedro Falcón, sin embargo, lo anuló porque entendía que el disparo debía haber sido indirecto, y así mantuvo a buen recaudo el prestigio del portero y el triunfo de Municipal por 3-5.
Su otro gran duelo fue con Valeriano López, en las luchas palmo a palmo que sostuvieron Municipal y Boys por los títulos de 1950 y 1951. La primera de esas campañas significó el primer título de la carrera de Suárez: 'Muni' se llevó el título con tres fechas de anticipación, y por eso el 'Flaco' dejó su lugar en los últimos cotejos a Humberto Becerra, quien por ese motivo es considerado erróneamente en muchos recuentos de aquella campaña como el titular.
Paralelamente, el 'Flaco' había sumado otras campañas internacionales: defendió el arco de Municipal en el Torneo de Campeones (antecesor oficial de la Copa Libertadores) disputado en Santiago de Chile en 1948, en el cual se lució especialmente en el penúltimo partido, en el que 'Muni' goleó 4-0 al Emelec ecuatoriano, al atajar dos penales. Y también fue nuevamente llamado a la selección para la Copa América de 1949, en la cual perdió el titularato luego de cometer el que podría considerarse el peor error de su carrera en el segundo partido ante Paraguay, cuando según las crónicas de la época se puso nervioso en un cruce y cedió el tercer tanto a López Fretes. Tras ello, cedió el puesto a Walter Ormeño.
Tiempos de revancha
Sin embargo, la constancia de Suárez lo hizo sobreponerse y mantener su regularidad. Incluso cuando a finales de 1952, cuando dejó a su querido Municipal para enrolarse en una nueva casa con la que haría historia: la del Mariscal Sucre de Deportes. El cuadro victoriano deambulaba en la parte baja de la tabla, codeándose con el descenso, a finales de la primera rueda del torneo de 1953. De la mano del DT Carlos Iturrizaga, en una de las remontadas más espectaculares de la historia del fútbol peruano, Sucre arrasó en la segunda ronda y acabó coronándose campeón de Primera División por segunda vez, con el 'Flaco' como estandarte y caudillo del equipo en el arco.
Su buen nivel en el arco sucrense lo devolvió a la selección para el Sudamericano de 1955, en Chile. En dicha competición atajó los cinco partidos, en los que Perú venció a Ecuador y Uruguay, empató con Argentina y Paraguay y perdió contra el anfitrión. Aquella fue la última participación del 'Flaco' con la blanquirroja, que terminó ubicada en tercer lugar.
En el plano local, Suárez siguió vinculado a Mariscal Sucre hasta 1957. En esta última campaña fungió, incluso, como técnico y jugador, y contó con José Chiarella como encargado de la preparación física y entrenador nominal. El 'Flaco', antes de los partidos, daba las charlas tácticas, y desde el arco guiaba los movimientos del equipo. Paralelamente, iba observando los pasos y dando chance para el debut de quien se forjaba como su sucesor en el pórtico cruzado: Rodolfo Bazán, quien debutó en esa temporada.
Así, para 1958 el 'Flaco' Suárez dejó Sucre y pasó a Ciclista Lima. Con el 'Decano' peleó los últimos lugares y en 1960 pasó a Centro Iqueño, para volver en 1961 y 1962 al cuadro tallarinero; en esta última etapa, compartió vestuario con muchos ediles que, encabezados por Roberto 'Tito' Drago, habian disidido de Municipal por problemas con los dirigentes y se marcharon a Ciclista. Finalmente, cerró su carrera en 1963 nuevamente en Iqueño, con el que culminó en quinto puesto.
Políticamente nada flaco
Tras su retiro, Luis Suárez se dedicó a ejercer su profesión de médico, para la que había estudiado más allá de haber también desarrollado antes una agencia de publicidad. Y se dio tiempo para la vida política: en 1970, se convirtió en el primer alcalde de la historia del distrito de San Juan de Lurigancho por nombramiento directo del gobierno militar, y repitió el plato entre 1996 y 1998 ya por sufragio popular. Un personaje multifacético el querido 'Flaco' que, por encima de todo, fue un arquero que mereció mayor olor a multitud hasta el final de sus días.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Recortes: revista Sport, revista Equipo, revista Ovación, Facebook, libro 'Vamos Boys', Teodoro Salazar Canaval

MI ABRAZO FRATERNAL.
RAUL MIGUEL PAJARES PORTUGAL.