Aquí no hay amistad
En política pueden llevarse de maravillas, pero en la cancha no se perdonan nada. Esta vez, Venezuela aprovechó la inocencia defensiva de Bolivia. Los altiplánicos sorprendían y ganaban 2-3 hasta el minuto 82. Pero su catastrófica zaga central terminó regalando a los locales un 5-3 que permite a la 'Vinotinto' terminar el año con seis puntos eliminatorios en el bolsillo.
No existe argumento válido que permita menospreciar a priori un encuentro entre Venezuela y Bolivia. Basta recordarse el año 2000 y el 4-2 con el que Venezuela superó a Bolivia conquistando una victoria eliminatoria después de décadas; o el 2-1 angustioso del anterior proceso clasificatorio, triunfo logrado por los llaneros en el minuto final; más reciente aún, el 2-2 con el que los altiplánicos le arruinaron la fiesta al anfitrión en la última Copa América. Menos no podía esperarse de este encuentro.
No derrochan buen fútbol. Ni siquiera tienen un estilo de juego claro o algún jugador “diferente” sobre el cual posar los ojos. En realidad, los encuentros entre Venezuela y Bolivia son una competencia de desatinos que terminan derivando en resultados cambiantes, inesperados. Así como el de hoy.
Un 5-3 no es cosa de todos los días. Pero un 5-3 después de haber estado tres veces abajo en el marcador, y de estar perdiendo 2-3 a ocho minutos del final, es algo futbolísticamente improbable. Aquí no vale decir que “el fútbol es muy cambiante”. No funciona ni como cliché.
Si Venezuela lo ganó no fue porque haya jugado bien -de hecho, hace tiempo no jugaba tan mal- ni porque sus delanteros Arismendi y Maldonado, con dos goles por cabeza, hayan sido implacables. El mérito recayó de forma trascendental en la nefasta retaguardia boliviana conformada por Raldés y Méndez. Saltos al vacío, patadas a la nada. Fueron el desacierto en su máxima expresión.
Si existe algo que, sin embargo, puede consolar a Bolivia es haber encontrado una dupla de atacantes imprescindibles para salir del pantano futbolístico. Juan Carlos Arce, por fuera, y Marcelo Martins, como '9' neto, se complementaron a la perfección y constituyeron un permanente fastidio para una defensa rival que esta vez no tuvo en José Manuel Rey a un caudillo infranqueable. El flamante dueto ofensivo, no obstante, no le servirá de nada al conjunto verde si sus zagueros siguen cometiendo errores imperdonables para la alta competencia.
Venezuela suma seis puntos y va a concluir el año encaramado en los puestos de arriba. Sin embargo, como propuesta colectiva, el equipo de Páez evidenció un retroceso respecto a jornadas anteriores. Bolivia, pese a cierta mejoría, volvió a mostrarse como el cuadro más ligero del continente, con una inocencia digna de la vergüenza ajena. Pero así ninguno de los dos tenga facha de candidato, por lo menos esta noche de martes entretuvieron.
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