Perú repitió errores habituales, fue un desastre en defensa y cayó por 2-1 en Santiago ante un seleccionado chileno que lo pasó por encima en el primer tiempo y que, como pidió la prensa sureña en la previa, logró dejar atrás sus fantasmas para meterse de lleno en la pelea por la clasificación.
La Ficha - La salida de Lobatón en el primer tiempo - El ingreso de Da Silva por Tapia era una necesidad
Adrián Cabrejo | @adriancabp
Director periodístico

Desde Santiago de Chile

Los fantasmas volvieron a aparecer. En la previa la prensa chilena habló de que su seleccionado tenía que dejar atrás sus miedos para sacar adelante un encuentro que pronosticaba complicado ante Perú. Esos fantasmas sobrevolaron el Nacional de Santiago cuando Christian Cueva disparó desviado en una clara ocasión de gol y cuando Édison Flores convirtió el transitorio 1-1 que silenció al público local.

Pero los fantasmas también aparecieron para el equipo de Ricardo Gareca. Perú tuvo en Santiago quizás el peor primer tiempo que se le haya podido ver desde el proceso que encabezó José Guillermo del Solar. La realidad es que Chile le pintó la cara a un combinado nacional que ni siquiera pudo alcanzar el rótulo de opaco, al menos en materia defensiva.

La defensa peruana nunca cuajó. Christian Ramos jugó quizás su peor partido desde que debutó con la selección peruana. Aldo Corzo y Miguel Trauco fueron una puerta abierta, aunque por la exposición que recibieron ante los atacantes chilenos. Irven Ávila y Édison Flores se mostraron muy poco solidarios para bajar y apoyar a unos laterales que dejaron todo, pero que no lograron controlar los embates del equipo dirigido por Juan Antonio Pizzi.

A pesar de no tener un buen partido, Flores instaló la esperanza en la selección peruana. (Foto: AFP)

La presencia de Arturo Vidal fue determinante. El jugador del Bayern Münich demostró toda su jerarquía y no solo nos anotó los dos goles con los que Chile volvió a meterse de lleno en la pelea por la clasificación. También fue un jugador que contagió y que levantó a una tribuna que se entregó totalmente al jugador del cuadro bávaro. El público chileno fue siempre para adelante. Y así es como ha venido siendo en los últimos tiempos: los trapos sucios los lavaron en casa y siguieron. Al margen de los cuestionamientos a su entrenador, los chilenos entienden lo importante que es generar un ambiente en el que su selección pueda sentirse arropada.

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El apoyo ensordecedor del público se trasladó al campo de juego. Chile fue un huracán que arrasó a su rival en la mitad de la cancha y que metió los centros que quiso. La diferencia futbolística no se trasladó al marcador en su real dimensión. En el complemento los sureños no pudieron mantener el ritmo y eso sirvió para que Perú creciera y complicara. Envalentonado sumó mayor volumen ofensivo e intentó ganar el encuentro con el cambio de Luiz da Silva por Renato Tapia. Gareca precisamente trató de conseguir el único resultado que convenía: la victoria.

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El problema es que sin una defensa sólida no se puede pretender competir en una Eliminatoria como la sudamericana. La deuda pendiente de Perú sigue siendo resolver los errores reiterados en procesos anteriores. Es un tema que va más allá de los nombres porque los fallos en el juego aéreo y en la marca se han repetido en los últimos veinte años.

Esto va más allá de las ganas. (Foto: AFP) 

Todavía resta el grueso de los duelos de revancha. Queda aspirar a competir de la mejor manera posible. En Santiago se intentó hacer eso y se consiguió por momentos, pero no se puede salir vivos si no se solucionan las eternas taras que muestra el combinado nacional.

Los goles

Fotos: AFP, EFE


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El ingreso de Da Silva por Tapia era una necesidad

La salida de Lobatón en el primer tiempo

Comentarios ( 1)add
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escrito por Ernesto Trujillo , October 12, 2016
Jerarquía. Eso no se compra en la farmacia y solo lo dará el tiempo dentro de un proyecto de largo plazo. La jerarquía es una actitud, una seguridad en competir sin miedo escénico y con una rebeldía automotivada superior en los momentos mas críticos. Perú mejora en el 2do tiempo porque había perdido algo del miedo escénico del 1er tiempo, en el que a todos (salvo a Paolo, Cueva y a Orejas) les quemaba la pelota o no sabían qué hacer con ella. Lastimosamente, Gareca insiste en no usar a Joel Sánchez, que ya ha demostrado mejor respuesta a la presión que Ávila y el mismo Lobatón, que nunca se pudo parar como sabemos que él sabe, simplemente porque ya los años pesan y mientras pisa la pelota ya le cayeron 3 rivales... Igual, me quedo con la reflexión de Vidal luego indicando que ve mucho futuro en Peru si mantiene esos jugadores a largo plazo. A seguir nomás.
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