Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comAtlético Progreso de Uruguay cumple 100 años de fundado. De toda su historia, en Perú se lo recuerda por su visita a la capital en 1987, cuando disputó por primera vez la Copa Libertadores enfrentando a San Agustín y Alianza Lima.

 

Roberto Gando | @Roberto_Gando
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Llegar al centenario no es fácil para muchos clubes de fútbol. Para Atlético Progreso, la efeméride lo encuentra inmerso en la Segunda División de Uruguay, categoría que disputa de forma continua desde la temporada 2013/14. En sus 100 años de vida, sin embargo, tuvo una época en la que fue uno de los equipos más destacados del campeonato charrúa.

Esa época dorada la vivió entre mediados y fines de la década de los años ochenta, tiempo en el que supo ser campeón nacional en 1989, además de disputar en dos ediciones de la Copa Libertadores.

Santo bautizo

La primera vez que Progreso alternó en el torneo sudamericano fue en 1987. Lo hizo luego de quedar segundo en la Liguilla Pre-Libertadores por detrás del campeón Peñarol, ello pese a que en la etapa regular del campeonato fue Nacional quien ocupó el segundo puesto tras perder la final ante el cuadro aurinegro.

El balón va directo hacia el arco de San Agustín tras el remate de Enrique Casado que le permitió empatar a Progreso (Recorte: diario La Crónica) 

Su debut internacional fue el 6 de marzo perdiendo 3-2 con Peñarol, resultado que obligó al conjunto dirigido por Walter ‘Cata’ Roque a rescatar alguna unidad en sus siguientes compromisos, en los que debía enfrentar a los representantes peruanos en Lima. En la delegación del gaucho que emprendió el viaje se encontraba el defensa Sergio Cid, quien en 1990 ganó el título con Universitario.

El primer rival fue San Agustín, el por entonces vigente campeón peruano y que tenía al ‘Colorado’ Luis Cruzado como DT. Ambos se enfrentaron el martes 12 en el Nacional, donde el resultado se mantuvo ajustado solo en el primer tiempo: un autogol de Miguel Fonseca a los 13’ le dio la ventaja al equipo canario; mientras que un remate de media vuelta le permitió a Enrique Casado vencer a Héctor Yupanqui para empatar a los 35’.

Roberto Martínez convirtió así el penal que le dio su segundo gol a San Agustín (Recorte: diario El Comercio) 

En el complemento, un centro de José Ziani lo interceptó con la mano el mismo Fonseca, provocando que el boliviano Jorge Antequera sancione un penal que cobró Roberto Martínez al llegar a los 60’. Finalmente, el 3-1 llegó por medio de una pared entre el ‘Burrito’ Ziani y Raúl Mejía que el primero culminó al batir al golero Gabriel Añón cuando faltaban tres minutos.

Muralla de tejas

Tres días después el turno fue de Alianza Lima, que dirigido por el brasileño Didí, esperaba reconfirmar el triunfo que obtuvo en su primer encuentro al vencer 0-2 a San Agustín. Para Progreso ya no había margen de error, por lo que la noche del 15 de mayo en Matute debía rescatar al menos un punto.

José Casanova prueba sin éxito un disparo al arco de Progreso (Recorte: diario La Crónica) 

En la cancha se vio una situación que ya habían anticipado los entrenadores de ambos conjuntos: el choque de dos escuelas de juego, que por lo diferentes, terminaron por anularse mutuamente. Así, mientras en Alianza se practicaba "un futbol alegre con paredes” -según manifestó ‘Cata’ Roque-, en la visita se destacaba “un estilo fuerte que destruye las paredes”.

El partido pareció que iba a ser de mero trámite para los íntimos nada más comenzar, pues Luis Escobar falló una clara ocasión frente al arco defendido por Miguel Pereyra. En los siguientes minutos Alianza desperdició más ocasiones en los pies del mismo ‘Potrillo’ y de Eugenio La Rosa, siendo un remate desde fuera del área de Tomás Farfán el momento de mayor apremio para Progreso, pues el balón chocó en el horizontal a los 38’.

La defensa uruguaya fue tenaz para proteger el punto que sacaron en el estadio de Alianza Lima (Recorte: diario El Comercio) 

Con un planteo netamente defensivo en el que hasta con nueve jugadores defendió dentro de su campo, el cuadro oriental tuvo a favor el excesivo toque corto del balón que propuso su rival, que sin poder generar más ocasiones en el segundo tiempo, se vio expuesto al contragolpe en el tramo final. Así fue que Casado tuvo la preciada oportunidad de romper la paridad en La Victoria, pero José Gonzales Ganoza sostuvo el 0-0 cuando el tiempo regular había llegado a su fin.

Aquel empate se convirtió en el primer gran suceso internacional para el club del barrio Las Tejas de Montevideo, donde la Libertadores se terminó por resolver para Atlético Progreso al golear 3-0 a San Agustín, aunque los puntos le alcanzaron solo para ocupar el tercer lugar de una tabla que lideró Peñarol, el único clasificado a la siguiente etapa.

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diarios La Crónica y El Comercio

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