Los drásticos cambios entre los que abrieron la Libertadores: Cuando el tiempo no perdona
Kenny Romero | @kenny_romero Director Periodístico |
Lo que se vivió en la noche del lunes en el estadio Nacional, tranquilamente, debió haber sido el primer partido de práctica tras la rigurosa etapa de pretemporada, por la fecha y por el ritmo que se presenciaron en el coloso de José Díaz. En Municipal, no solo quedó en evidencia la falta de rodaje, sino también la carencia de compenetración entre varios jugadores. En Independiente del Valle, se notó que aun está en formación el entendimiento de su idea de juego.
Todo esto respondió a la serie de variantes en las oncenas de ambos conjuntos en relación con las bases que emplearon en la temporada 2016. Cambiaron de manera considerable y no hubo peor escenario para ponerlo en práctica que en el arranque de la Copa Libertadores. El calendario no perdonó; sin embargo, la historia no ha sido la misma para el resto de participantes en esta instancia del torneo continental. Toca ver, paso a paso, cuánto variaron los seis equipos que abrieron la Libertadores en relación a la temporada anterior.
Cuando una base no se sostiene
Si bien la propuesta de Marcelo Grioni no ha variado, lo que ahora sí es diferente es el uso de las piezas que empleó en 2016. Es cierto, tal como el año pasado, Municipal volvió a presentar en 4-2-3-1; el golpe, aparentemente, estuvo en la ahora casi descompuesta primera línea. Allí se situaban antes Aldo Corzo, Adrián Zela, Orlando Contreras y Jersson Vásquez; esta vez el único que repitió el plato fue Zela.
A las claras, pues, era esperable alguna incomunicación edil durante el partido para que Independiente del Valle llegara con mayor seriedad, como en el tanto de Michael Estrada que se gestó tras una desatención de Zela. El colombiano Luis Calderón, así como Joao Ortiz, respondieron. El que quedó en debe fue Aldair Salazar, quien reemplazó a un Rodrigo Cuba que acusó problemas familiares.
En el medio, el 'Muni' de Grioni versión 2017 puso como acompañante de Armando Alfageme a Rafael Guarderas; este último, con mayor técnica y panorama que Juan Diego Gonzales Vigil. Mientras que en función más ofensiva se ubicaron Pedro Gutiérrez -único sobreviviente-, Pier Larrauri y Álvaro Medrano. Acá sí varió todo considerablemente y, de hecho, se habría esperado un aporte más desfachatado como los de Pablo Lavandeira, Luis García y Damián Ísmodes, de los cuales ninguno continúa en el plantel edil.
Arriba, Municipal también mostró un rostro bastante liviano con Masakatsu Sawa, quien siempre fue superado por los defensores ecuatorianos más por un tema de biotipo -algo totalmente distinto al aporte más potente de Maximiliano Velasco-. A las claras, la propuesta de Grioni, en términos de las cartas que dispuso, fue menos agresiva, pero sí más creativa para articular. Igual, ello no bastó siquiera para igualar el partido ante los ecuatorianos.
Por el lado de Independiente del Valle, ya se señaló que solo un jugador del plantel que se coronó subcampeón de la Copa Libertadores se mantiene en el once estelar: el lateral derecho uruguayo Christian Núñez. El resto, es una mixtura entre aquel plantel que casi toca la gloria y el ascenso de un grupo de jugadores promovidos del equipo juvenil. El colombiano Alexis Mendoza, a diferencia de Pablo Repetto (el DT anterior) fortaleció el 4-trapecio-2 -por las características de sus jugadores- en lugar del 4-2-3-1 que se sostenía con mayor eficiencia gracias al aporte de jugadores del corte de Julio y José Angulo, Junior Sornoza y Bryan Cabezas. La principal consecuencia para los de Sangolquí es que su propuesta varió, y al igual que 'Muni' presentó en su oncena titular a seis jugadores fichados este verano.
Sin muchas modificaciones
La llave entre Universitario de Sucre y Montevideo Wanderers sí encontró a dos equipos que prácticamente han respetado su base de la temporada 2016. Así, en el caso del elenco boliviano, no alteró en demasia su conformación de acuerdo con lo que hizo en el cierre del campeonato 2016 del fútbol de su país. De hecho, mantuvo aquel 3-1-4-2 empleado por su entrenador, Javier Vega, y solo reforzó su once principal con tres jugadores, uno por posición: el zaguero central Rodrigo Colombo, el volante Tinga y el atacante Alejandro Quintana. Lo necesario para sostener una idea de juego de principio fin.
De igual manera, lo mismo se podría decir del Montevideo Wanderers, más allá de la particularidad de que sí tuvo una variante en lo que respecta al comando técnico, ya que para este año asumió como entrenador Jorge Giordano (cerró la temporada 2016 el DT Jorge Casanova). Por lo demás, el 'Bohemio' hasta mantiene el sistema 4-2-3-1 que lo caracterizó en gran parte del torneo uruguayo y apenas hizo una variante sustancial del once base del año pasado: el arquero. Ahora bajo los tres palos está el joven Ignacio Arruabarrena y ya no Ignacio Barrios. A ello habría que agregar al conocido Sergio 'Chapita' Blanco, que no tuvo tanta regularidad en la campaña anterior pero que en la actual Libertadores arrancó desde el vamos.
Cambios de idelogía
En la llave conformada por Deportivo Capiatá y Deportivo Táchira sí hubo un borrón y cuenta nueva, sobre todo en lo que respeta a los comandos técnicos. Por el lado del equipo paraguayo, asumió Diego Gavilán -exjugador de Aurich- en lugar de nuestro conocido Víctor Genes, y con su llegada la conformación varió de manera considerable. De más está señalar que, en el duelo de estreno por la Libertadores, hubo hasta cinco modificaciones en el once titular con relación a la base que cerró la temporada 2016 del fútbol paraguayo. Así, pues, se sumaron como indiscutibles el arquero Bernardo Medina, el exmundialista Carlos Bonet, Jorge Rodríguez, Cristian Martínez y Cristian López. Es decir, prácticamente toda su línea defensiva y un solo hombre de la conducción.
Por el lado de Deportivo Táchira, también ocurrió algo similar: el colombiano Santiago Escobar asumió en lugar de Carlos Maldonado, quien presentó nada menos que seis modificaciones con relación al once estelar que empleó hasta el cierre de la campaña en 2016. Aquí también fue renovada prácticamente toda la línea defensiva, con la presencia de Layneker Zafra, Giovanny Romero y Carlos Lujano, además de los volantes Ágnel Flores, Víctor Córdoba y Pedro Ramírez. Esta, evidentemente, fue la principal razón por la que el once venezolano lució descompensado en grandes pasajes del juego que finalmente concluyó en derrota para los colores aurinegros.
En síntesis, salvo la llave entre Universitario de Sucre y Montevideo Wanderers, coincidentemente los equipos que conservaron prácticamente el once base de 2016, el resto de equipos que están tomando parte de la primera fase de la Copa Libertadores, por factores que involucran el plan de su campaña para 2017, tuvieron que hacer una cirugía en sus propuestas y en los once responsables de saltar al gramado de juego. No obstante, es la única apuesta para llegar, sobre la marcha, a competir en un torneo que por temas de formato está obligado a comenzar de manera anticipada.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Raúl Chávarry / DeChalaca.com