Foto: EFE

Una noche vergonzosa. San Martín fue avasallado por River Plate y recibió cinco goles que pudieron ser muchos más, de no haber sido por Leao Butrón. Tres goles de Abreu, uno de García y uno de Ríos fueron la decoración para el baile de noventa minutos que vivió el campeón peruano en el último partido que jugó en esta edición de la Copa Libertadores, de la cual se fue humillado.


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Fotos: EFE 

De aquellos equipos que comenzaron la Copa Libertadores en la ciudad de Lima queda poco o nada. Uno se olvidó de su sello personal: orden táctico, miedo escénico igual a cero, solidaridad en la marca. Y el otro afinó partido a partido su máquina para empezar a mantener estándares de calidad que su obsesivo director técnico busca de manera casi ‘bielsista’.

En el barrio bonaerense de Núñez, la noche de fútbol tenía un ingrediente que la hacia diferente: había tribunas que no estaban habilitadas por motivo del castigo a la barra de River Plate por los sucesos violentos de hace algunos domingos en su certamen doméstico. No había la presión del hincha que se suele respirar en cualquier estadio del Río de la Plata. Esa excusa no puede ser tomada en cuenta. De todas formas, al santo le hicieron el vale.

 
UNA BANDA MUY AFINADA

Guillermo Salas decepcionó y no pudó contener los ataques argentinos (Foto: EFE)El rendimiento de River Plate ha ido paulatinamente en franco ascenso.  En esta ocasión, el cuado millonario tuvo por momentos ritmo de equipo europeo, y con esa estampa hizo que el equipo santo jugara como equipo de barrio. Los cinco goles que recibió Butrón pudieron ser muchísimos más; felizmente, Leao está en el mejor momento de su carrera, pues sino se estaría hablando de una goleada mucho más vergonzosa.

Washington Sebastián Abreu tenía algunas rencillas con los hinchas de River Plate.  No es -o no era- un jugador querido por el común del hincha ‘millonario’. Por eso, estos tres goles que anotó el uruguayo deben haber tenido sabor a revancha y a reconocimiento a su real valor como delantero neto. Fue la figura de la cancha.

Pero obvio, cuando un delantero trasciende es porque el equipo logra hilvanar jugadas de ataque.  Los ataques son generados por habilidades propias, y por desaciertos del rival. En todo sentido, el equipo de Santa Anita fue un desastre. Nunca le tomó la mano al juego riverplatense. Podría decirse sin tapujos que la ‘Banda’ jugó contra nadie. Hubo escasa resistencia, y por eso se justifican claramente los cinco goles recibidos (fuera de Abreu, anotaron Radamel Falcao García -de taco- y Andrés Ríos).
 

Pedro García no fue ni sombra a comparación del partido de ida (Foto: EFE)SANTO SIN ALMA

Demasiados errores para un solo partido.  Demasiado marasmo para un equipo de jugadores profesionales.  No es un equipo de novatos este de la San Martín para no tener la personalidad necesaria que se requiere para afrontar un encuentro decisivo que puede significar la clasificación o eliminación de un torneo internacional. Los jugadores que se salvaron del ridículo fueron -aparte de Butrón- sus elementos más jóvenes: Bruno Bianchi y Orlando Contreras.

Del equipo con cualidades que gana en Lima con personalidad y patrón de juego ni siquiera se vio un esbozo. Aunque el reto era difíci, resultó alarmante que no supiera afrontar con la seriedad del caso lo que se estaba definiendo. De ‘Wally’ Sánchez no se supo nada en todo el primer tiempo; tampoco se sabe si jugó o no Fernando del Solar, y si los vieron, nadie en Núñez se acuerda. Jugadores que prefirieron pasar desapercibidos, alejarse de las jugadas para no ser avasallados.

Rivera buscaba respuestas en el banco de suplentes, pero los cambios no funcionaron. Tanto Quinteros como Silva y Céspedes pasaron también agazapados en medio de ese huracán que parecían formar las diez camisetas con la franja roja en el pecho. ‘Memo’ Salas fue en todo momento una puerta libre para que se paseen a su antojo Ferrari y Falcao García. River se fue de robo, y San Martín no supo salir de su asombro.   El uruguayo Abreu -acá ante Bianchi- fue el gran triunfador de la noche: marcó tres goles y se reencontró con la hinchada de la 'Banda' (Foto: EFE)

San Martín parece haber entrado en un hoyo profundo desde hace algunas fechas. Se dice que hay problemas en la interna del grupo: la partida de Leguizamón ha sido más sentida de lo que se podía esperar. Como sea, no deberían constituir excusas para dar justificación al papelón vivido en el encuentro de esta noche.

Para el cuadro santo es tiempo para redefinir objetivos, tiempo para meditar sobre su primera experiencia internacional. Tiempo también para que los otros equipos del medio asuman que no se pueden conformar con tener como objetivo llegar a alguna competición internacional. Es momento de generar condiciones para que el nivel del fútbol peruano pueda mejorar de manera integral, y no vivir de estornudos del destino -como aquella gran tarde del Monumental- que generan éxitos fugaces con la misma facilidad que borran promesas de equipos y de jugadores que terminan siendo víctimas de sus propias limitaciones.

 
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Comentarios ( 1)add
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escrito por Christiano ronaldo , April 20, 2008
Arriba River CaraHo!! jajaja pota q pena por san martin... la mala racha lo alcanzo pero q no sea escusa para seguir perdiendo. Se q mejorara.
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