En 1987, Perú dio el golpe en la inauguración de la Copa América de Argentina al amargarle la tarde al local por obra de un futbolista que ya había despertado pesadillas a los albicelestes dos años antes: Luis Reyna, quien esa vez ya no marcó a Diego Maradona, pero sí equilibró un gol del 'Pelusa' con un cabezazo soberbio.
Auspicio Hyosung Perú

 

BUENOS AIRES, ARGENTINA, 27 DE JUNIO DE 1987. Se inaugura la Copa América en el Antonio Vespucio Liberti de River Plate y todas las miradas en el inmenso 'Monumental' están puestas en un solo jugador: en el mejor del mundo. Diego Armando Maradona está en el césped para enfrentar a Perú, en un duelo que tiene sabor muy especial, pues el 'Pelusa' se reencuentra con el jugador que dos años antes supo anularlo con recursos diversos en el partido en que lo enfrentó en Lima. Por eso, también, buena parte de las miradas del mundo está puesta en Luis Alberto Reyna. Sin embargo, ese día el volante no es el encargado de marcar a Maradona: Fernando Cuéllar, el DT peruano, dispone que sean Cédric Vásquez y Javier Chirinos quienes se ocupen del 'Pelusa'. Y eso ocurre por pedido expreso de Reyna, quien quiere jugar más suelto y ser reconocido por algo más que por solo opacar a otro jugador; y luego de los 2 minutos, cuando una falta del volante peruano hace rodar a Maradona, nunca vuelve a cruzarse con el astro.

 

 

Igual, el 'Diego' no está dispuesto a ceder protagonismo a nadie, y pone en ventaja a Argentina al regreso de vestuarios. A eso, Perú, sin mucha capacidad de juego, opone intentos de pelear por el empate, pero con escasa claridad. Hasta que a los 59 minutos, se encuentra la ocasión. Un córner desde la izquierda es servido por Roberto Martínez, y Reyna, como si fuera un mariscal de área, se eleva por sobre todas las cabezas rivales y manda el balón al fondo del arco de Luis Islas. Con convicción, decisión y firmeza, Perú sella el 1-1.

El grito interminable de 'Cachete', con mano derecha agitada al viento, acaba fundiéndose en un abrazo con el 'Gato' Cuéllar, en agradecimiento al gesto de haberle permitido jugar. Y el silencio del 'Monumental' explica que un país entero se ve sorprendido por el hecho de que un jugador supuestamente destinado a obstaculizar el juego ha logrado, jugando, amargarle la tarde. De hecho, aquella vez Luis Reyna marcó su único gol en los 39 partidos en que militó en la selección peruana: suficiente para limpiar su imagen de supuesto futbolista de mañas arteras, cuando en realidad hubo quienes trataron de manera mucho más cruenta a Maradona y, por cierto, nunca tuvieron la capacidad de gritarle un gol en su propia cancha.


Leer más...

Otro gol de Copa América al minuto 59: Flavio Maestri (Perú) a Chile en 1991

Comentarios ( 0)add
Escribir comentario
quote
bold
italicize
underline
strike
url
image
quote
quote

busy