Minuto 36: Bote y rebote
LIMA, PERÚ, 6 DE JULIO DE 2004. El estadio Nacional, lleno de bote a bote, ha visto a Colombia derrotar con lo justo a Venezuela en el arranque de la Copa América y ahora se apresta, en ambiente festivo, a celebrar. El rival de Perú es Bolivia, usualmente visto por debajo del hombro y, aun cuando la blanquirroja ha tenido un rendimiento irregular en las Eliminatorias, se da por descontado que con Palacios, Pizarro y Farfán en cancha el triunfo se quedará en Lima. Pero quizá pocos de los 45 mil espectadores han tomado referencia en los libros de historia para conocer que en 1953 ya Bolivia le había amargado una inauguración de Sudamericano a Perú en el Nacional, y por tanto no aceptan lo que comienzan a ver en el campo.
Un Perú anodino y confundido sufre el golpe letal en el minuto 36. Pase largo hacia las inmediaciones del área peruana y allí la amasa alguien que se motiva especialmente cuando tiene una banda roja al frente. Se llama Joaquín Botero, y tras recibirla de espaldas al arco lo primero que atina a hacer es liberarse de la pelota y dársela a uno que sabe: Limberg Gutiérrez. El rollizo volante, sabio para distribuir, aguanta la jugada y, una vez sabiendo que Zegarra y Rebosio han ido a cerrarlo, la suelta con pase magistral para que Botero entre, como le gusta, perfilado por derecha. Y antes de que Acasiete caiga al cruce, el goleador altiplánico la cruza a la derecha, inatajable para Oscar Ibáñez. Bolivia silencia a Lima otra vez y gana 0-1.
En el complemento, Lorgio Álvarez estiró la ventaja y sembró fantasmas en el Nacional, que se disiparon con el descuento de Pizarro y el posterior golazo colosal de Palacios que ya ameritó espacio en un recuento anterior en esta sección. Pero amén de ese recuerdo magno y la remontada del caso, queda claro que aquel 2-2 fue un muy mal resultado para Perú y más bien uno positivo para Bolivia, que abrió así una vez más de manera auspiciosa una Copa América en la que luego no pudo sostener el ritmo y quedó afuera en primera fase. Eso, sin duda, no le quita para nada a Botero el gusto de haber iniciado su costumbre de anotarle a Perú: después la ratificó en La Paz en el 1-0 boliviano por las Eliminatorias a Alemania 2006 y otras dos veces en el 3-0 en el proceso hacia Sudáfrica 2010. Un goleador prolífico que marcó 20 tantos con su selección en 48 presentaciones, el 20% de ellos a la blanquirroja.
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