Foto: revista El Gráfico PerúLa única postal grata de la Copa América 2004 para los peruanos, fuera de las fotos de estadios y ceremonias, es la que encabeza este artículo. ¿Cómo dejar de decirle gracias a Roberto Palacios por su golazazazo a Bolivia?

 

Fuera de la impecable organización, la Copa América de 2004 no dejó mayores recuerdos para los peruanos. Se ganó un solo partido, ante Venezuela, pero se perdió a Claudio Pizarrro por una lesión que afectó seriamente su carrera a manos del rocoso venezolano Alejandro Cichero. No se pudo derrotar a Colombia cuando el fixture para el anfitrión auguraba un mejor camino si se obtenían los tres puntos y luego, con un impecable tiro libre de Tévez, se pagó esa enorme factura.

La Copa de 2004 me sorprendió fuera del periodismo deportivo, haciendo prácticas en la revista económica que hoy jefaturo. No conseguí acreditarme y cuando fui a conseguir esos abonos que vendían para ir al Nacional en todas las jornadas, desde la inauguración a la final, quedaban pocos. Adquirí uno de Popular Norte, una tribuna que jamás había pisado. Hice una cola enorme, de muchas cuadras, a la que estaba desacostumbrado para poder llegar aquella tarde del 6 de julio a ver la ceremonia, con el canto de Tania Libertad y el Colombia - Venezuela de aperitivo. "Woodman presidente" bajó como estribillo en algún momento de las gradas. Vaya si el fútbol resiste todo tipo de emociones.

Así, quizá el único momento evocable de la blanquirroja en aquella Copa peruana se produjo, irónicamente, en medio de una cirucunstancia ingrata. Porque ceder un empate en casa ante el rival teóricamente más débil en el debut es siempre, por definición, un prototipo de desastre. Pero ese empate pudo ser derrota ante Bolivia, que se había puesto en ventaja con goles de Joaquín Botero y Lorgio Álvarez. No ocurrió así gracias a -vale ponerse de pie- Roberto Carlos Palacios Mestas.

Minuto 86


 

Terrible noche de todos, todos. Vílchez una puerta abierta, Zegarra muy flojo, Rebosio fuera de foco. Bolivia dos goles arriba, y un penal casi consolador de Pizarro que no bastaba. Tanto que cuando a los 62' el ídolo había entrado a la cancha en reemplazo de Nolberto Solano, ni siquiera había habido atisbo para la ilusión. Porque claro, era mi predilecto y el de una generación entera, pero lo cierto es que ya no estaba para grandes trotes. Meses antes, en marzo, cuando Perú había perdido 0-2 con Colombia en el mismo Nacional por Eliminatorias, al final del partido me había ganado en Occidente Baja con un barbón que vía una radio AM bramaba ira diciendo que al señor Roberto Palacios había que decirle gracias y a su casa porque ya estaba acabado para el fútbol. Esa vez había tenido ganas de arrancharle el micrófono y decirle que se lave la boca. Porque al que supo dar alegrías había que respetarlo aún cuando ya no pudiera aportar para empatar un partido como ese que se perdía ante Bolivia.

El acoso peruano del final del partido era desordenado y torpe en búsqueda del empate. Tanto como lo fue una pelotera en el área a los 86'. Intentó Farfán, intentó Pizarro y hubo rebotes. La pelota quedó cerca de la medialuna y Palacios la recibió de espaldas al arco flanqueado por los bolivianos Cristaldo y Galindo. Imposible pasar allí, pero no: el 'Chorri' la "cuchareó" hasta sí mismo, dejando a los dos rivales más verdes que nunca. La pelota dio apenas un bote y otra vez, teniéndola ya de frente, hizo la distinta: la estiró delante de Ronald Arana e hizo imposible cualquier despeje de este, para luego, sin misericordia, sacar un zurdazo furibundo para fulminar a Leo Fernández. Decir golazo es poco; decir éxtasis tampoco alcanza. Fue el que casi inminentemente será el último gol de Roberto Palacios en una Copa América. Fue el mejor.

Con tanta gente que había ido llegando, me había ido más y más arriba hasta quedar con la espalda recostada a la base misma de la Torre de Norte. Allí, resignado y amodorrado, esperaba el pitazo final de Baldassi para consumir la pena enorme. Y en eso el ídolo, y en eso su genialidad; ya solo cuando hizo la cuchara parecía un extraterrestre. Y cuando la clavó y corrió para hacer su paso de marinera, allí cuando Farfán y Soto lo perseguían como se ve en la foto superior, todo era jolgorio, todo era delirio. Quería buscar al barbón de marzo y mentarle la madre, gritarle la vida. Y allí en esa tribuna con los de Cristal, con los de la 'U', con los de Alianza. Con mi generación, la generación que creció soñando con 'chorrigolazos', y otras generaciones también. Porque el 'Chorri' era, es y será de todos los peruanos, de los que orinan en la calle y de los que nos quejamos de eso pese a que más de una vez lo hemos hecho. Porque en estos tiempos electoreros en que todo parece dividir vale la pena recordar que hay quien es capaz de unir, ¿verdad?

Foto: revista El Gráfico Perú

Comentarios ( 5)add
...
escrito por kamikaze , April 06, 2011
CHORRI IDOLO...
...
escrito por bezada , April 06, 2011
Gran artículo, muy bueno, GRACIAS CHORRI
...
escrito por Italo , April 06, 2011
Cómo olvidar aquel día. Ni bien llegué de clases (3º de secundaria) enrumbé hacia el mítico Nacional con unos amigos de colegio. Ya en la popular sur, nos encontramos con otros compañeros de promoción. La frustración fue grande al vernos 0-2 abajo, pero SÍ había ilusión. Fue entonces que la curva de sur-occidente empezó a levantarse y aplaudir al ver como el Chorri se quitaba el chaleco e iba corriendo a recibir las indicaciones del DT.

El gol del Chorri fue de antología. Pero vale destacar que ese día jugó una barbaridad en el tiempo que le tocó estar. Poquísimas veces he visto que un ingreso le cambie tanto la cara al equipo como lo hizo el Chorri ese día. Entró a elaborar paredes, gambetear, correr, marcar, sacar laterales, corners. ¡Qué bestia! Él solito se puso el equipo al hombro.
...
escrito por Jesus R. , April 06, 2011
Si mal no recuerdo, en la transmision dijeron que el Chorri estaba algo agripado, que por eso estaba en la banca. Pero que garra que le puso cuando entro a la cancha.

Podran decir cualquier cosa de el, pero el Chorri siempre, siempre dejo el alma con la blanquirroja puesta. Y lo recordaremos por eso ademas de sus "chorrigolazos"
...
escrito por Ivan , April 08, 2011
Era el empate con Bolivia en casa en nuestro debut en Copa America, y habia "extasis" por un empate 2-2, asi sea el gol de Maradona a Inglaterra el 86, creo que la logica, la dignidad, la verguenza, etc. indicaban que en vez de huaynitos y demas cosas, se corriera inmediatamente al centro del campo, como reclamaba el camello. Senti mucha verguenza como peruano aquel dia...sin HD
Escribir comentario
quote
bold
italicize
underline
strike
url
image
quote
quote

busy