Cañonazos de bienvenida
Roberto Gando | @Roberto_Gando Editor |
Hubo un antes y un después para Sport Boys desde que Valeriano López apareció marcando goles con la rosada. Y fue así porque antes de él, el cuadro porteño había dejado de pelear el título luego del que ganó en 1942; mientras que desde su arribo al Callao en 1946, recuperó el prestigio de ser un conjunto que podía cumplir grandes partidos ante cualquier rival.
Las postales
Luego de fichar por Boys en el verano de ese año y de cumplir una gira por Colombia en la que se compenetró con sus compañeros de ataque, el estreno oficial del ‘Tanque de Casma’ se dio el sábado 18 de mayo frente a Alianza Lima en la primera fecha del campeonato de la Asociación No Amateur.
Ambos rivales se habían enfrentado una semana antes en el Torneo Relámpago organizado por el Círculo de Periodistas Deportivos del Perú, siendo el resultado favorable para los rosados por 3-2 con tres tantos de Valeriano López, un claro aviso de lo que estaba por venir.
Ya jugando por los puntos, la primera víctima de Valeriano fue el golero Leonidas Córdova, quien no era el titular en Alianza, pero que por enfermedad de Teódulo Legario debió cubrir el arco ese día. Su primer gol lo convirtió en un tiro libre que ejecutó con violento remate para marcar el tercer tanto del partido ante los íntimos, los que hasta los 34’ perdían 1-2.
Tras el empate anotado por Félix Castillo, a los 41’ el centro delantero de los rosados anotó otro gol, esta vez por la vía que lo caracterizó durante toda su carrera: de cabeza. Aquel primer tiempo finalizó con un cuarto tanto porteño obra de Luis Gallegos, otro jugador que debutaba.
El desgaste físico que generó esa primera mitad afectó sobremanera al cuadro blanquiazul, que en el complemento ya no tuvo la fuerza necesaria para sostener el ritmo impuesto. Así, con 74’ en juego fue que el resultado cobró color para Boys, pues Valeriano señaló su tercera conquista, también de cabeza al pescar un rebote; mientras que Gallegos cerró la cuenta con otros dos tantos en los últimos diez minutos, marcando un 2-7 inapelable.
Fue un encuentro redondo para los rosados, los que no solo golearon a un rival complicado como Alianza, sino que también demostraron haber ganado el concurso de un delantero que ese mismo año fue el goleador del campeonato y que con el correr del tiempo se convirtió en toda una leyenda del fútbol peruano.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diarios El Comercio y La Prensa