Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comLa César Vallejo visita Lima para enfrentar a Alianza Lima por la final del Torneo del Inca. Hace 82 años otro equipo trujillano, Alfonso Ugarte de Chiclín, realizó su primera visita a la capital y estableció una relación especial con los íntimos: los ayudaron a entrenar y les cedió, por un partido, al ‘Mago’ Juan Valdivieso.

 

El fútbol trujillano está al tope en la presente temporada con la campaña que cumple la César Vallejo en el Torneo del Inca, disputando ante Alianza Lima su primera final en un torneo de Primera División. Sin embargo, el primer equipo de Trujillo que supo destacar en el Perú más allá de su región fue el Alfonso Ugarte de Chiclín.

Los también conocidos como ‘Diablos Rojos’, campeones de la Copa Perú 1967, llegaron por primera vez a Lima en 1933 para realizar una gira que incluyó dos partidos amistosos. Lo hicieron siendo campeones de La Libertad, y más allá de los resultados, les sirvió para entablar una cordial relación con Alianza, el de los íntimos, con Alejandro ‘Manguera’ Villanueva a la cabeza.

Tan cerca, tan lejos

Corrían los primeros días del mes de mayo cuando en la capital se dio la oportunidad a los representantes de provincia para demostrar su valía dentro de una cancha. Por entonces, gran parte de la atención en el fútbol local se centraba en lo que hicieran los equipos de Lima, que acaparaban las páginas en los medios, por lo que la presencia de estos equipos suponía, más que una novedad, toda una curiosidad.
Arturo Wertheman, de Universitario, conecta de cabeza un balón sobre la marca del half derecho Pérez del Ugarte de Chiclín (Recorte: diario La Crónica)
Fue así que llegó primero una representación del FBC Pierola de Arequipa a nombre de la región sur, mientras que por el norte -justo después que culminó la travesía arequipeña- se hizo presente el Alfonso Ugarte. Los de Chiclín emprendieron el viaje reforzados con lo mejor de su zona, teniendo seguros los encuentros ante Universitario de Deportes y el Sportivo Tarapacá Ferrocarril.

El choque ante la ‘U’ se pactó para el domingo 28 en el Stadium Nacional, y pese a las buenas referencias con las que llegó, el cuadro chiclinense se tuvo que aguantar un pésimo debut pues perdieron 7-2. A pesar de la goleada, se destacó el buen accionar en los primeros minutos del Ugarte durante la segunda etapa, cuando lograron anotar por intermedio de su capitán Carlos Domínguez y de Andrés Ordóñez para descontar tres tantos cremas, pero agotando sus fuerzas tras un viaje por mar al que no estaban acostumbrados y que los dejó sin su mejor estado físico.

Un calco sin copia

Hasta ese momento Alfonso Ugarte estaba acostumbrado a entrenar y jugar sin un nombre que tuviera el cargo de entrenador. Su preparación partía según lo que los jugadores más experimentados dispusieran, algo común para la época. Pero para encarar su siguiente compromiso contaron con la dirección de Juan Valdivieso, el arquero de Alianza Lima, equipo que una semana antes regresó al Perú luego de su primera gira a Chile (la más conocida, la del ‘Rodillo Negro’, la realizó dos años después).
Alianza Lima y Alfonso Ugarte de Chiclín, juntos, antes de cumplir una de las prácticas con las que el equipo blanquiazul apoyó a su par trujillano (Recorte: diario La Crónica)
El ‘Mago’ estaba por entonces en boca de todos porque en el último partido de los íntimos por tierras chilenas, ante el Badminton, dejó su puesto en el arco para actuar como delantero centro en vista de las diversas bajas por lesión que tenía el plantel blanquiazul. Ahora en Lima, dispuesto a enfrentar un nuevo reto ante el Tarapacá Ferrocarril, se entrenó a la par de sus dirigidos y lo hizo además en un ambiente muy familiar pues Alianza, con todas sus figuras, se prestó para la ocasión y ayudó a los trujillanos en su preparación.

Tras cinco días siendo exigidos a un mayor nivel, el 4 de junio los ‘Diablos Rojos’, con Valdivieso como gran novedad en su once titular, salió al campo del Nacional en busca de lavar su imagen ante la afición capitalina que, en gran e inesperado número, pobló las tribunas e inmediaciones (se dice que fueron cerca de diez mil aficionados).

A la hora de la verdad, sin embargo, de poco les valió la expectativa generada porque los chiclinenses cometieron el error de querer copiar el estilo de juego que vieron en esos días de entrenamiento con Alianza, con un ritmo pausado, pero sin la sorpresa que los íntimos conseguían al contar con jugadores de gran calidad. Así, apenas a los 3’ de juego recibieron un gol del Tarapacá, cifra que igualaron cuatro minutos después, pero luego vino la debacle.
Carlos Domínguez, del conjunto trujillano, sale a cortar un avance del Tarapacá Ferrocarril (Recorte: diario La Crónica)
Un tanto tras otro, el primer tiempo culminó 4-2 a favor del cuadro limeño, que tuvo su mejor valor en el arco, con un sacrificado Valdivieso, abandonado casi a su suerte por una defensa que resultó demasiado inexperta y que por momentos lo obligó a actuar varios metros delante de su portería, casi como un back. En la segunda mitad la situación mejoró un poco con cambios en el campo para Alfonso Ugarte, aunque no lo suficiente como para evitar otras dos anotaciones que redondearon el 6-2 final.

Los elogios para el desempeño del portero aliancista fueron varios, porque sin su labor -salvando varias ocasiones- el resultado pudo ser mayor, aún pese a fallar en un par de goles. Para los de Chiclín, en cambio, las críticas fueron varias, pues no dieron la talla en su primera incursión frente al gran público limeño y el ramo de flores que recibieron como obsequio antes de su segundo encuentro, más que un gesto de saludo, dio la impresión de ser un augurio de la fatal despedida que tuvieron.

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diario La Crónica


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