Gálvez - Alianza Lima: Papel reciclado
La frecuencia: CMD
El tercer partido del Torneo Intermedio, desarrollado en el estadio Manuel Rivera de Chimbote, llegó con los relatos de Jorge Kieffer y los comentarios de Óscar del Portal. Se trató pues, de una dupla bastante dinámica y que supo combinar los pasajes oscuros del partido con un humor que, de seguro, endulzó el ánimo de los televidentes. No obstante, habría que hacer hincapié en un detalle que no se puede dejar pasar por alto: durante el primer tiempo, Kieffer se refirió a que, hasta el momento, “los equipos del Interligas y de la Copa Perú vienen predominando en el Intermedio”, en clara alusión a las clasificaciones de Deportivo Municipal y Atlético Grau. Que quede claro: el Interligas de Lima Metropolitana viene a ser la Etapa Provincial de la Copa Perú en la capital; dicho sea de paso, a la Copa Perú se la llama como tal desde la Etapa Distrital. Por ende, el Interligas no es un torneo ajeno al “fútbol macho”.
La pizarra: Paridad con advertencia
Como ya se sabía en los días previos al partido, Alianza Lima encaró el partido con su plantel reservista. De hecho, se trató de una oncena bastante entusiasta y con clara predisposición táctica, detalle que evidenció el grado de compenetración que han forjado durante el Torneo de Promoción y Reservas -además la mayoría se conoce de categorías de menores-. Para resaltar el desdoblamiento que presentó la línea que ubicó José Soto (DT interino) en el mediocampo, con Saúl Anicama y Carlos Beltrán duplicando energías para recuperar y crear jugadas, y la incansable labor de Diego Donayre y Diago Portugal (hasta que permaneció en el campo) por los extremos, siempre bien apoyados por los laterales José Mesarina y Branco Serrano. No obstante, quien destacó nítidamente fue Jairsinho Gonzales, ex Acosvinchos y mejor jugador de la Segunda División 2010 para DeChalaca.com: el hijo del ‘Mágico’ Gonzales, en reiteradas oportunidades, se las ingenió para desequilibrar como enganche, siempre situado por su mejor perfil (el izquierdo), y dejando en ridículo en más de una oportunidad a Javier Salazar y Juan Zevallos. Cuando se retiró de la cancha, se diluyó la picardía en tienda íntima.
José Gálvez, más bien, prácticamente conservó a su plantel titular el torneo de ascenso; de hecho, las novedades fueron la presencia de Víctor Oviedo, Álex Magallanes y Janio Posito, quienes se acoplaron al 3-2-3-2 que ‘Rafo’ Castillo emplea cuando actúa como local. La propuesta chimbotana en la fracción inicial -que no funcionó- fue trabajar con Juan Zevallos -de irregular desempeño- y César Medina -que fue creciendo con el transcurrir de los minutos- como extremos para asociarse con Álex Magallanes, hombre que, pese a su experiencia, no estuvo a la altura de las circunstancias, motivo por el cual fue reemplazado en el periodo complementario. Arriba, lo de Janio Posito y Cosme Garcete fue persistente pero improductivo: entre los dos se encargaron de engrandecer la actuación de Anthony Mamani, portero íntimo en el estadio Manuel Rivera.
Los cambiazos: Plan ‘V’ en casa
Antes de la reanudación, Rafael Castillo hizo borrón y cuenta nueva. Sacó a Magallanes, Zevallos y Cabada, y envió a Javier Carnero, Jhonny Obeso y Daniel Pelaez. Con el ingreso de estos tres jugadores (pese a ser otros intérpretes), José Gálvez pasó a utilizar el 4-cuadrado-2, sistema empleado en todos los partidos que encaró en condición de visitante durante el actual ascenso, condición en la que, dicho sea de paso, solo ha sabido de victorias (ante Coopsol en Chancay y San Marcos en el Callao). Con esta táctica, los chimbotanos salieron a arrollar a los blanquiazules, y si bien les alcanzó para empatar, genero varias ocasiones de gol que fueron desaprovechadas por sus atacantes. Lo de Alianza Lima, por el contrario, mantuvo su misma ideología y no trastocó el plan táctico: Robert Tarrillo sustituyó a Diago Donayre por lesión, mientras que Gino Guerrero ingresó en lugar de Jairsinho Gonzales, aparentemente por cansancio de este último.
El capo: César Medina
Como se mencionó líneas arriba, la actuación del hombre forjado en la Academia Francisco Ríos fue creciendo conforme transcurrió el partido, y tuvo su momento clave cuando ‘Rafo’ Castillo varió su planteamiento, con lo cual el ‘10’ galvista pasó a manejar los hilos del equipo junto a Javier Carnero. Obviamente, tampoco se puede dejar de mencionar la performance de Jairsinho Gonzales; como ya está dicho, fue la pesadilla de los defensores locales.
El extraviado: Miguel Curiel
Junto a José Mesarina fueron los hombres más experimentados de la oncena titular aliancista, pero el ex atacante de Sport Boys nunca se sacrificó como único referente en el área. Durante los 90’ se lo notó apático, impreciso y, por su fuera poco, erró el primer penal en la tanda de los doce pasos. De haber concretado, probablemente otra habría sido la historia en Chimbote.
Jailaits
Varita mágica: Desde que comenzó el partido, Alianza Lima le sacó la lengua a los pronósticos y comenzó a acechar la valla custodiada por Marco Flores. Y sus primeras incursiones tuvieron un común denominador: el pase en profundidad para Jairsinho Gonzales y su constante desequilibrio con el adversario de turno. Después de dos situaciones desperdiciadas, llegó la apertura del marcador: sobre los 46’+, Gonzales recibió un servició por la izquierda y, tras amagar y dejar desairado a Juan Zevallos, sacó un latigazo con apariencia de centro que, de manera silenciosa, se fue desviando hasta sorprender al portero local. El 0-1 era lo más justo al cierre del primer tiempo.
Le importó un bledo: Luego del constante asedio de Gálvez en la complementaria, y el constante lucimiento del arquero Mamani -sobre todo en una acción previa en la que desvió un cabezazo de Janio Posito-, el dueño de casa encontró la paridad: Tras un tiro de esquina de César Medina, apareció la cabeza fantasmal de Víctor Oviedo, quien fulminó las posibilidades de Alianza y decretó el 1-1 a los 82’. Luego llegó la infantil expulsión de Ricardo Ronceros y el final de los 90’.
El peso de la ley: José Gálvez, como dueño de casa y equipo experimentado, era el favorito para ganar en la definición de los doce pasos. Tal premisa lo ratificó desde el primer disparo de Luis Mayme, y contrastó con el lanzamiento errático de Miguel Curiel. Tras ello, lo de los chimbotanos fue casi perfecto: salvo el error en el disparo de Jhonny Obeso, el resto infló las redes de Anthony Mamani. Así fue se consumó la historia. Los dirigidos por ‘Rafo’ Castillo dejaron en el camino a los jóvenes blanquiazules y aguardan por José María Arguedas o Inti Gas en octavos de final.
Fotos: Diario de Chimbote