Ocaso albo
Horas después de perder las elecciones a la alcaldía provincial de Cañete, Percy Alcalá renunció a la presidencia de Walter Ormeño. Sin embargo, pese a parecer una decisión con claro tinte de oportunismo político, su periodo deja aristas positivas que son reconocidas por los aficionados cañetanos.
Si hay un lugar que se caracterizó desde hace muchos años en dotar al fútbol peruano de grandes valores, esa fue Cañete. Teodoro 'Lolo' Fernández y Héctor Chumpitaz son dos personajes míticos de nuestro balompié que nacieron en esta cálida tierra, fuente inagotable de buenos jugadores y con devoción a los dos clubes más tradicionales de estos lares: Atlético Independiente y Walter Ormeño. En el caso de los rojos de San Vicente, los años transcurrieron siendo mayormente protagonistas principales de la Etapa Departamental de Lima en la Copa Perú. Incluso, la 'I' registra siete temporadas en la Segunda División, entre 1983 y 1989.
Su más enconado rival, con el que protagoniza el clásico cañetano, vivió también temporadas felices. Y es que los albos de Imperial pueden decir que fueron el único equipo de la provincia que llegó a la máxima categoría del fútbol peruano, en el año 1974. Tras ello, la 'W' tuvo un paso de cinco campañas en la Segunda División, entre 1987 y 1991. Sin embargo, lo que vendría después para los 'Leones Blancos' serían años de oscuridad en la Liga Distrital de Imperial. Aquellas campañas llenas de gloria parecían habitar solo en el recuerdo de los hinchas albos, ya que el presente estaba casi siempre ligado a luchar por la permanencia en su torneo distrital.
Hasta que en 2012, Percy Alcalá asumió las riendas de la institución imperialina y prometió devolverla a los primeros planos. Algo que cumplió casi de inmediato, ya que en esa temporada Walter Ormeño llegó hasta la Etapa Nacional de la Copa Perú, donde fue eliminado a manos de Defensor San Alejandro de Ucayali en octavos de final. Su buena campaña le valió al cuadro cañetano para ser invitado por el directorio de la Segunda. Así, en 2013, los albos accedieron a la división de plata y cumplieron una regular actuación ubicándose en el octavo lugar.
Los 'Leones Blancos' vivían su tercer periodo de auge en su historia pero este año tenía un acápite que podía influir en el equipo: las elecciones municipales. Y es que Alcalá iba a centrar sus esfuerzos en su campaña para al alcaldía provincial de Cañete. Algo que propició que la planificación de esta temporada se descuidara desde el principio y que el plantel, a estas alturas del año, luzca impago por más de tres meses. Una aguda crisis económica y una precariedad logística que condujeron a un resultado previsible: que el elenco cañetano aparezca como colero absoluto en el torneo de ascenso.
A falta de ocho jornadas para el final, Walter Ormeño es firme candidato para volver a la Copa Perú y, como si eso fuese poco, ayer se conoció la renuncia irrevocable de Percy Alcalá, quien hace unas horas perdió la oportunidad de llegar al sillón municipal. Cálculo político podrían decir algunos. Razón no les faltaría. Pero tampoco habría que olvidar que Alcalá dio una mano a un club con gran arraigo en su momento más delicado. Por ello ha despertado también mensajes de gratitud por parte de varios hinchas de la 'W', que han prometido hacer fuerzas para lograr que el equipo termine su participación sin más contratiempos esta temporada. Para ello, han conformado una Comisión Transitoria que será presidida por Juan Carlos Yupán.
La humilde opinión de este redactor es que es legítimo buscar notoriedad a través del fútbol, lo que sí es reprochable es el hecho de no dejar nada para el club. El mecenazgo le hizo mucho daño al fútbol peruano en décadas pasadas y debemos evitar su proliferación en el presente. ¿Y qué es dejarle algo al club? No regalar la plata. Así de simple. O sea, no conformarse con solo cubrir los gastos del plantel y los traslados del equipo. Sino también tener una visión futurista. Que inculque la formación de jóvenes valores dentro de los clubes. Una inversión que será devuelta con el paso del tiempo, por ejemplo, con futuras transferencias hacia clubes de mayor envergadura.
Que quede claro para la gente que quiere poner su dinero en el fútbol: no se trata de regalar los pescados, esto es cuestión de enseñarle a los clubes métodos para aprender a pescar por sí solos. Un legado que quedará en las instituciones, más allá del paso de las personas.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: prensa Walter Ormeño, prensa Carlos A. Mannucci
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