Al celeste, lo que le cueste
Manchester City y Nápoli no solo comparten el mismo color de camiseta, sino un presente descendente que podría terminar por costarles los objetivos iniciales de la temporada. Aquí una posible explicación de lo que les ha pasado.
Estando ya cerca de la recta final de la temporada europea, dos equipos que en un inicio fueron sensación están comenzando a tener problemas para cerrar el año como lo esperaban en un inicio. Como paradoja, ambos visten de celeste y ambos han tenido una caída en las últimas semanas quizás por el mismo motivo.
La referencia es para el Manchester City y el Nápoli, dos equipos que ganaron seguidores por su juego y dedicación, pero que en las últimas semanas han comenzado a flaquear y pueden quedarse sin los laureles que en algún momento merecieron y esperaron alcanzar. Curiosamente, ambos fueron rivales en el mismo grupo de Champions, en donde los ingleses se quedaron afuera y los napolitanos avanzaron hasta octavos.
El dinero no compra la felicidad
Por mucho tiempo, los citizens fueron los claros líderes en Inglaterra. Con un Manchester United lleno de dudas, un Arsenal desahuciado y un Chelsea con problemas internos, parecía que el nuevo rico de la Premier se la iba a llevar con relativa facilidad. Pero la reciente derrota en el Emirates ante el Arsenal parece haber sepultado la posibilidad de que este año se queden con algún título.
Desde que fueron eliminados de la Europa League por el Sporting de Lisboa, el equipo ha andado con tumbos, perdiendo puntos que hace algunas semanas eran impensados. Dos temas claves pasaron en el equipo de Roberto Mancini. En primer lugar, los problemas internos con sus delanteros. Primero fue Carlos Tévez, a quien el técnico italiano separó del equipo con total razón por la falta de compromiso del argentino y luego, el soportar el carácter de Mario Balotelli. El delantero italiano ha sido protagonista durante toda la temporada dentro y fuera del campo, algo que Mancini ha tenido que manejar para no quedarse sin delanteros. Ejemplos claros hay bastantes, entre ellos las expulsiones sin sentido como la última ante el Arsenal.
Esto último es lo que explica el regreso de Tévez al primer equipo. Mancini solo tenía tres delanteros (además de Balotelli, a Edin Dzeko y a Sergio Agüero) y no le bastaba para la cantidad de partidos que ha tenido que jugar. De otro lado, es claro que la jerarquía e historia no se compran. Como bien rezaba un cartel en el Emirates, “You can’t buy class” (No se puede comprar la clase) y es que, pese al tremendo plantel que maneja el City, ha terminado quedándose fuera de varias competiciones por un tema de jerarquía. Le pasó en la Champions y le volvió a pasar en la Europa League. Le está pasando en la Premier también. Los dos empates consecutivos ante el Stoke City y el Sunderland han terminado por alejar a su rival citadino a ocho puntos a falta de seis fechas. Así, la falta de jerarquía para afrontar momentos claves de la temporada han terminado por darle la ventaja a un equipo como el Manchester United, que sin ser el ‘cuco’ de otras temporadas, parece que se llevará el bicampeonato y su vigésimo título este año.
Tristeza sureña
En otra liga y otra realidad, el Nápoli también ha comenzado a sufrir un bajón en este momento clave de la temporada. Es cierto que los celestes nunca fueron un candidato serio por el título, pero sí se esperaba que no tengan problemas para asegurar una plaza en Liga de Campeones. Comenzaron la temporada siendo una de las gratas sorpresas del a competencia continental al clasificar a octavos dejando en el camino al favorito Manchester City y estuvieron cerca de dar la sorpresa ante el Chelsea. Una vez más, la falta de costumbre de estar en esas lides terminó con su eliminación tras un 4-1 claro en Stamford Bridge.
En lo que respecta a la Serie A. Los del sur de Italia han tenido dos rachas negativas que están terminando por ser determinantes. Entre enero y febrero tuvieron una racha de cinco partidos sin ganar, lo que incluyeron cuatro empates, dos de ellos en el San Paolo. Pese a su posterior recuperación, ahora último han hilvanado una serie de cuatro partidos sin ganar, entre los que se incluyen dos derrotas, la más reciente ante la Lazio, uno de sus rivales por el tercer cupo a la Champions.
El caso del Nápoli es similar a la del Manchester City. Su falta de jerarquía para ganar puntos clave de local lo han dejado por el momento en una quinta posición que le da acceso a la Europa League, pero a seis de la tercera ubicación. Cerca atrás están la Roma y el Inter, dos equipos grandes y acostumbrados a jugar bajo presión. Ambos podrían terminar por sacar al Nápoli de los puestos europeos. Claro que su lugar en Europa ya está asegurado. Los celestes jugarán la final de la Coppa Italia el 20 de mayo contra la Juventus, y al estar los bianconeri casi asegurados en Champions, el Nápoli podrá quedarse con el puesto de Europa League así no gané la Coppa.
Le ha sido difícil a los celestes el jugar con equipos más acostumbrados a estar en la zona alta como la Lazio y el Udinese, que sin ser ninguna maravilla de equipos, le están sacando ventaja en estos momentos claves. Con un plantel bueno, pero corto y poco experimentado en momentos como este, el Nápoli es probable que siga una tendencia descendente pese a que los partidos que le restan no son tan demandantes.
En todo caso, tanto Nápoli como Manchester City han terminado por demostrar lo que es un viejo mito futbolístico acerca de la importancia de la experiencia y la jerarquía e histórica de los clubes. Ambos son buenos equipos, juegan un buen fútbol y tienen un buen nivel, pero han fallado en momentos claves, algo que los está dejando sin títulos ni posiciones auspiciosas. Faltan algunas semanas para que se acabe la temporada y todo puede pasar, pero ambos han pasado de depender de sí mismos a tener que esperar que los jerárquicos tengan un tropiezo en los siguientes fines de semana.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: AFP
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