After Party: Canta y no llores

PARTIDO APARTE. Obviamente, era un detalle que no podía pasar desapercibido, y que ya se tocó en diversos medios televisivos, radiales y escritos. Acá tampoco va a ser la excepción: palmas para Franco Navarro por hacerle una sencilla mirada de desprecio a la determinación absurda, ridícula y sospechosa de la Comisión de Justicia con el fallo de Gustavo Rodas; Comisión que, por cierto, ya debe irse a su casa. Más allá de los intereses positivos que podría haber acarreado la presencia del volante argentino en el terreno de juego, lo que se magnifica en estas líneas es la decisión, acaso conjunta con su comando técnico y el propio plantel -y quizás hasta del propio Rodas-, que purifica y genera un precedente lleno de valentía -nada menos que en una final-; ergo, una lección de ética profesional.
CUADRADO MÁGICO. Yendo al partido que consagró a la San Martín por tercera vez en su historia en seis años en Primera División, habría que resaltar el rol protagónico que alcanzó su volante en el plano colectivo. Sin duda, el sector que definió el encuentro en el average de la segunda final. Para DeChalaca.com, que tuvo presencia masiva en el estadio Monumental, fue unánime: los hombres de contención, Balbín e Hinostroza, no solo cumplieron su función a cabalidad, como lo han hecho a lo largo del año, sino que también destilaron presencia para presionar al frente creativo huanuqueño y generar balonazos que pusieron en aprietos a la zaga visitante y a Juan Flores. A su vez, Quinteros y Vitti se compenetraron a la perfección y, además de desequilibrar con simpleza en las acciones de riesgo, tuvieron un constante vaivén para recuperar balones. En síntesis, los cuatro del mediocampo fueron encomendados a realizar una labor mutua, y lo sobrellevaron con una alta dosis de efectividad. Lo que se vio en Ate, pues, el argot futbolístico lo cataloga como una ‘jaula de pájaro’. Vaya que funcionó.
BANDA ANCHA. Acá habría que hacer una partición para refrendar el análisis. Y es que los dos hombres que situó el ‘Maño’ Ruiz en los laterales, Aldo Corzo y Guillermo Guizasola, se jugaron un partidazo. La labor de los dos, de manera sistemática, se encargó de poner en jaque y neutralizar a Éver Chávez y Víctor Peña, los hombres que -tirados por los extremos- se encargaron de desequilibrar, como lo hicieron con mucho apremio durante toda la temporada. Corzo, quien tras llegar de Alianza en medio de la polémica y no recibir muchas oportunidades, marcharse a una prueba a Alemania y retornar a Santa Anita, recobró protagonismo en la etapa de series y se posicionó de la banda derecha. Esta vez no solo asfixió a Chávez, sino que fue pundonoroso para filtrarse como un carrilero y pisar los tres cuartos de cancha. Y ni que decir de Guizazola, quien desplazó a Carlos Fernández del titularato -vaya uno a saber por qué- y tuvo un trabajo sumamente silencioso pero efectivo, sobre todo al momento de asociarse con Contreras y Muente. Se trata de dos armas secretas que, sin muchos aspavientos, también fueron claves en la obtención del título santo.
EL QUE NO HIZO RODAR. Es cierto. Rodas fue el gran ausente de León, al menos en términos mediáticos. Su rostro de impotencia en las butacas de occidente así lo graficaban. Pero tácticamente, ciñéndose de manera estricta a lo ejecutado por León en las 44 fechas del Descentralizado -además de la primera final-, dicha traducción no es del todo cierta. En realidad, en funciones ofensivas, la ausencia más sentida fue la de Ronaille Calheira, atacante con escasa aceptación por su marcada intermitencia, pero que con este León ya había conformado una sociedad fructífera con Luis Alberto Perea. En la revancha ante los santos, ‘Coroncorito’ anduvo más solo que nunca, y es que ya no había quien se recoja algunos metros y lo releve, función que cumplía al pie de la letra el delantero brasileño. Para hacer un comparativo, lo hecho por Perea tuvo muchos rasgos a lo que habitualmente plasmaba Claudio Pizarro cuando se enfundaba la camiseta de la selección: partiendo del mediocampo, refugiándose en las fricciones, recuperando balones, batallando por los dos frentes, pero con escasa presencia en el área rival. Fue, pues, un sacrificado al que le pasó factura el hecho de no encontrar un socio en los 90’. Para colmo de males, cuando Franco Navarro mandó a ‘Pizarrito’ García para que le haga compañía, este último terminó rompiéndose la cabeza en una acción dividida.
FRANCAS Y FRÍAS ESTADÍSTICAS. Se había advertido hasta la saciedad. Era llamativa la presencia de escasos relevos en los cotejos que protagonizó León a lo largo del torneo. Como se mencionó en un artículo anterior, Franco Navarro en situaciones normales hacía una o dos variantes en los últimos diez minutos de un partido. Obviamente, el mérito también era de su preparador físico, Martín Bressán, quien le sacó el máximo provecho a la plantilla durante y después de aquella pretemporada de principios de año, en Chosica. Pero la intensidad en un plantel corto, en algún momento, tenía que pasar factura. Dos partidos a mil por hora, en cuatro días, son sinónimo de la precariedad física que mostraron algunos de sus jugadores en el Monumental; un detalle que se clarificó en la segunda fracción del duelo de revancha, cuando la San Martín avasalló en territorio contrario y ya no había capacidad de reacción en los cremas del centro; obviamente, tampoco ideas. En ese sentido, los albos se devoraron a su contrincante con amplitud.
DESPUÉS DE. Para la San Martín, el reto debe ser mayor en 2011. Su participación en Copa Libertadores, en un grupo complicado con Libertad, San Luis y Once Caldas o Deportes Tolima, debe seguir una escala, como lo gráfico en 2008 y lo remató en 2009 avanzando a Octavos de Final. En tienda alba se resalta el hecho y la importancia de mantener a la totalidad de su plantilla, y podría ser valorable el hecho de tapar los huecos de Christian Ramos y Pablo Vitti (quien se iría a la ‘U’) con solvencia. En ese sentido, no se pone en tela de juicio a la plana mayor alba, que en el tema de refuerzos actúa con criterio e inteligencia, y no con revanchismo y fanfarronería, como lo hacen los llamados equipos grandes. Para León, que en el torneo continental tendrá dos partidos en casa desde el saque (con Junior y Oriente Petrolero -el otro rival saldrá de la llave entre Liverpool y Gremio)- lo importante será encontrar a dos hombres que se "disfracen" de Rodas y Perea; una labor altamente complicada. En su defecto, habría que trastocar el esquema y actuar en función a lo que propongan sus nuevos refuerzos. Pero lo más importante para los cremas del centro, sin duda, será la de mantener el mismo grado de tipificación y fortaleza en su plaza, para que todo lo labrado en esta temporada no quede en una mera anécdota.
Foto: Wagner Quiroz / DeChalaca.com

Seguramente perteneces a esa clase de 'pseudohinchas' que se colgaron de los resultados que obtenÃa el León en la última parte del campeonato y al final, terminaste ilusionándote con una fantasÃa que nosotros los que acompañamos al León desde sus inicios sabÃamos que sus limitaciones era un gran impedimento... Pisa tierra, el León no tenÃa con qué ganarle a San MartÃn, no hubo recambios y eso le pasó factura en esta final, un plantel corto, con bajisimo presupuesto, con jugadores 'experimentados', refuerzos que desconocÃa hasta el propio comando técnico, ascendido apenas hace un año a la profesional un plantel pobre que brilló por mérito propio hasta donde lo vimos llegar y que aún no ha terminado. El campeonato lo perdimos con una institución seria y que viene consolidándose desde hace ya varios años, pensando en su futuro y apostando en sus canteras. El León apenas empieza... y vaya como empezó. No perdamos el rumbo. "El León segundo en el campeonato, primero en mi corazón". Saludos.
Franco a la presidencia!!!!!!
A veces la suerte se da en los partidos no sólo para meter goles o evitarlos sino para aguantar el resultado.
RUGE LEON carajo.