La casa que nos recibe

Barranquilla se autodefine como "la casa de la selección Colombia", aun cuando estadísticamente, tal condición podría ser esgrimida con igual derecho por Bogotá. Ambas ciudades han albergado 30 partidos cada una de la escuadra cafetera, a lo largo de la historia, por Eliminatorias Sudamericanas. Solamente otras dos ciudades tuvieron el privilegio, pero de modo muy minoritario: Medellín, en tres ocasiones, y Cali, en una.
Por tanto, el partido ante Perú cobra una significancia estadística muy especial para Barranquilla: le permitirá inclinar a su favor la balanza como sede de los partidos de su selección nacional. Aunque, también por el aval de los números, ya podría con largueza haber clamado para sí esa condición hace rato.
Con mar y río, una gran sociedad
Colombia jugó por primera vez en Barranquilla por Eliminatorias en 1965. A despecho de que la clasificación al Mundial anterior se hubiera conseguido en Bogotá (o en realidad en Lima, donde un inesperado empate 1-1 acabó llevando a los cafeteros al Mundial de Chile), se decidió apostar por el hoy vetusto estadio Romelio Martínez como sede de los choques de la selección cafetera ante Ecuador y Chile. Y el debut fue un chasco: los ecuatorianos ganaron 0-1 con gol de Washington 'El Chanfle' Muñoz, y a pesar del posterior 2-0 sobre los mapochinos, Colombia se quedó afuera del Mundial de Inglaterra.
Desde entonces, Colombia volvió a Bogotá y no dejó esa ciudad hasta el partido de repechaje contra Paraguay por las Eliminatorias a México 1986, cuando decidió ser local en Cali. Venció 2-1, pero eso fue insuficiente para revertir el 3-0 de la ida. Después de eso, para las Eliminatorias a Italia 1990, se decidió el regreso a Barranquilla y fue entonces cuando comenzó el auténtico idilio entre la Selección Colombia y esta ciudad portuaria.
Así, las tres clasificaciones al hilo de Colombia a mundiales se gestaron en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, que había sido inaugurado en 1986. En 1989, Ecuador, Uruguay y -en el repechaje- Israel cayeron derrotados. Luego, en 1993, un 0-0 inicial contra Paraguay no fue óbice para que luego Colombia se bajara los 32 partidos invictos de la Argentina de Alfio Basile y se paseara con un 4-0 sobre Perú que prologó su epopeya en cancha de River Plate una semana después. Y en 1997, mantuvo el ritmo parejo en Barranquilla que acabó llevándolo a Francia 1998 salvo dos derrotas consecutivas, ambas por 0-1: una ante Argentina con gol del 'Piojo' López que le quitó el invicto en el Metropolitano, y la otra ante Perú en la inolvidable noche del 'Chino' Pereda.
Las contramarchas
Para la Eliminatoria rumbo a Corea-Japón 2002, se decidió devolver a Colombia a Bogotá y apostar por una remodelación del Nemesio Camacho 'El Campín', en línea con la Copa América de 2001 y con la idea de aprovechar la altura como un factor diferencial. Sin embargo, en las Eliminatorias el cuadro cafetero solo obtuvo 14 puntos de 27 posibles en casa, por lo que se acabó culpando a Bogotá de la eliminación y se optó por regresar a Barranquilla para el proceso rumbo a Alemania 2006.
Sin embargo, un nuevo fracaso puso en cuestionamiento la anterior premisa desde lo numérico: en su fallido intento de llegar al Mundial germano, Colombia solo obtuvo 15 puntos de 27 posibles en Barranquilla. Por eso, para 2010 se dio una nueva vuelta de tuerca: con Jorge Luis Pinto al mando, se decidió volver a Bogotá, con argumentos tales como que es allí donde conviven, por la migración, los colombianos de "todas las sangres": aquellos migrantes de todos los rincones de la nación norteña. Pero el apoyo del público no fue todo el esperado y Colombia acabó jugando sus tres últimos partidos en Medellín, donde venció a Perú y a Ecuador pero perdió contra Chile, el día de la clasificación mapochina al Mundial.
Para esta Eliminatoria, el debate se reinstaló. Colombia volvió a Barranquilla y comenzó empatando ante Venezuela y perdiendo ante Argentina, bajo la conducción de Leonel Álvarez. Se argumentó entonces que José Pékerman preferiría el regreso al 'El Campín', pero se convino mantener la sede en el Metropolitano Roberto Meléndez y los resultados han sido fantásticos: Colombia ganó sus siguientes tres partidos en casa -a la sazón los últimos- con 11 goles a favor y ninguno en contra.
Los (crudos) números
Las cifras, enojosas a veces entonces, son concretas en este caso: de 30 partidos eliminatorios jugados en Barranquilla, Colombia ganó 19, empató 6 y perdió 5. Extrapolando las cifras al sistema actual (tres puntos por partido ganado) para facilitar la comparación, cabe decir que Colombia obtuvo en Barranquilla el 55.8% de puntos que disputó. En cambio, en Bogotá, que para 30 partidos jugados totaliza 11 partidos ganados, 9 empatados y 10 perdidos, apenas luce un 37.8% de los puntos. Si no se extrapolaran las cifras a tres puntos por partido ganado sino se considerara lo obtenido realmente, se tendría un 47.7% en Barranquilla contra un 34.2% en Bogotá.
Entonces, ¿queda claro cuál es "la casa de la selección Colombia", aquella que desde este martes será también la sede que más veces la haya visto jugar en Eliminatorias? Queda claro también que en toda Sudamérica hay debates internos que son eternos, como el huevo o la gallina: y que los regionalismos son un tema contra el que el fútbol de esta parte del mundo lucha tanto como convive.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: revista Estadio de Colombia, elheraldo.co, futbolred.com, EFE, AFP

La comparación Metropolitano-CampÃn que hacen acá es más engañosa que comparar el nivel de dos selecciones en Quito, dado el crecimiento del futbol colombiano a fines de los 80s que coincide con el cambio de sede. Ver las similitudes de los resultados obtenidos como local en las eliminatorias 2002-2006 dan una idea mucho mas clara, a pesar de que sigo pensando que por el juego que practica la Colombia de Pekerman le acomoda mas jugar al nivel del mar, aunque viendo el desempeño del Ind. Santa Fe, por ejemplo, me animo a pensar que, usando los términos de lolo de caujul, esta Colombia se va para Brasil jugando en Barranquilla, Bogota, Cali, MedellÃn o en la Luna.