Groenlandia: El fútbol polar
Groenlandia, región autónoma que no pertenece a la FIFA, ha tenido más de un problema para desarrollar su fútbol. Sin embargo, el panorama futbolístico de la isla es alentador para años posteriores.
Groenlandia es una enorme isla ubicada entre el océano Atlántico y el océano Glacial Ártico; es una región autónoma del Reino de Dinamarca. En consecuencia, por su ubicación geográfica, pertenece a nuestro continente, pero por razones políticas está vinculada a Europa. El fútbol no es el principal deporte que se practica (el deporte más célebre es el balonmano); sin embargo, el desarrollo del ‘Deporte Rey’ en este frío país tiene una historia peculiar y en medio de condiciones que no distan mucho de las que se dan en otras latitudes, tal como en el reciente encuentro entre Estados Unidos y Costa Rica por las Eliminatorias.
Unidos para surgir
La Unión de Fútbol de Groenlandia (GBU por sus siglas en danés) fue fundada en 1971 y desde entonces se encarga de administrar el torneo que se disputa desde 1958. El organismo tiene a cargo a la selección nacional (que, por ahora, no pertenece a la FIFA) y al torneo local, conocido como ‘Coca Cola GM’. La selección pertenece a la NF-Board (ente paralelo a la FIFA para territorios que no poseen soberanía independiente). La GBU tiene alrededor de 5 mil jugadores registrados en una población que llega apenas a los 60 mil habitantes.
La liga polar
El campeonato de la Coca Cola GM consiste en tres fases: la primera es una serie de partidos entre los clubes cercanos geográficamente, conocida como ‘Etapa Local’. Los ganadores de la ‘Etapa Local’ juegan una segunda fase, llamada ‘Etapa Regional’. Los finalistas de esta disputan la última etapa, que es el verdadero campeonato nacional. Cualquier parecido con los regionales ochenteros es pura coincidencia (a menos que ‘Rimita’ se haya mudado a Groenlandia).
Los equipos más fuertes del medio son el Nagdlunguaq-48 y el B-67. En la década pasada, fueron quienes más títulos obtuvieron: los ‘verdolagas’ obtuvieron cuatro, mientras que los blanquiazules del B-67 consiguieron tres.
Cancha congelada
Groenlandia poseía, hasta hace poco, un solo complejo futbolístico, conocido como Nuuk Stadion, en donde la superficie está compuesta de tierra y tiene una capacidad para 2 mil espectadores, sin incluir las laderas rocosas que lo rodean, las cuales fungen como tribunas en más de una ocasión, al igual que las casas levantadas en estas.
Al no ser Groenlandia un miembro de la FIFA, no puede jugar el Mundial. No es ni miembro de la Concacaf ni de la UEFA, principalmente porque en Groenlandia no podía sostenerse un campo de césped por el continuo congelamiento de la superficie. Sin embargo, este problema fue solucionado gracias a la autorización de la FIFA del uso de césped sintético, que le dio posibilidad de organizar partidos internacionales. En septiembre de 2010, con la llegada del mandamás de la FIFA, Joseph Blatter, se inauguró el primer estadio de césped artificial de Groenlandia, ubicado en la localidad de Qaqortoq. Fue un gran paso para esta región autónoma, que día a día se enfrenta a la violencia doméstica y presenta altas tasas de suicidios.
Cabe mencionar también que Groenlandia participa cada dos años en los Juegos de las Islas, evento multideportivo que reúne a todas las islas del planeta. Es verdad que, ante la problemática de no pertenecer a ningún ente futbolístico continental, el fútbol en Groenlandia no ha dado muchas mejores futbolísticas. Sin embargo, poco a poco va sacando a nuevas figuras que les permite creer en un mejor futuro.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: nf-football.npage.de, sermitsiaq.ag, fifa.com
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