Once Ideal: Misma hora, mismo canal
El Descentralizado se ha seguido jugando con el balón rodando en Sudáfrica, como ya ha ocurrido otras veces. ¿Qué se hizo con el torneo peruano durante los últimos once mundiales?
Como se sabe, el Descentralizado no ha parado durante el Mundial, aunque a muchos no nos guste. Se supo desde principio de año, cuando salió el fixture y todos, con estupefacción, vieron cómo el clásico coincidiría, al menos en jornada, con la final de Sudáfrica. Por más esfuerzos que se hayan hechos, ha habido cruces inevitables, pues no todas las sedes del interior han alterado su horario habitual (por básicos temas de televisión) y más en estas instancias, cuando ciertos encuentros mundialistas podrían caer en tiempo suplementario (si son los de horario nocturno en Sudáfrica, terminarían cerca de las 4:30 de la tarde peruana).
Para sacarle el lado positivo al asunto, al menos la situación permite abordar un tema que pocas veces se ha revisado: ¿qué pasó con el torneo peruano cada vez que hubo un Mundial? El próximo artículo hará el repaso desde 1966, año importante, pues se empiezan a jugar los torneos descentralizados y el Perú sigue su último mundial exclusivamente por radio.
11. 1966
Dos hitos futbolísticos para el Perú: en julio se disputa el último mundial que no sería televisado en vivo en nuestro país, Inglaterra 1966. Un mes después, en agosto, se juega por primera vez el torneo Descentralizado, enfrentándose equipos limeños con clubes provincianos en un campeonato verdaderamente nacional. No hubo, por lo tanto, cruce alguno entre ambos eventos; incluso, aprovechando la fiebre post mundialista, los dirigentes de la ADFP programaron iniciar el Descentralizado el 6 de agosto (solo una semana después de la final inglesa). Era la bisagra perfecta, pero problemas dirigenciales lo retrasaron una semana.
10. 1970
Segundo mundial de Perú, primero por méritos propios. La fiebre futbolística desbordaba a todos; añádase que México 1970 fue el primer torneo difundido en vivo y en directo en nuestro país. Sin embargo, la ardua y prioritaria preparación del seleccionado hizo que los clubes sacrificaran por varios meses a sus figuras y quedaran en el limbo, sin torneos que jugar. Por ello, el Descentralizado 1970 no tuvo programado un inicio: se dijo que arrancaría el fin de semana posterior a la despedida mundialista de Perú, fuera en la instancia que fuera. El campeonato local, por ende, arrancó una semana después de la eliminación a manos de Brasil, y cuando el certamen mexicano aún continuaba en disputa. El torneo empezó el viernes 19 de junio, en el estadio Nacional, con un empate 0-0 entre Municipal y Octavio Espinosa. El sábado 20, mismo día del partido por el tercer puesto entre Alemania y Uruguay, jugaron en el Lolo Fernández Boys-Aurich (0-0) y Universitario-Cristal (2-1). El día de la final Brasil-Italia, en Lima se programaron, también en el Lolo, el Porvenir Miraflores-Alianza (2-0) y el Sima-Torino (0-0), 
dejando para Piura y Trujillo los encuentros Grau-Defensor Lima (0-0) y Mannucci-Arica (1-2), respectivamente.
9. 1974
Perú quedó dolorosamente eliminado del Mundial alemán a manos de Chile; ante ello, regresó el catastrofismo y el gobierno militar pretendió "reestructurar" el fútbol haciéndolo más descentralizado; por decreto: subió a 22 el número de equipos de la Primera División. Se jugaron 42 fechas y una liguilla; las semanas no alcanzaban y por ello el Descentralizado no se paralizó durante el mundial teutón. Se dieron, lógicamente, algunos cruces indeseables (algunos encuentros terminaban justo a las 3:30, hora en que arrancaba el partido principal del torneo casero), pero al menos la final pudo verse sin los apremios de la simultaneidad: el Alemania-Holanda se jugó a las 9 de la mañana (hora peruana) del 7 de julio de 1974. Ese mismo día, a las tres y media de la tarde, diez mil entusiastas se acercaron al estadio Nacional para ver un triunfo de Alianza sobre Chalaco por 4-2.
8. 1978
Como en 1970, la selección peruana absorbió todas las prioridades. Se definió que el Descentralizado 1978 arrancara el 5 de julio, pero, para no dejar a los clubes en la indigencia, se organizó un torneo Interzonal. Su competitividad fue prácticamente nula, dada la enorme cantidad de suplentes empleada, además de que el ganador del mismo no obtenía beneficio alguno en el campeonato oficial (ni siquiera medio punto adicional). El cuadrangular final de este supuesto bálsamo se jugó en pleno desarrollo del mundial argentino: Alianza, Bolognesi, Aurich y Huaral se enfrentaron ante la absoluta indiferencia de medios y público. 
Los tacneños se llevaron el torneo, que, como ya se dijo, de nada sirvió.
7. 1982
La situación fue casi idéntica a la de 1978. Para paliar la crisis de los clubes, se ejecutó un torneo Interzonal entre abril y mayo de 1982. Si bien se tuvo el tino de no realizarlo paralelamente al Mundial de España, fue un bodrio peor que el Interzonal de 1978. Muchos clubes de Primera División, como Melgar, Bolognesi, Alfonso Ugarte y CNI, simplemente desertaron y se negaron a jugar el torneo; otros, como Alianza Lima, nunca llegaron a completar todos los partidos programados. El torneo lo ganó Cristal, pero tampoco tuvo carácter ni repercusión oficial. El Descentralizado (dividido por grupos regionales) arrancó el 18 de julio, una semana después de la final entre Italia y Alemania.
6. 1986
Ausente Perú de México 1986, la sesuda dirigencia nacional programó el inicio de los campeonatos regionales (sí, ya se había entrado a esa etapa esperpéntica) para el 14 de junio de 1986, cuando el Mundial entraba a octavos de final. Ese día, en Matute, Alianza perdió 0-1 ante Guardia Republicana ante 962 valientes (y eso que era el debut de ‘Didí’ como DT blanquiazul). Para no cruzarse con el Mundial, los dirigentes optaron por programar varios partidos en días viernes y martes. Hubo taquillas risibles: el viernes 20 de julio, un ‘U’-Boys llevó al Nacional a 287 parroquianos; el martes 24, un Alianza-La Palma congregó en Matute a 367. Los diarios, entregados a la fiebre mundialista, en el mejor de los casos dedicaban tres líneas al ‘Metro’; en el peor, simplemente ponían los resultados en un cuadrito insignificante. 
El mismo día de la final, el domingo 29, se programó un La Palma-Cristal en Huacho; la taquilla no fue especificada.
5. 1990
Aunque horrendamente eliminados de Italia 1990, los dirigentes entendieron que la hinchada iba a dedicar su tiempo entero al Mundial. El Metropolitano fue sabiamente interrumpido durante un mes y apenas se programaron algunos encuentros pendientes de los participantes peruanos en Libertadores: el 17 de julio, Huaral empató en casa ante Inter (0-0) mientras Bélgica derrotaba 3-1 a Uruguay, en el único cruce directo que se dio por esas fechas. Los regionales de provincias sí siguieron, en mayoría, su normal curso.
4. 1994
También se hizo eco de las lecciones aprendidas: el Descentralizado (se volvía a los tiempos civilizados) se paralizó durante el mundial estadounidense, aunque también se programaron algunos encuentros pendientes de Universitario y Alianza. El cruce más recordado, quizás, haya sido el producido el sábado 25 de junio: en Boston, Argentina derrotó 2-1 a Nigeria; en Matute, Alianza goleó 4-0 al Aurich/Cañaña ante 2,400 espectadores (toda una proeza). Se recuerda también el triunfo de Cristal por 2-0 sobre Universitario, registrado tres días después de la final Brasil-Italia y que llevó 25 mil personas al Nacional; un encuentro pendiente, con aquel golazo rimense de los 17 toques, 
que sirvió de perfecta articulación para reenganchar al público con el Descentralizado.
3. 1998
Se procuró, se hizo el esfuerzo, se usaron todos los miércoles posibles… pero la última fecha del Apertura llegó a coincidir con el arranque del Mundial. Los hinchas de Universitario le dieron prioridad total a su equipo: el 15 de junio de 1998, 35 mil cremas fueron al Nacional para ver a su equipo ganar el Apertura a costa del menesteroso Lawn Tennis (aunque, es cierto, la competencia directa era un Jamaica-Croacia). Las taquillas fueron menos gratas para otros equipos: Cristal y Alianza programaron partidos a horario matutino (11 am) del viernes 12 y sábado 13, en el Nacional y Matute, y ante Municipal y Aurich, respectivamente. Al encuentro de los rimenses fueron 187 espectadores; al de los blanquiazules, 122.
2. 2002
Lo bueno: la diferencia horaria hizo que se pudieran seguir con normalidad (mientras se ingirieran prudentes dosis de café) las incidencias del Mundial asiático y del Apertura 2002, que tuvo a Universitario y Alianza peleando codo a codo hasta el final; el impacto de los hinchas que buscaban recuperar horas de sueño por las tardes no se sintió en las taquillas, que no sufrieron mayor alteración. Lo malo: a partir de Corea-Japón, a los dirigentes se les volvió a ocurrir que el Descentralizado y el Mundial podían convivir tranquilamente y lo aplicaron a los futuros certámenes que ya no tenían, 
de por medio, la variable del sueño.
1. 2006
El Apertura fue muy mal programado: fue suspendido diez días (entre el 31 de mayo y el 10 de junio) para que Perú jugara un amistoso ante Trinidad y Tobago; estas fechas, previsiblemente, fueron recuperadas en pleno Mundial. El campeonato doméstico se reanudó con un clásico (¡!) jugado paralelamente a un Portugal-Angola (por eso, al menos, fueron al Nacional 25 mil personas); pero lo que sí fue un atentado contra el hincha fue programar el Boys-Alianza, que definió el título de los blanquiazules, el 25 de junio a las 3 de la tarde; es decir, cuando empezaba el segundo tiempo del vibrante encuentro entre Portugal y Holanda por octavos de final. Fue un crimen por el que, hasta el momento, nadie se ha hecho responsable. Esperen los que se vienen en el próximo Mundial.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
Recortes: diario La Crónica; revistas Ovación, Estadio, Don Balón Perú y El Gráfico Perú
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Que paso muchachos, celebraron mucho el 3er aniversario?