Minuto 8: Check out
La historia de la antigua Checoslosvaquoa ha sentido diferentes sabores en las Copas del Mundo. De las 8 veces que participó, en dos fue subcampeona, en 1934 y en 1962. En Suecia 1958 llegó al grupo A, encuadrada junto a Alemania Federal, Irlanda del Norte, y la Argentina de Guillermo Stábile. Hacia la tercera jornada, debía esperar una derrota de Irlanda, y ganarle a los argentinos para clasificar directamente. Los checoslovacos cumplieron con creces: le propinaron a Argentina la mayor derrota que haya sufrido Argentina en una Copa del Mundo y en su historial como selección nacional en general. Un contundente 6-1.
Lo significativo de esta victoria fue que pese a los malos resultados, aquella Argentina tenía jugadores destacadísimos que habían brillado en el Sudamericano de Lima un año antes, casos de Ángel Labruna, Amadeo Carrizo o José Sanfilippo. Aquel 15 de junio en el estadio de Helsingborg, fue una negra tarde para la albiceleste, que en su vuelta a su país fue abucheada por sus hinchas recibiendo tomates y huevos en señal de decepción.
Minuto 8
Milan Dvorak fue un volante ofensivo de aquella selección dirigida por Karel Kolsky. Jugaba en el Dukla Praga -club en el que hizo casi toda su carrera-, llevaba el número ‘8’ en la espalda, y -curiosa coincidencia- marcó el tanto inaugural de la tremenda goleada a los 8 minutos de juego en el arco de Amadeo Carrizo. La ausencia de videos de aquel partido impide abundar en detalles respecto del tanto; si algún lector acucioso tiene una pista, se agradecerá. Por el momento, es válido remitirse al recuerdo del sacrificado Carrizo: “Fue una goleada tremenda. No estuve como debí haber estado, pero me hicieron cuatro goles iguales. Se iba el wing izquierdo, entraba con facilidad, enviaba el centro atrás, entraba alguien a la carrera y gol”. Más claro, ni el tango.
A Dvorak -que también anotó contra Alemania Federal, pero de penal- lo sucedieron, cada cual como un mazazo más duro que el otro para el orgullo gaucho, Zikan en dos ocasiones, Feureisl y Hovorka, este último también en dos oportunidades. Todos esos nombres fueron traídos a colación en las recientes Eliminatorias, cuando Argentina repitió el 6-1 en contra frente a Bolivia. Todos recordaron "el desastre de Suecia", situación caótica que obligó a un cambio estructural en la AFA.
A diferencia de lo que esta vez ocurrió con Diego Armando Maradona, los argentinos, tras aquel partido, destituyeron al que quizá hasta ese momento era su mayor ídolo, Guillermo Stábile. A Checoslovaquia, en cambio, no le queda ni el recuerdo; no porque ya no exista, sino porque Irlanda del Norte empató con Alemania y forzó un partido extra contra los checoslovacos, que se quedaron fuera tras perder por 2-1. Las goleadas, pues, no siempre aseguran el éxito -aunque sí el recuerdo ajeno-.
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