Foto: taringa.netNo deslumbraron al mundo ni con sus resultados ni con el fútbol que mostraron durante el Mundial de 1990. Pero Ali Thani Jumaa fue uno de los dos jugadores de Emiratos Árabes Unidos beneficiados por un enorme incentivo de su jeque tras anotarle a Yugoslavia.

 

No les pareció suficiente representar a su país en la máxima competición futbolística del mundo, ni se les puso como meta el quedarse con el título de Italia 1990. La premisa era clara, directa y -entre comillas- simple: a cada jugador de Emiratos Árabes Unidos que anotara un gol durante dicho Mundial se le otorgaría inmediatamente un lujosísimo auto Rolls Royce. Y en caso de que el equipo lograra acceder a los octavos de final, se le construiría a cada jugador integrante del plantel una mansión en medio de las hoy no menos cotizadas playas de Dubái.

La idea fue nada menos del jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan, quien buscó compensar  las falencias técnico-tácticas de su equipo con jugosos premios materiales. Al final, Emiratos Árabes, dirigido por nadie menos que por el brasileño Carlos Alberto Parreira, perdió sus tres partidos correspondientes al grupo D frente a Colombia, Alemania Federal y Yugoslavia. Los únicos afortunados en lograr quedarse con un Rolls Royce fueron Khalid Mubarak y Ali Thani Jumaa: los únicos que lograron anotar un gol.

Minuto 22

Tarde del 19 de junio de 1990, Bologna. Casi toda la atención sudamericana estaba puesta en lo que podría pasar simultáneamente en Milán, pues Colombia definía su pase a Octavos frente a Alemania Federal. Mientras tanto, Yugoslavia, de la mano de su gran figura Dragan Stojkovic, debía derrotar al prácticamente eliminado Emiratos Árabes. De hecho, así fue el trámite: habían pasado tan sólo 10’ y el seleccionado del Medio Oriente ya perdía el partido por 2-0. Safet Susic y Darko Pancev habían marcado y prácticamente sentenciado el partido cuando este recién empezaba.

Los casi 30 mil espectadores que se habían dado cita en el estadio Renato Dall’Ara empezaban a acomodarse en sus asientos para ver cómo los yugoslavos continuarían asegurando su clasificación marcando más goles antes un desairado y desmotivado Emiratos Árabes. Pero grande fue la sorpresa cuando a los 22’, el volante de creación Ali Thani Jumaa marcó de cabeza y salió despedido a celebrar su gol dando brincos y siendo felicitado por todos sus compañeros. Fue gracias un centro desde la banda izquierda de Ibrahim Meer hacia el borde del área chica, que Jumaa conectó de fuerte cabezazo para doblarle las manos al golero yugoslavo Tomislav Ivkovic.

Es cierto que es el sueño de millones el poder marcar un gol por su selección y celebrarlo con la vida, más en un Mundial; pero nadie se lo imagina haciéndolo tras descontar en una goleada en contra en la última fecha -que acabó siendo de 4-1 para los yugoslavos- y con el equipo propio ya eliminado. La felicidad de Ali Thani Jumaa, claro, venía por el Rolls Royce que lo estaría esperando en la puerta de su casa a la vuelta. Provecho.

Foto: taringa.net

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