Miradas perdidas
Kenny Romero | @kenny_romero Director Periodístico |
Aquella escena que apareció en TV, con Johnnier Montaño con pocas ganas de ingresar a la cancha cuando Alianza Lima sucumbía ante Alianza Atlético por 3-0, en una clara muestra de desobedecimiento a su cuerpo técnico, es sin duda la cereza en el pastel de la magra campaña íntima en el presente año. Sin rumbo y evidenciando un desgobierno que a las claras aterriza en el plano nocivo que debe ser erradicado de cara al 2017.
Lo ocurrido hasta la fecha con Alianza en lo futbolístico, más allá de caer en lamentaciones e incluso sindicar a responsables (entiéndase Roberto Mosquera, Juan Jayo o quien corresponda de la Administración Temporal), debe servir como una lección, sino ya es sabido cómo va a ser su desenlace en un año más sin título de por medio.
Si se eligió mal o no al plantel del presente año, a estas alturas del torneo, es anecdótico. Alianza Lima no tiene otro camino de cara al final del torneo: lo que le corresponde es sumar los puntos posibles en lo que resta y garantizar su clasificación a la Copa Sudamericana. Luego tendrá que ir por partes.
Desde el lado dirigencial, la mira no solo debe estar en la conformación del nuevo plantel. Para que su imagen no se enlode más, Alianza debe conocer al derecho y al revés la paupérrima condición actual de la organización del torneo y contribuir a ella como club grande y representativo; es decir, que lleve a inducir estrategias para su enderezamiento y, si bien por normativa puede asistirlo, no restar con situaciones que puede evitar.
Para lo que viene, con Pablo Bengoechea como entrenador, tiene que ser altamente selectivo. Para empezar, el uruguayo tendrá que ser perspicaz y plantearse la interrogante de qué tan productivo le resultará mantener a determinados jugadores o integrantes de su cuerpo técnico, en línea con la coyuntura que atraviesa el plantel íntimo.
Por lo demás, en manos de Bengoechea estará la nueva versión de Alianza Lima para 2017. Aquí lo trascendental va a ser que él mismo realice la cirugía a la que se debe someter el actual elenco blanquiazul y, a su vez, que coloque los injertos necesarios para el próximo año. De imponérsele nombres o métodos ajenos, el desgobierno blanquiazul seguirá y el 2017 será un espejo de los últimos años para el club.
Foto: diario El Tiempo de Piura, Raúl Chávarry / DeChalaca.com
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