Sueño americano
Mario Azabache | @Mario_Azabache Columnista Editorial |
Para nadie es un secreto que un torneo tan nuestro como la Copa América le da un bonus track al país que alberga cada edición de la misma, guiándolo usualmente a las instancias definitivas del certamen. Apelando a ello se podría sugerir que la Centenario 2016 augura un buen papel para la selección estadounidense, más allá de que históricamente registra números negativos en esta competición: participó en 3 ediciones con un saldo de 2 victorias, 2 empates y 8 derrotas.
El técnico: Jürgen Klinsmann
Resulta difícil mencionar su nombre y no evocar la época de 'Klinsi' como el '9' estelar de Alemania. Uno de los artilleros más temidos que brindó el balompié teutón en su historia y que, desde hace 5 años, cumple su cuarta experiencia en su faceta de DT dirigiendo a Estados Unidos. Klinsmann anteriormente estuvo al mando de la selección alemana (2004-2006), Bayern Múnich (2008-2009) y Toronto FC (2010-2011). A lo largo de su trayectoria como estratega destacaron dos cualidades en sus equipos: la intensidad -tanto para el traslado como para la recuperación- y el rigor físico -privilegiando el buen somatotipo-.
La propuesta
Klinsmann apelará a un libreto similar al que emplea en las Eliminatorias de la Concacaf para Rusia 2018: aquel en donde los estadounidenses deben ser protagonistas a partir de un ataque frontal y del desdoble permanente en zonas de influencia. Dichos rasgos se comprobaron en los partidos amistosos que disputaron previo a esta cita continental, donde vencieron a Puerto Rico (3-1), Ecuador (1-0) y Bolivia (4-0). Un 4-3-3 donde Bradley, Jones y Bedoya comparten roles de recuperación y distribución del esférico, complementados por las proyecciones de Brooks y Orozco. El tridente de ataque compuesto por Wood, Dempsey y Zardes garantizan que el equipo norteamericano busque el arco contrario con un fútbol directo.
El pentágono
Ataque: Conexión directa (Calificación: 3 estrellas)
La apuesta de Estados Unidos es muy clara en materia ofensiva: generación prescindible para priorizar la interpolación frecuente entre los delanteros. Algo así como una retroalimentación en campo rival. Bobby Wood, del Hamburgo, es el atacante más versátil. Gyasi Zardes, de Los Angeles Galaxy, y Clint Dempsey, de Seattle Sounders, suelen buscar los espacios más cerca de su hábitat: el área rival.
Defensa: Acción de amparo (Calificación: 3 estrellas)
En la retaguardia estadounidense destaca la presencia de Geoff Cameron, central del Stoke inglés, quien se erige como el valor más confiable para Klinsmann. En esa última línea también aparecen John Brooks, del Hertha Berlín, Matt Besler, del Sporting Kansas City y Michael Orozco, de los 'Xolos' de Tijuana. Además resalta la figura del veterano Brad Guzan, del Aston Villa, bajo los tres maderos.
Experiencia: Sello de garantía (Calificación: 4 estrellas)
Fuera de los nombres ya mencionados, algunos de ellos con amplio recorrido en la selección norteamericana, también da para subrayar la presencia de los experimentados Tim Howard, Michael Bradley y Jermaine Jones. Todos ellos conforman la base de Klinsmann para este certamen continental, lo que le da el punto más alto en este rubro al equipo de las estrellas y barras.
Recambios: Semblante reforzado (Calificación: 3 estrellas)
Las nuevas apariciones del fútbol estadounidense y los valores que aún se mantienen en el circuito europeo le dan cierta frescura al promedio de edad del plantel. Entre ellos destacan Timmy Chandler del Eintracht Frankfurt, John Brooks de Hertha de Berlín, y Christian Pulisic, quien con tan solo 17 años ya es considerado una de las 'joyas' del Borussia Dortmund.
Juego colectivo: Intensidad diferencial (Calificación: 4 estrellas)
Al ser un equipo que no está plagado de nombres rimbombantes, queda claro que Estados Unidos centrará sus expectativas en lo que pueda dar su engranaje colectivo, algo que le suele dar buenos réditos si tenemos en cuenta su habitual efectividad cada vez que actúa en casa.
El diagnóstico
El anfitrión tendrá como rivales en el Grupo A a Colombia, Costa Rica y Paraguay. Quizá la llave más pareja de todas, puesto que los cuatro elencos tienen credenciales para aspirar a meterse en la siguiente fase. Las posibilidades de Estados Unidos pasarán por imponer su histórica hegemonía sobre los 'ticos' en suelo yankee, someter a un cuadro guaraní que se encuentra en pleno recambio generacional y en darle pelea de igual a igual a un elenco cafetero que ostenta el máximo favoritismo en el grupo.
Foto: sportschump.net
Composición fotográfica: Junior Chuquillanqui / DeChalaca.com