Dogmas peligrosos
Ojo, hay que diferenciar los dos tipos de críticas que cayeron al cuadro de Fredy García luego de la dolorosa, pero justa caída de 4-1 ante Defensor Sporting. Están los que señalan, con mucha razón, que si los celestes cusqueños buscan cerrar los circuitos rivales y buscar el cero, no pueden permitir tantas oportunidades como lo hicieron el último miércoles en tierras uruguayas. La idea de ‘Petróleo’ no pudo ser aplicada por sus futbolistas y tras ponerse en ventaja cayeron sin atenuantes bajo la muy buena respuesta individual y táctica de los jugadores del cuadro violeta. Hasta ahí bien.
Sin embargo, hay otro grupo de críticos que ataca simplemente la idea de Real de plantarse varios metros atrás y esperar a los rivales para pegar en el momento justo. Una idea que le sirvió para llevarse la clasificación a octavos en la Libertadores del año pasado y sacar resultados que muchos consideraban improbables. Parece que para alguna gente la única manera de jugar es el tiki-taka del Barcelona o el juego preciosista que -en el imaginario colectivo- los peruanos le han mostrado al mundo. Es la esencia del fútbol peruano, pues. Son los mismos que criticaron a Sergio Markarián por ser cauteloso en la Copa América y que luego le reclamaban al uruguayo no volver a lo mismo cuando los resultados no aparecían. Esos son los resultadistas.
Este redactor es admirador de los estilos que Arsene Wenger -en su momento- o Joachim Low intentaron aplicar en sus equipos. Por no mencionar a Josep Guardiola -aunque todo el mundo lo haya mencionado ya-. Apreciar ciertos planteamientos más ofensivos que definitivamente agilizan y hacen más dinámico el juego no significa despreciar a los que eligen otro camino para llegar a la victoria. Así los guardiolistas dogmáticos desprecian al mourinhismo que jugaba con el trivote en el Real Madrid o a su Inter campeón de la Champions en 2010. Hay muchos caminos. El anti fútbol -como bien lo mencionó en Twitter Guido Bravo, redactor de esta página- es ir a lesionar al rival, buscar engañar al árbitro con un piscinazo o usar cualquier truco ilegal. El fútbol es un deporte hermoso porque permite transitarlo por muchos caminos. Cerrándose en uno, no se disfrutan bien los otros.
Foto: EFE
escrito por Julio Ricardo , February 20, 2014
escrito por mencheli , February 20, 2014