Bigotes horribles
José Gálvez volvió a ganar en casa y se acerca a lograr un cupo a un torneo internacional. Pero los hinchas de este club se fueron descontentos por la actuación del árbitro Miguel Santivañez. Dos decisiones del juez de los bigotitos complicaron la performance del cuadro que dirige Javier Arce.
En el segundo tiempo, Santivañez le mostró tarjeta roja directa al colombiano André Salinas (67') cuando este jugador le cometió una falta a Sergio 'Checho' Ibarra (fue con la pierna arriba en una pelota dividida) La infracción existió, pero según la transmisión de Radio Televisión Chimbote, Santivañez se dejó impresionar por Ibarra, quien cayó al gramado y se dio varias vueltas quejándose del dolor por el impacto. Apenas Salinas fue expulsado, el veterano delantero del Sport Huancayo se levantó y siguió jugando. Debido a la inferioridad numérica, Gálvez se vio obligado a retroceder y apeló al contragolpe para conseguir la victoria, lo que finalmente ocurrió.
Pero lo peor llegó cuando restaban dos minutos para el final, José Mendoza, mediocampista del Sport Huancayo, derribó dentro del área a Ricardo Salcedo, acción que Santivañez no sancionó; dejó seguir las acciones. Con esa jugada Gálvez pudo haber liquidado las acciones. Esto fue reclamado airadamente por los jugadores locales, por el comando técnico chimbotano y, por supuesto, por la hinchada porteña. La transmisión de RTCH, acaso la más equilibrada del interior del país pues hace principal énfasis en no caer en juicios localistas, fue durísima con el juez, lo que da una idea de la magnitud de su error. La hinchada del cuadro de la franja no se quedó atrás: esperó hasta que Santivañez deje la cancha para reclamarle con insultos. Una tarde muy olvidable de uno de los árbitros que suele ser programado con mayor frecuencia por la Conar.
Foto: Héctor Inti / Diario de Chimbote