Foto: photobucket.comEl campeonato 2009, con 16 equipos, marcará el necesario final de los torneos cortos.

 

Si algo bueno traerá el año futbolístico 2009 será el tener nuevamente 16 equipos en la Primera División. Con ello, llegará el final, a menos de que a alguna mente brillante se le ocurra hacer un torneo de 60 fechas, de los campeonatos cortos. Adiós a los Aperturas y Clausuras, instaurados desde 1997. Morirá un sistema que expone cada vez más desatinos, a pesar de que en su defensa se levante el argumento de la emoción. Reparemos en algunas de sus principales deficiencias:

Es injusto. De los últimos once campeones nacionales, solo cuatro fueron los equipos que mayor cantidad de puntos sumaron en la temporada: Alianza Lima en 1997, 2003 (torneo paralizado por la recordada huelga de futbolistas) y 2006, y Universitario en 2000. Si se hubiera definido por el puntaje total, los campeones habrían sido los siguientes: Sport Boys (y no Universitario) en 1998; Alianza Lima (y no Universitario) en 1999; Sporting Cristal (y no Alianza Lima) en 2001; Alianza Lima (y no Sporting Cristal) en 2002; Cienciano (y no Alianza Lima) en 2004; y Cienciano (y no Universidad San Martín) en 2007. En 2005, Sporting Cristal, campeón del año, habría tenido que enfrentar a Universitario en una definición, al haber sido ambos los mejores de la temporada con 88 puntos. En suma: el sistema da rating, pero no justicia.

Es incoherente. Para que funcione, un sistema -todo sistema- debe tener criterios uniformes. Variables que concuerden. No se entiende por qué el descenso y la clasificación a torneos internacionales se define por puntaje acumulado, mientras que el título nacional debe partirse en mitades, sellándose con una serie de requerimientos antojadizos.

Es cortoplacista. Fomenta los contratos de corto plazo. No es casual observar a jugadores que han vestido ocho camisetas, a técnicos que rotan de equipo en equipo.  El reciclaje en su máxima expresión. El sistema no protege a los jugadores y técnicos de despidos intempestivos; avala, más bien, a los dirigentes que los cometen. ¿La lógica? “Despido a un jugador, total, encontrará equipo en el próximo torneo”. Atenua la responsabilidad dirigencial, ya lo suficientemente mellada por el silbido cómplice de la Federación, y no invita a trabajar proyectos perdurables en el tiempo.

Es delirante. En la penúltima fecha del año pasado, Bolognesi salvó la categoría. En la última logró el título del Clausura y clasificó a la Libertadores. Pelear paralelamente el título y el descenso es una de las tantas rarezas que tiene el sistema. ¿Cuán preparado llega a un torneo internacional un equipo que ha peleado la baja? Una cosa es que todo club tenga la oportunidad de enmendar el rumbo si planificó mal una campaña. Otra muy distinta es que pueda ganarse el premio mayor.

Es poco transparente. El caso más reciente es el de San Martín: le conviene perder todos sus partidos para ser automáticamente campeón nacional. Esta no es solo una sombrita del sistema. Es una manchaza que desacredita casi todo. Involucra no solo a cremas y santos, sino a varios equipos que pelean el ingreso a la Sudamericana. Al margen de la buena reputación que pueda tener San Martín y de los ejemplos de honorabilidad que ya ha dado, ¿qué clase de sistema impulsa a perder para obtener un beneficio? ¿Los campeonatos deben poner a sus participantes en semejantes dilemas éticos? Este no ha sido el primer caso. Recordemos: en las fechas finales del Clausura 2001, Melgar, tercero en el Apertura, visitaba a Cristal en Lima. En el segundo torneo no tenía nada que hacer, pero contaba con una mínima posibilidad de disputar un partido extra para clasificar a la Libertadores frente al segundo del Clausura: el único requisito era que Cristal, que peleaba el título, fuera campeón. Los arequipeños perdieron un partido increíble ante los rimenses por 4-3 luego de haber estado arriba con un score de 1-3. Los rumores solo corrieron en voz baja; aún cuando no se hubiera dado una ‘echada’, la reputación rojinegra quedó en duda. Al año siguiente, el reglamento cambió el método de clasificación copera, retomando el puntaje acumulado como factor decisivo. Conclusión: el sistema de puntos acumulados brinda mayor legitimidad y transparencia.

Es repetitivo. Los equipos se ven las caras cuatro veces al año. Una total exageración. Aburre, hastía. En el Clausura se ve la misma película del Apertura. Un clásico, por ejemplo, es un acontecimiento: no está para explotarse con programaciones bimestrales. Los triunfos y las derrotas se gozan y se sufren más cuando se sabe que la revancha no está a la vuelta de la esquina. Es la naturaleza del clásico y de toda rivalidad futbolística. Como producto, además, el valor de los partidos se deprecia. Busquemos el ejemplo en otros ámbitos: no vale lo mismo un concierto de los Rolling Stones (que nunca vendrán) que uno de Jandy Feliz (que ya debe vivir en Lima). La idea es esa.

El tema de la emoción. La emoción ha sido el recurso más empleado para defender el sistema vigente. Ya el año pasado se sentó opinión al respecto. Los números actuales desacreditan el mismo argumento. Si el torneo actual se hubiera definido por el puntaje acumulado, no se habrían alterado las disputas por el ingreso a la Sudamericana ni por el descenso (que ya se rigen por este método). Y, además, el título nacional sería peleado palmo a palmo por San Martín (93 puntos) y Cristal (91). Es decir, solo dos puntos de diferencia a falta de seis por disputarse. ¿Es, acaso, más emocionante un campeón que celebró un título frente al televisor?

El sistema de 16 equipos, con puntaje acumulado, tampoco es la panacea. Pero se acerca más a los estándares FIFA. Es más ordenado, transparente y comprensible para el aficionado menos informado (al que el fútbol debe enganchar, no ahuyentar con algoritmos innecesarios). No se reduce la competitividad (podrían incluirse dos puestos de promoción), pero, al contar con más equipos, da más puestos de “reposo” para aquellas instituciones que deseen desarrollar proyectos a largo plazo y necesiten de cierta tranquilidad, en lugar de vivir con la soga al cuello. En el actual sistema, ganas un partido y peleas el título; pierdes otro, y ya estás en peligro de baja.

Siendo realistas, la televisión no permitirá que se juegue un torneo de 30 fechas, por lo que habrá que contentarse con un par de octogonales extras (uno por el título y otro por el descenso, de 14 jornadas cada uno) para satisfacer su necesidad de clásicos cuadriplicados. Si es que la ‘U’, Alianza y Cristal entran a la misma liguilla, claro está.

El problema no está en que la televisión opine sobre el sistema de torneo: aquella lo sustenta económicamente, así que no deja de ser parte interesada. Lo malo es que los intereses comerciales lleguen a trastocar la competitividad misma del certamen. Su naturaleza, por así decirlo. La emoción en el fútbol no pasa (solo) por los números. Pasa fundamentalmente por el fútbol en sí mismo. Es algo elemental que muchos parecen haber olvidado.

Foto: photobucket.com

Comentarios ( 8)add
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escrito por fran , December 06, 2008
ojala, asi nos dejariamos de tonterias como el playoff, donde equipos que no hicieron su tarea, buscan hacerla faltando 2 o 3 fechas
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escrito por fran , December 06, 2008
yo creo que lo mejor seria hacer algo asi


dar como fecha limite la 5ta o 6ta fecha del descentrlizado para hacer contrataciones

y cuando se llegue a fecha 30 , poder tambien contratar como maximo 2 jugadores

y digo esto, porque me gustaria que se jugara una liguilla asi como se jugo en el 95

al peruano le gusta las definiciones, y lamentablemente ha visto pocas, es por eso que la copa peru es todo un exito, y creo que en primera deberian de haber tambien definiciones,
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escrito por fran , December 06, 2008
si hay octagonal habrian 44 fechas, pero si no solo 30 y creo que ahi viene el problema, porque habria que crear algo extra

yo creo que una espcie de apetra 94 no estaria mal, pero convendria eso? no seria un retroceso

a mi me gustaria ver un octagonal tipo 95, pero es cierto habrian hasta 4 choques por equipo!
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escrito por wili , December 06, 2008
Porque San Martin es un club modelo?
Puede ser un club modelo, una institucion que solo genera perdidas semana a semana?. Miren sus taquillas. El mecenas es la universidad. Sponsor no tiene. La television solo paga bien a los grandes( U y AL) y San Martin no es el caso. El unico dinero recibido fue su participación copera, pero eso es suficiente?. El dinero para solventar el club modelo es el que pagan los alumnos, sus padres. El dia que al interior de la USMP se cansen de solventar al club, se acabará el club modelo.
wili
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escrito por fran , December 07, 2008
san martin sabe que no recauda nada, y asi lo haga, el club esta bien solventado, cosa que uno de los grandes no cuenta y ruega e implora acceder a alguna copa para poder pagar las deudas a eus jugadores y ex tecnicos.......

y si la plata viene de los estudiantes, ya pues que venga de ellos y que siga viniendo mas plata, porque de veras que la san martin es un ejemplo a seguir, es mas poco a poco en juveniles vienen haciendo bien las cosas
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escrito por Manolo , December 07, 2008
Deberia de existir 2 campeonatos paralelos como es en toda Europa una liga de los 16 equipos con las 30 fechas y el otro una copa donde jueguen equipos de primera con los de 2da se hacen grupos partidos de ida y vuelta y al q campeone en la copa se le da un cupo a la sudamericana y esto crearia emocion de jugar una final y q los equipos mas chicos se esfuerzen mas por el premio de la copa internacional y solo se darian el 3er y 4to choque entre mismos equipos pero en una definicion q seria con eliminacion
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escrito por Alonso , December 07, 2008
El proximo año va ser un fracaso. Vamos a ver huelgas y deudas. Y lo de la Liguilla no me gusta. Si debería ver playoff pero no un solo playoff sino uno con semifinales y final. Despues de las 30 fechas se determina quien clasifica a las copas. De alli los 4 primeros juegan en los playoffs. El 1 juega contra el 4 y el 2 juega contra el 3 y despues la final entre los ganadores. Y una liguilla de descenso para los 8 ultimos.
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escrito por Mario , March 21, 2009
creo que le faltó hablar un poco mas de dos años en particular, que me parece sin temor a equivocarme que fueron los más irregulares e injustos:
del año 2001 en que alianza lima salió campeón pero jugando el clausura desastroso solo pudo ganar 3 de 21 partidos. alianza campeonó en el apertura 1er puesto pero el clausura se fue al fondo al 11 puesto, y pudo jugar el play off gracias a estas bases del torneo que nadie entiende o talvez en el año 2001 no habrán habido reglas¿? porque sino no se entendería como alianza hubiera podido jugar contra el Cienciano para definir el título nacional.

y el año 2003 en que el torneo se suspende(por problemas entre FPF y agremiación de futbolistas) en la fecha 15 de 22 faltando 7 partidos(21 puntos por disputarse) alianza nuevamente gana el título nacional ya que le ganó el play off al cristal(campeon del apertura) y gracias que la FPF lo nombra en mesa al alianza 'el mejor del clausura' es que se juega dicho encuentro por el titulo nacional(que al principio cristal rehusaba porque no habia campeón del clausura). cuando se suspende el torneo alianza se encontraba primero pero mas abajo habian 3 equipos que peleaban por el clausura, el boys, el alianza atlético y el cristal a 3, 5 y 6 puntos respectivamente.
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