La estrategia de Markarián: Súper ratones
El Perú es un país que cuenta con jugadores de técnica depurada desde que el fútbol es fútbol. Desde Alejandro Villanueva y ‘Lolo’ Fernández hasta Jefferson Farfán, Juan Vargas y Paolo Guerrero -sin olvidar que en el medio estuvieron ‘Tito’ Drago, ‘Toto’ Terry, ‘Huaki’ Gómez Sánchez, el ‘Feo’ Salinas, Valeriano López, Juan Joya, Hugo Sotil, Téofilo Cubillas, Roberto Chale, Julio César Uribe, César Cueto y otros tantos cracks del balompié nacional- el peruano ha sido y es un buen futbolista muy pícaro dentro de la cancha.
Así, pocos se animan a contradecir el hecho de que Perú cuenta con un juego vistoso y alegre, pero son aún menos los que pueden afirmar de que se trata de un juego contundente y ganador. Pese a ello, el año 2011 asistió a la construcción de una idea colectiva: al "ratonear" en la Copa América, Perú habría hipotecado su identidad para obtener éxitos como el tercer lugar conquistado. ¿Pero es ello estrictamente cierto?
El "ratoneo" es bueno
La falta de solidez de las selecciones peruanas -y de los equipos peruanos en general, por qué no- se ha tratado de explicar en numerosas oportunidades. La mentalidad, la concentración, la envergadura física son algunos de los argumentos más frecuentes para sostener el por qué Perú no gana no más sino mucho más de lo poco que consigue. Esa discusión no tendrá lugar en esta nota, pero lo que se quiere dejar por sentado es que esta debilidad existe incuestionablemente en el equipo bicolor. Sabido esto, importa poco que haya juego atildado/preciosista/depurado en la selección nacional: lo que está claro es que el peruano es un equipo chico a partir de la falta de resultados positivos.
¿Qué hace un equipo chico por naturaleza para evitar los resultados adversos? Aunque la mayoría de veces no lo consigue, porque no por emplear una u otra estrategia deja de ser un equipo chico, lo que hace un equipo de escaso poder futbolístico es cuidarse bien en defensa y confiar en un contragolpe afortunado. Es lo que hace, por ejemplo, la selección de Bolivia: arma un bloque posterior amplio y un ataque flacucho, en el que el punta ve qué puede hacer. Si se le pudiera tomar una foto aérea, la disposición táctica del cuadro verde se asemejaría a la silueta de un matraz (todos van atrás). Más de uno dirá que Perú y Bolivia no son iguales, pero a ellos se les invitaría a repasar la historia -no solo del fútbol- y se les propone encontrar las diez diferencias. No será un ejercicio sencillo y quizás opten por hacer el pupiletras.
Tampoco se trata de dos equipos iguales. El plantel de la selección peruana es más fuerte por la técnica y la cantidad de jugadores de alto nivel que tiene la blanquirroja, pero el rótulo (real) de equipo chico no se lo quita nadie. Ahora, si a Bolivia le va más o menos bien con esta estrategia, ¿cómo le podría ir a Perú si cuenta hasta con cuatro fantásticos? No se podría jugar con todos juntos como se quisiera, pero se podrían lograr cosas interesantes como en la Copa América que se jugó recientemente en Argentina.
Lo mejor se hizo ratoneando
Si se repasan los mejores resultados obtenidos por la selección peruana, se encuentra que estos se lograron sobre la base de una propuesta conservadora. Más bien cuando Perú se creyó un grande que podía pasar por encima a cualquier rival, tuvo que irse de bruces para ubicarse dolorosamente. Por ejemplo, la clasificación al Mundial de México 1970 conseguida en 'La Bombonera' en 1969 se basó en una estrategia claramente defensiva. Perú se puso adelante dos veces en el marcador en aquel encuentro, pero esto fue porque Argentina se había volcado al ataque y tenía a la selección visitante metida en su área. Los dos goles de ‘Cachito’ Ramírez se dieron gracias a la velocidad supersónica del atacante de Universitario.
Es cierto que antes, en los años cincuenta, por ejemplo, el fútbol peruano se caracterizó por preciosismos en su juego. Pero eso no necesariamente se condijo con resultados. El triunfo más sonado de esos años, por ejemplo, fue el 1-0 sobre Brasil de la Copa América de 1953; presionado por los malos resultados del inicio del torneo, el nuevo DT, el argentino Ángel Fernández Roca, quien en pleno certamen reemplazó al inglés William Cook, planteó un esquema más convencional que el basado en variantes tácticas que practicaba el estratega británico, y con un tiro desde fuera del área de Luis Navarrete consiguió sostener el triunfo. Años luego, Perú plantearía de manera más ofensiva sus choques ante Brasil por las Eliminatorias a Suecia 1958 y quedaría fuera.
En los exitosos setenta, se recuerdan algunos triunfos en casa con imágenes de celebraciones como ante Ecuador y Chile en las Eliminatorias hacia Argentina 1978, pero tan importantes como ellos fueron los empates que se aguantaron de visita en Quito y Santiago ante los mismos rivales. Más cerca en el tiempo, otros partidos emblemáticos como el triunfo sobre Chile en la Copa América de 1993 o el "barranquillazo" de 1997 sobre Colombia con el golazo del 'Chino' José Pereda han ratificado a Perú como un equipo que saca resultados importantes abroquelándose atrás.
El último caso de éxito del "ratoneo" peruano es justamente la Copa América 2011. Casi todos defendían y el ataque se les confió a Juan Vargas y a Paolo Guerrero. Incluso sin uno de ellos (Vargas), Perú logró su victoria más holgada del torneo, el 4-1 sobre Venezuela, que le terminó asegurando el tercer lugar de la competición. Más bien cuando Perú se la juega por el ataque, termina con las manos vacías. Entre estos casos puede contarse a la decepcionante derrota sufrida en Santiago de Chile por 4-2 en la más reciente fecha doble de la Eliminatoria a Brasil 2014. También se ha viajado a otros países, supuestamente ganables para Perú, con la mentalidad “de todas maneras la hacemos”, se jugó a la ofensiva y hubo que pagar sobrepeso por la cantidad de goles que se trajeron de vuelta.
Como cuy en tómbola
Queda para el recuerdo, eso sí, la excepción que confirma la regla. En 1981, la selección peruana era una verdadera aplanadora y nada iba a impedir que clasificara al Mundial de España 1982. El obstáculo más difícil de sortear sería la selección uruguaya, apenas ganadora del Mundialito organizado en su país, en Montevideo. A los de Tim poco les importó dónde y contra quién estaban jugando. Salieron a machucar a los celestes y lo consiguieron de principio a fin. Uribe, Cueto, Velásquez, Quiroga, Chumpitaz, Duarte, La Rosa, Oblitas, Barbadillo, Díaz y Rojas -también Olaechea, quien entró después- fueron los héroes de aquella tarde de hace poco más de 30 años en la Perú hizo lo que no debe hacer y le fue bien.Mientras que la selección no juegue como esos monstruos de 1981, que siga "ratoneando", que mal no le va. Finalmente, ¿qué tiene de malo? Hay grandes ratones en la historia como Mickey, Jerry, Speedy González, Pinky y el Súper Ratón. Todos ellos son adorados por las multitudes; se podría apostar a que Farfán o Pizarro querrían el éxito mundial que han alcanzado aquellos.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos y recortes: diarios La Crónica y La Prensa; revista Ovación; Reuters
escrito por lidon85 , December 28, 2011
escrito por Rojinegr0 , December 28, 2011
escrito por Guti , December 28, 2011
escrito por la pepa , December 29, 2011
escrito por lolo de caujul , January 02, 2012
escrito por Carlos Nadal , June 06, 2012