El primer cafecito
Eran, definitivamente, otros tiempos. Los peruanos nos dábamos el lujo de mirar por encima del hombro a cualquier rival sudamericano que no fuera ni Brasil, Uruguay y Argentina. Llegábamos entonces, para aquellos Juegos Bolivarianos de 1938, con el firme cartel de favoritos, y eso era un factor que la prensa peruana del momento se encargaba de enaltecer y, a la vez, despertaba la expectativa en el vecino país de Colombia.
Los precedentes indicaban que el seleccionado blanquirrojo llegaba con muchísimo más roce que cualquiera de sus rivales (Colombia, Ecuador, Venezuela y Bolivia), dado que había sostenido contantes participaciones en torneos de suma importancia, tanto para Sudamérica como para el Mundo. Dentro de estos acontecimientos resaltaban el Sudamericano de Argentina en 1929, el Mundial de Uruguay en 1930 y las Olimpiadas de Berlín en 1936. Además, existía una larga lista de exitosos cuadros del momento que habían enfrentado a los distintos equipos nacionales con auspiciosos resultados para los nuestros, tales como el Zamora de España, el Hayduk de Yugoslavia, el Colo Colo de Chile, Vélez de Argentina y el Defensor de Uruguay, entre otros.
Fuera del favoritismo natural gracias al cartel con el que se llegaba, existía cierto temor por el tema de los 2600 metros de altura en Bogotá, ya que se descontaba que Perú lucharía directamente por el título con los locales a sabiendas del pobre nivel futbolístico de las demás selecciones.
La previa
Como previa de los Juegos Bolivarianos -el primero de la historia-, el diario La Crónica realizó una extensa descripción de cada uno de los 22 convocados por el técnico inglés Jack Greenwell. Como se recuerda, dicho estratega fue el mismo que marcó época en el Barcelona de España: defendió al elenco culé por un espacio de cinco años y, luego, asumió la dirección técnica, convirtiéndose hasta el momento en el entrenador con más temporadas en el cuadro catalán; exactamente 9 años (de 1917 a 1924 y de 1931 a 1933), lapso en el que se coronó dos veces campeón de la Copa del Rey. Tiempo después, el 'Gringo' cruzó el charco y se alzó con dos títulos en suelo nacional (ambos en 1939): con la 'U' en el torneo doméstico y con la selección peruana en el por entonces Campeonato Sudamericano (hoy Copa América).
Dentro del análisis de La Crónica, se descontaba que el once inicial de Perú debía ser con Víctor Marchena en el arco, pues Juan Valdivieso ya estaba muy lento y hasta se lo tildaba de ‘ex Mago’. En defensa parecían inamovibles Raúl Chapell de back derecho y Arturo Fernández sobre la izquierda. En la mitad, Carlos Tovar, Segundo ‘Titina’ Castillo y Orestes Jordán estaban llamados a conformar el trio, pues ya habían demostrado en ciertos amistosos que se complementaban bien entre ellos y había versatilidad tanto en cuestiones de ataque como de defensa.
Sin embargo, la duda en la delantera recaía sobre el sector izquierdo, pues solo se había llevado a José 'Chicha' Morales como punta zurda y este ya estaba "viejo y lento", aunque se confiaba en su amor por la camiseta. En los otros cuatro atacantes, en cambio, no había dudas, y estos eran Teodoro ‘Prisco’ Alcalde de punta derecha, Pedro Ibáñez de entre ala diestra, Jorge ‘Campolo’ Alcalde de delantero centro y Arturo Paredes de entre ala izquierda. Cabe aclarar que, en aquella época, los Juegos Bolivarianos se disputaban con las selecciones adultas, no como se suele hacer en la actualidad (ahora dicho torneo es Sub-17).
La hora de la verdad
Contra lo pensado, llegó la hora del debut ante los dueños de casa, y Jack Greenwell, sorprendiendo a propios y extraños, apostó por la experiencia, pues finalmente se paró de la siguiente manera: Juan Valdivieso bajo los tres palos; Arturo Fernández y Raúl Chapell en el bloque posterior; Carlos Tovar, Segundo 'Titina' Castillo y Orestes Jordán en la mitad de la cancha; y Teodoro 'Prisco' Alcalde, Pedro Ibáñez, Jorge 'Campolo' Alcalde, Teodoro ‘Lolo’ Fernández y Arturo Paredes como delanteros. El día anterior al partido, la selección peruana de básquet había perdido frente a su similar de Colombia por un apretado 47-45 en la final del mismo certamen, lo cual caló hondo dentro de varios integrantes del seleccionado de fútbol. Es por eso que minutos antes del encuentro, José Rubio, quien presidió a la delegación nacional, arengó fehacientemente a los jugadores patrios para que levantaran el ánimo y sacaran adelante el partido.
Así, el lunes 8 de agosto de 1938, Perú enfrentaba al local, Colombia, en estadio Ciudad Universitaria de Bogotá y frente a aproximadamente 20 mil ilusionados hinchas cafeteros. El partido se inició a las 10:45 de la mañana y el árbitro fue el mexicano Esteva Tejada, quien había sido contratado para dirigir todos los encuentros del certamen. Los dueños de casa, dirigidos técnicamente por el argentino Fernando Paternoster, saltaron al gramado con José Escorcia en el arco; Pedro Ricardo López y Milenor Rodríguez como defensas; Manuel Pardo, Ricardo Granados y Miguel Segundo Botto en el mediocampo; y Rafael Mejía, Tomás Emilio Mier, Francisco Carbajal, José Zapata y José María Umaña en el frente de ataque.
El partido se inició con un claro dominio nacional, que ya sobre los 10’ encontraba su primera conquista gracias a una buena habilitación de ‘Campolo’ Alcalde para Ibáñez, quien de remate cruzado venció el arco cafetero. La efervescente hinchada hizo saber su disconformidad con el cobró pues insinuaba que el jugador del Sport Boys yacía en posición de adelanto, pero la terna mexicana igual validó el tanto. Posteriormente, sobre el final de la primera mitad, apareció ‘Lolo’ para con un fuerte taponazo vencer por segunda vez al aquero Escorcia, quien ya se destacaba como la figura del cuadro anfitrión. Con esto murió la primera mitad y Perú dejaba en claro que se encontraba en nivel superlativo, sobre todo por la velocidad y fino toque de sus jugadores, pese a que estos no se estaban luciendo mucho.
En el arranque de la segunda mitad llegaron dos tantos más para el combinado nacional. Ibáñez volvió a aparecer en dos oportunidades y redondeó un claro 4-0, además de lograr un hat-trick. Al igual que en su primer tanto, los siguientes dos también fueron gracias a las excelentes habilitaciones de Jorge Alcalde, quien aparte de ser un ‘9’ neto sabía jugar con los pies y dar buenos pases. Sin embargo, a los 70’, empezó a degenerarse un poco el partido para Perú, pues luego de una gresca entre Carlos Tovar y el colombiano Umaña, el juez central azteca decidió expulsar a ambos. Con esta baja, ‘Lolo’ bajó a cubrir en la volante y Colombia aprovechó para irse con todo en contra del arco de Valdivieso.
Casi de inmediato y sobre los 71’, Botto apareció para probar al arquero nacional con un tiro débil y rasante, el cual se coló por las manos del ‘Mago’, se convirtió en el primero de los locales y la cosa se ponía 1-4. Poco después y sobre los 75’, apareció nuevamente Botto, quien tras buen pase de Mejía puso el segundo. Todo hacía suponer que la reacción colombiana había llegado y que le había perdido el respeto al equipo nacional, pero el marcador no se movió más y Perú finalmente venció por 2-4 a Colombia en el primer partido en que ambos seleccionados se enfrentaron. Nueve días más adelante, y tras sendos triunfos ante Ecuador, Bolivia y Venezuela, el combinado patrio se alzó con el título de los Juegos Bolivarianos.
La cobertura
Es obvio que en 1938 no existían las facilidades que hoy se tienen para traspasar la información de un país a otro. Es por eso que la mayoría de crónicas se hicieron gracias a la colaboración del periodista Juan Sedó de Radio Nacional, quien había viajado a Bogotá para la cobertura del partido. "Nuestro futbolistas vencieron a los Colombianos por 4 goals a 2", título orgulloso el diario El Comercio haciendo una crónica exhaustiva con los sucedido durante el partido.
Como parte anecdótica de la época, vale resaltar que el diario La Crónica publicó recién el 22 de agosto una nota completa del partido cedida por el diario El Tiempo de Colombia. Es decir, apareció el resumen del partido dos semanas después de este, cuando el torneo ya había concluido. Licencias que aquella etapa permitía.
Otro dato de suma importancia de aquel Colombia - Perú es que con ese triunfo el seleccionado patrió comenzó a labrar su racha más larga de partidos consecutivos ganados (nueve en total). En la misma se venció también a Ecuador por partida doble, Venezuela, Bolivia, Paraguay, Argentina, Chile y Uruguay. Qué duda cabe, otros tiempos.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
Recortes: diario La Crónica
escrito por Roberto M. Gando , November 18, 2010
escrito por msioux , November 18, 2010
Como aporte, ademas de lo correctamente mencionado por Roberto Gando, hay dos cosas mas:
*Jose Morales, era el mayor de una serie de hermanos: Jose, Roberto, Ernesto, ademas de primos. Hasta donde tengo entendido, al mayor, es decir, Jose, le llamaban Cholo Morales, mientras que a Ernesto, si le decian Chicha.
* En la alineacion, hacen figurar a Campolo Alcalde como #9 y a Lolo como #10, cuando lo usual seria lo contrario, pues Campolo, varias veces actuó como Interior. Aunque resultaria revelador lo que se afirma en el articulo, que despues de la expulsion de Tovar, Lolo haya bajado a actuar de Half!!!!
Existe un partido, creo en el Sudamericano del 37, donde Lolo reemplaza a un zaguero, aunque no creo haya actuado como tal.
escrito por fabio leon naranjo , November 20, 2010
La historia nos dice que despuès de Perù, Mister Greenwell vino a Colombia, dirigiò a Santafè y Junior antes de iniciarse el torneo profesional nuestro (1948). Falleciò en Bogotà .
El à rbitro mexicano Carlos Esteva Tejada, dirigiò los 11 partidos del torneo y algunas veces lo hizo sin jueces auxiliares. En una tarde dirigiò 2 juegos ; Bolivia -Venezuel y Ecuador - Perù.
Si no estoy mal con el combinado inca venia Pedrito Monteblanco Martinez un masajista muy recordado en nuestro medio. Don Pedro un moreno grandote y bonachon falleciò en Medellìn donde estuvo radicdo por mucho tiempo. Ejerciò su profesiòn con Atlètico Nacional campeòn 1954.
Otro masajista peruano fallecido en la capital antioqueña fuè Manuelito Buitrago, con el Dim. Creo que algo tiene que ver con Leguìa aquel jugador de la selecciòn peruana.
El goleador de esos juegos bolivarianos fuè Jorge Alcalde con 6 tantos.
Un abrazo para todos los hermanos peruanos.
escrito por Julio Cesar , November 20, 2010
En los goles de Peru hay controversia fueron de Ibanez a los 10' y 60', T. Fernandez a los 40' y J. Alcalde a los 57'; para Colombia Botto a los 71' y 76'. Las rojas fueron para Umana y Tovar a los 74'.
Lo de Lolo en el Sudamericano del 37 es cierto reemplaza a su hermano Arturo.
Deseo preguntarle al Sr. msioux lo siguiente:
-Si sabe porque les decian "los Dinamiteros" a los jugadores del Mariscal Sucre ?.
- Siempre he leido que Lolin le hizo 6 goles a Alianza Lima pero en un Especial de los clasicos de revista Don Balon-Peru aparece que hizo 5 y uno fue de Lolo. Sabe algo al respecto. Ese Especial tiene muchos fe de erratas y quizas este sea uno de ellos.
-Sabe o ha leido algo de un partido en que la Seleccion de Uruguay vino a Lima y se enfrento al Alianza antes del Mundial del 54 y Alianza ganaba 2-1 y hay un tiro libre a favor de Uruguay y cuando el uruguayo le pega al balon ocurrio un apagon y al volver la luz la pelota estaba adentro del arco y todos lo aliancistas se fueron encima del arbitro uruguayo que vino con su seleccion un tal Armental.
Agradeciendole de antemano sus respuestas me despido atentamente. Muchas gracias por su atencion.
escrito por msioux , November 22, 2010
Como mencionas, hay varios errores en los especiales de Don Balon (nombres, orden de las alineaciones), lo cual no desmerece el gran aporte que fueron esas publicaciones.
Con respecto a tus consultas, no sabria responderte. Aunque escuche que a inicios de los 50s vino un combinado uruguayo con varios de los campeones del 50 y perdieron un partido aca.
Saludos cordiales
escrito por Alfredo , November 05, 2011
escrito por (U) , January 17, 2014