Al garete
En el océano de la mediocridad dirigencial, la nave rosada sigue a la deriva. Al primer equipo de Boys, en ese contexto, es imposible pedirle más que ser un moribundo que aguante los golpes hasta donde pueda. Bolognesi pasó por el Callao, se esforzó lo justo para ganar 1-2 y consiguió lo que cualquiera logrará en el puerto bajo estas condiciones: tres puntos fáciles.
¿Cuándo había sido el último 1-2 de 'Bolo' a domicilio sobre Boys?
Fotos: Abelardo Delgado / DeChalaca.com
Este espacio, sin ser ducho en la materia ni mucho menos, no va a gastarse en hacer cátedra de conceptos básicos de administración general. Pero escuchar al tesorero de Sport Boys, Alejandro Pedemonte, declarar a la prensa una vez consumada la derrota ante Bolognesi, raya en los límites de la sandez. 
"Ustedes (los periodistas) hablan de los jugadores como si fueran gente que se muere de hambre (...) Muchos de ellos tienen respaldo familiar, cuántos jóvenes hay que quisieran jugar gratis (...)". Pobre tipo, pobre Boys.
LA TELETÓN NO RECAUDA GOLES
Así está el equipo del puerto, organizando una teletón para recaudar los fondos que una gestión mediocre es incapaz de generar. Lo que pasa en la cancha es función directa de ello: un equipo parchado, sin físico, con jugadores que se lesionan en el calentamiento ante la mala preparación -le sucedió ahora a Gianfranco Espinoza- y que sale al campo a soportar la golpiza hasta donde puede. Como aquellos boxeadores que saben de antemano que su principal reto es soportar un número determinado de rounds antes del KO. Solo que ahora Bolognesi, a diferencia de Cienciano hace una semana, no dejó que el coraje rosado tomara forma de ilusión, y desniveló casi de inmediato un empate que rayaba en lo heroico.
¿CORONEL MISERICORDIOSO?
Es cierto que los de Torrente pudieron ganar por más goles de diferencia. Pero también lo es que los objetivos del técnico argentino en el Callao pasaron, primero, por lavarle la cara al equipo luego de la inesperada caída ante Vallejo. Las apuestas funcionaron: arrancó 'Chucho' Chávez como extremo izquierdo en vez de Yraola y respondió con dos tantos, ambos tras recibir centros pasados, controlar cómodamente el balón en el área y cruzarle el remate a Sotillo. En el medio, pesaron los regresos de Linares y Novoa, además de la titularidad de Mario Soto, pese a que este último falló una clara ocasión antes de ser cambiado por 'Kike' Ísmodes.
TRES ROJAS ES MUCHO
Lo que sí preocupa en 'Bolo' es que el equipo haya tenido una expulsión por partido en lo que va del Clausura. Esta vez le tocó a Adrián Zela, otro que reaparecía y que también hizo un buen partido, pero se ganó dos amarillas innecesariamente. La primera, por jalonear de la camiseta a Jaime La Torre -en la jugada del penal que selló el empate parcial-, y la segunda, por un manotazo innecesario al mismo atacante rosado. 
El juez Héctor Rojas, por cierto, tampoco las tuvo todas consigo: acertó en el penal solo por advertencia del asistente César Escano, pues lo había pasado por alto.
LOS NÁUFRAGOS
En Boys debutó el italiano Vincenzo Gianneo, quien sin ser un dechado de virtudes cumplió en todo momento con rechazar y cortar el juego ofensivo tacneño en medio del discreto nivel de su equipo. El zaguero Guilermo Hidalgo, quien se encargó de ejecutar el penal que selló el gol rosado, también muestra juego y biotipo interesantes; pero es poco lo que puede rescatarse de un equipo que sufre de falta de oxígeno cuando el reloj entra al tramo final del partido. Es hasta conmovedor que un jugador que, amén de su veteranía, siempre fue lento como el 'Oso' Salazar acabe queriendo correr en ofensiva lo que no pudo en 45' el ex 'jotita' Christian La Torre, quien sigue lejos de sus tiempos con Oré y compañía -se fue cambiado por el juvenil Oyola-.
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