Se vino el carnaval
La frecuencia: CMD
Como no podía ser de otra manera, la plana mayor de CMD cerró con broche de oro este Sudamericano. Fernando Egúsquiza y Pedro García fueron bastante puntuales con las novedades de ambos protagnistas antes del inicio. Mientras tanto, Daniel Peredo -con su ameno relato- y Alberto Beingolea encabezaron la transmisión. El trabajo de todos ellos estuvo a la altura de una final, destacando detalles como el hecho de que Peredo insistía a Fernando sobre la posibilidad de cambiar el Once Ideal del torneo a medida que Lucas iba creciendo como figura del campo.
La pizarra: De medio en medio
Uruguay trató de buscar un planteamiento conservador con cuatro al fondo -aparentemente con estricta indicación de no salir- y otros cuatro volantes en forma de un cuadrado. Un tanto suelto, aunque a veces confundido como un mediocampista más estaba Vecino, dejando muy sólo a Federico Rodríguez. La orden de Verzeri era clara: marca y destrucción, sobre todo con los hombres que generarían desequilibrio en Brasil. Los verdeamarelhos, por su parte, apostaron por un definido 4-cuadrado-2. La zaga permananeció casi en su lugar, incluso los laterales, dejando toda la responsabilidad al mediocampo que resultó clave para romper el cero. Casemiro y Fernando trabajaron bastante bien en la contención. Mientras tanto, Lucas tuvo una noche inspirada para solucionar el conflicto que se le presentaba a Brasil cuando Uruguay le cerraba todos los caminos. Arriba, Neymar, con intermitencias en la primera parte, pudo soltarse gracias también a que Uruguay entraría luego en la desesperación y claudicaría totalmente.
Los cambiazos: A ver cómo nos va
El haber recibido dos goles sobre la agonía del primer tiempo era algo imprevisto por Verzeri. Por ello, trató de cambiar rápidamente el trámite del cotejo con las dos variantes insertadas al inicio de la segunda mitad. De estas, la de Pablo Cepelini quizás fue la más trascendente en su momento pues este generaría el penal que pudo significar el descuento charrúa a los 46'. Pero luego, con el desenlace del encuentro, todos terminaban siendo vanos intentos. Lo de Brasil tampoco pasó por cambiar de fisonomía a su once, más allá del ingreso de Galhardo. Ni siquiera cuando se quedó con diez con la expulsión de Saimon. Más allá de los problemas iniciales, a Ney Franco las cosas le salieron a pedir de boca.
El capo: Lucas
El volante había exhibido algo de su fútbol en los encuentros previos, pero nunca de manera tan rutilante como esta noche. Fue el artífice de romper el cerrojo que había armado Uruguay sobre su arco en apenas dos minutos con sendas incursiones y remates que terminaron lapidando toda la estrategia celeste. Lució atrevido, habilidoso y desfachatado. Y no solo se dio abasto para marcar en tres ocasiones: tuvo casi directa responsabilidad en otro par de tantos.
El extraviado: Leandro Cabrera
Quizás uno de los pilares y estandartes de esta épica campaña uruguaya. Hasta hoy, cuando se encontró con Neymar y Lucas a los que no pudo parar en ningún momento. Junto a Olivera, siempre estuvieron a expensas del regate o la pared del rival. Pero en su caso, se notaba claramente como en más de una ocasión, sobre todo con el marcador en contra, era muy sencillo sacárselo del camino y dejar desprotegido a Ichazo.
Jailaits
Un par de Lucas: Cuando ambos parecían irse al descanso en blanco, aparecería de manera inesperada Lucas. Primero a los 39' con un inesperado remate rasante que dejó parado a Ichazo; y luego, a los 41', con una veloz salida desde el medio en la que dejó a dos uruguayos en ficha para cruzar un derechazo elevado que significó el segundo.
Lo mandó el Vecino: Si la hacía, cambiaba la historia del cotejo. Al menos era seguro que no sería el mismo que vimos. Pero Matías Vecino no aprovechó un penal a los 48' mandando su remate afuera y se le vino encima Brasil.
Comenzó a titilar: La estrella del certamen, Neymar, había resultado poco efectivo durante la primera etapa. Pero la segunda si le fue propicia al marcar en dos ocasiones, a los 57' y 62', dejando así su marca en la final, lo que a la postre lo consolidaba además como goleador del certamen.
Se robó el show: La figura del cotejo no fue, pues, el ya tan mentado Neymar. Lucas quiso llevarse los aplausos y lo logró, cerrando su gran noche con el tanto final a los 80', luego de eludir hábilmente a Cabrera y sacar otro remate de derecha. Con ello, ya no quedaban dudas de quien era el jugador más destacado del campo.
Fotos: AP
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